Los niños y las horas de sueño

Actualizado
  • 16/03/2017 01:04
Creado
  • 16/03/2017 01:04
El uso de aparatos electrónicos produce que los niños no concilien bien el sueño y causarles insomnio

Intentar dormir a un niño puede ser una labor titánica para un padre y puede que no se trate solo de miedo a la oscuridad o querer jugar unos minutos más.

La neuropediatra Rocío Sánchez asegura que las causas más frecuentes del trastorno del sueño infantil son, en la mayoría de los casos, malos hábitos establecidos que pueden ser resueltos en la consulta pediátrica.

‘No son niños que padezcan una enfermedad, ni tienen problemas psicológicos, sino que los padres no les establecen conductas u horarios a la hora de dormir', aclara.

Sánchez indica que lo primero que se debe hacer es llevar un horario estricto a los hijos para la hora de dormir.

Hay que evitar que los niños se vayan a la cama con un celular, ordenador o tableta, esto los distrae y no permite que concilien el sueño rápido.

Otras recomendaciones son ‘acostar y levantar a los niños a la misma hora, promover el dormir sin la presencia de los padres, llevarlos a la cama cuando están cansados, realizar actividades relajantes y no resolver problemas antes de acostarse', recomienda Sánchez.

La pediatra María Beatriz Abbot coincide en que este trastorno tiene un impacto negativo en la salud y en la calidad de vida de los niños, y que también puede darse por problemas patológicos relacionados con el insomnio.

‘Se estima que entre 20% a 30% de las visitas al pediatra están relacionadas con algún problema ligado al sueño, y los padres pueden hacer mucho para ayudar a sus hijos a conciliar un sueño profundo y reparador, el que necesitan para crecer saludablemente', asegura Abbot.

UBICAR EL PROBLEMA

En Panamá, la mayoría de los casos de trastorno del sueño se da en niños de dos a cinco años y en la pre-adolescencia.

La pediatra menciona que es fundamental conocer la fisiología normal del sueño en las diferentes edades, puesto que no hay una solución única para todos los casos, sino que dependerá del diagnóstico individual de cada paciente.

‘En estos casos ocasionalmente hay problemas más profundos que deben explorarse y diagnosticarse, ya sea a través de polisomnografía, radiografías o resonancias magnéticas del cerebro o tallo cerebral para detectar otras anomalías como parasomnias (episodios breves o parciales de despertar) y disomnias (somnolencia excesiva)', explica la pediatra.

Según la neuropediatra Sánchez, la herramienta más útil para el diagnóstico de los trastornos del sueño en el niño es la recogida adecuada de datos mediante la historia clínica.

‘Por ser los trastornos del sueño un problema prevalente en la lactancia y primera infancia, se ha comprobado la eficacia de programas preventivos que tienen el fin de instaurar un hábito del sueño adecuado y evitar algunos de los trastornos como las disomnias en lactantes de riesgo', relata Sánchez.

De acuerdo a Abbot, aunque antes el tema se trataba poco, hoy se hacen estudios en relación con el sueño en Panamá por lo que es más fácil detectar si el infante padece realmente de un trastorno o no.

‘Durante la consulta médica, los padres se quejan de que los hijos se acuestan muy tarde por estar con el celular o haciendo otras cosas y, a la vez, éstos se quejan de que los padres no los comprenden', menciona la pediatra.

En ocasiones, añade Abbot, las conductas que se necesitan corregir en el infante o adolescente no son responsabilidad directa de ellos, sino de la forma como los crían sus cuidadores o la dinámica en su entorno familiar.

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