Mitos y realidades del sexo durante el embarazo

Actualizado
  • 25/07/2019 02:01
Creado
  • 25/07/2019 02:01
Especialistas analizan las preocupaciones más comunes de la sexualidad en esta etapa. Explican los riesgos y brindan recomendaciones para mantener encendida la llama en la intimidad

‘Mi deseo sexual disminuyó, no quería tener relaciones. Físicamente mi cuerpo no respondía a los estímulos. Tuve que recurrir a lubricantes a base de agua', dice Lisa Cuevas, quien narra su experiencia durante el embarazo.

‘Los primeros meses, intimar fue bastante incómodo porque vomitaba varias veces al día, estaba muy deshidratada y débil. En el segundo trimestre fue aumentando mi libido', recuerda.

Se trata de un tema tan cotidiano y lleno de tabúes. Hoy día persisten creencias erróneas que impactan negativamente la dinámica sexual de los futuros padres.

Cuevas reconoce que en el tercer trimestre de la gestación el tamaño de su vientre aumentó y que cada vez se le hacía más difícil el encuentro con su pareja. ‘Tuve que buscar posiciones que no fueran incómodas para ambos. Gracias a Dios mi esposo supo comprenderme y me dio su apoyo. Hoy, ser padres es lo mejor que nos ha podido pasar en la vida', afirma.

¿Qué ocurre?

El especialista en ginecología, obstetricia y fertilidad Eliezer Burstein indica que durante el proceso del embarazo ocurren cambios en el cerebro que afectan a otras áreas del cuerpo.

‘En esta etapa la mujer pasa por desafíos emocionales muy importantes y la percepción de estos retos va a depender de lo que esté sucediendo a su alrededor, que abarca las modificaciones corporales, cómo se siente, si el embarazo es deseado, si fue por medio de tratamientos y la relación con su pareja', explica.

El especialista comenta que tener relaciones durante el embarazo es seguro siempre y cuando no existan problemas con el mismo. ‘El coito no afecta al bebé. En el caso de que la mujer presente sangrado, sí se puede amenazar el parto. El orgasmo puede causar pequeñas contracciones uterinas, por lo que es recomendable que las pacientes que estén en riesgo de parto prematuro no tengan relaciones íntimas', sostiene.

Para las mujeres que no presentan complicaciones, el médico asegura que el sexo es beneficioso. ‘Hay que recordar que la oxitocina es la hormona del amor, encargada del orgasmo y el apego, es secretada durante las pequeñas contracciones causadas por el orgasmo y ésta atraviesa la placenta y otorga una sensación de felicidad al bebé', asevera.

De acuerdo con el ginecólogo, la disminución y el aumento del deseo sexual están presentes en el proceso de gestación.

‘Un ejemplo de esto es que durante el primer trimestre, a veces las náuseas y vómitos pueden causar malestar y que la libido baje. En cambio, en el segundo trimestre incrementa el flujo sanguíneo en el área pélvica y esto produce más deseo sexual y la paciente puede llegar al orgasmo fácilmente', acota.

Las caricias son parte de la ruta hacia el placer, sin embargo Burstein aconseja no efectuar estímulos en los senos en el periodo de embarazo.

‘En la mama puede haber un aumento de la sensibilidad por las modificaciones físicas y puede resultar molesto para las mujeres que se les toque en esa zona', declara.

¿Qué hacer?

El psicólogo especialista en sexualidad Pedro Rondón Navas manifiesta que la postura del misionero (hombre arriba, mujer abajo) puede aplicarse durante los primeros meses del embarazo.

‘Cuando no existe riesgo para la madre, ni para el feto, las parejas no deben preocuparse de dañar al embrión por tener relaciones sexuales. El líquido amniótico se encarga de proteger al feto de posibles daños',

PEDRO RONDÓN NAVAS

PSICÓLOGO MAGÍSTER EN SEXOLOGÍA

‘Puede resultar incómodo que la dama soporte completamente el cuerpo del hombre. Por eso aconsejo colocarse almohadas a los lados para ayudar a que el peso de la pareja sea menos', indica.

El profesional de la salud menciona que otra de las opciones que puede ser adoptada es la postura lateral, ya que resulta más cómoda para ambos, porque las manos quedan libres para explorar otras zonas.

Comenta que los estudios realizados en mujeres embarazadas indican que no hay diferencia en la intensidad del orgasmo, aunque el exceso de vascularización en la zona genital podría facilitar su logro.

‘Todo depende de la persona, cada individuo vive su sexualidad de forma distinta. En el embarazo se producen cambios fisiológicos, psicológicos y emocionales. Todo esto va a influir sobre el deseo y la actividad sexual', manifiesta.

El psicólogo sostiene que un estudio realizado por Master & Johnson arrojó que mujeres que eran anorgásmicas tuvieron orgasmos durante el embarazo. Esto como consecuencia de la contracción de los músculos de la vagina y de la plataforma orgásmica más pronunciada.

El especialista aclara que el embarazo no debe ser visto como una enfermedad y considera que es importante que la pareja hable con el ginecólogo constantemente.

‘El consenso es fundamental para tener relaciones sexuales, en caso de que no deseen el coito pueden utilizar otras variantes para obtener placer, como la masturbación. Simplemente esta es una etapa que hay que saber sobrellevar para que no se afecte la intimidad de la pareja', puntualiza.

Rondón asegura que los ejercicios de función sexual resultan beneficiosos para la madre y el feto.

‘Facilitan el sueño de la mujer, la relajan y disminuyen los niveles de estrés. También aumentan la autoestima al ver que los cambios corporales producidos por el embarazo, no distancian a su pareja'.

Según el especialista, realizar ejercicios moderados beneficia la salud, aumenta los niveles de oxitócica y endorfinas, favorece las relaciones afectivas y preparan a la madre para el parto ejercitando las contracciones vaginales.

Tabúes

El sexólogo aconseja olvidarse de falsas creencias y tener en cuenta varios aspectos para disfrutar a plenitud de la intimidad.

‘Cuando no existe riesgo para la madre, ni para el feto, las parejas no deben preocuparse de dañar al embrión por tener relaciones. El líquido amniótico se encarga de proteger al feto de posibles daños', explica.

Otro mito en torno a este tema radica en que el feto sentirá las embestidas del pene. Algo que él considera ‘totalmente falso porque el tapón mucoso actúa cerrando el cérvix, protegiendo al bebé incluso de infecciones vaginales'.

Lo cierto es que la intimidad saludable durante el embarazo impacta positivamente en el bebé y en los padres. Para Rondón, ‘las hormonas y neurotransmisores serán captados por el feto a través del líquido amniótico proporcionándole sensaciones placenteras'.

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