Estrés y más horas laborales, efectos del teletrabajo

Actualizado
  • 21/04/2020 19:59
Creado
  • 21/04/2020 19:59
Especialistas coinciden en que quedan pendientes muchos retos por resolver para lograr que esta modalidad de trabajo sea realmente eficiente

La dinámica laboral de una gran cantidad de empresas privadas e instituciones públicas cambió con la pandemia mundial de COVID-19. Hoy más de 120 países incluyendo Panamá aplican el teletrabajo, la opción más viable para los puestos que pueden funcionar de manera remota.

Adaptarse a esta modalidad, sin embargo, no ha sido fácil para muchos trabajadores, publica un artículo del diario argentino Los Andes. Según la nota, la mayoría de empresas no estaba preparada para enfrentar una situación como la que estamos viviendo.

Uno de los temas críticos ha sido la organización de los horarios, ya que definitivamente se trabaja más. La hiperconexión agobia, e incluso puede llegar a ser de tiempo completo. "El horario laboral ya no es de lunes a viernes de 8 a 5, yo estoy todo el día con el teléfono y con el correo, los jefes te escriben a toda hora y te obligan a estar conectada", dijo Laura, una entrevistada del medio argentino.

Belén tampoco pudo escapar a esta realidad, según describe el diario argentino. La joven, quien es economista y trabaja en una universidad, dijo que no sabe si trabaja más o menos, pero "sí que se le desordenaron mucho los horarios, y ya no trabaja sólo por la mañana sino también por la tarde". "Eso me ha llevado a trabajar durante todo el día pero en intervalos cortos de tiempo (...) me pongo a hacer otras cosas que no son de mi trabajo", explicó la joven según publica el diario Los Andes.

En conclusión, ambas trabajadoras culminan la jornada laboral más estresadas y cansadas que como lo hacían antes, según el diario.

Ante esta realidad, muchos especialistas en el tema coinciden en que quedan pendientes muchos retos por resolver para lograr que el teletrabajo sea realmente eficiente tanto para las empresas como para los trabajadores.

Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) denominado: "Trabajar en cualquier momento y en cualquier lugar: Los efectos sobre el mundo del trabajo" y publicado en su sitio web, revela que el trabajo a distancia tiene una serie de efectos positivos. Entre ellos, una mayor autonomía sobre el horario de trabajo que permite organizar la jornada laboral con más flexibilidad, un menor tiempo de desplazamiento al lugar de trabajo que mejora el equilibrio entre la vida laboral y personal, y una mayor productividad, lo que hace más productivos a los empleados.

Pero también tiene algunas desventajas, como el exceso de horas trabajadas y la no definición de la vida personal y profesional, que puede conducir a altos niveles de estrés.

El uso de las tecnologías de la comunicación contribuye a conciliar mejor la vida profesional y personal pero, al mismo tiempo, confunde los límites entre el trabajo y la vida personal.

El informe también establece una distinción clara entre los teletrabajadores que trabajan en casa –quienes parecen conciliar mejor la vida laboral y personal– y los trabajadores "muy móviles" quienes están más expuestos a efectos negativos sobre su salud y bienestar.

En ese sentido, Jon Messenger de la OIT y coautor del informe, declaró que esta investigación muestra que el uso de las tecnologías de la comunicación modernas contribuye a conciliar la vida profesional y personal pero, al mismo tiempo, también confunde los límites entre el trabajo y la vida personal, en función del lugar de trabajo y las características de las diferentes ocupaciones.

Conforme el teletrabajo adquiere mayor importancia, así mismo hay una creciente necesidad de desconectarse para separar el trabajo remunerado de la vida personal, por ejemplo, Francia y Alemania han comenzado a considerar acuerdos a nivel de empresa y a analizar la legislación nueva y existente. 

"En el futuro, esto puede dar lugar a medidas concretas para hacer que la vida laboral sea menos invasiva, como apagar los servidores fuera del horario de trabajo a fin de prevenir que lleguen correos electrónicos durante los períodos de descanso y las vacaciones, lo cual ya es practicado en algunas empresas", detalla el informe de la OIT

Para la OIT el teletrabajo es una forma de trabajo que se realiza en una ubicación alejada de una oficina central o instalaciones de producción.

¿Y la ciberseguridad?

El teletrabajo incrementa las posibilidades de que los colaboradores se conviertan en vulnerabilidades para la red de la organización, por lo que proteger esa red, donde los trabajadores no están confinados a un solo espacio geográfico, implica garantizar que puedan acceder a los recursos que necesita para trabajar, sin que pongan en riesgo esos mismos recursos, o la red entera, al permitir que elementos sospechosos o maliciosos entren en ella.

Carlos Bortoni, business development manager de AppGate, advierte que en casos como el trabajo remoto, muchas personas no tienen hábitos seguros de conexión desde sus sitios de vivienda, por lo que el desafío para las organizaciones se encuentra en cómo poder proveer a sus colaboradores un ambiente fácil y simple si no tienen cultura cibernética.

Brostoni aseguró en un comunicado que la tecnología de AppGate está logrando por estos días mucho éxito en las organizaciones, ayudándoles a implementar de buena manera el teletrabajo. Esta solución se centra en el usuario como perímetro, y le otorga un acceso fácil y simple, a través de un software, a los recursos de la organización. Todo se valida con el enfoque Zero Trust, dando acceso a los activos que la persona requiere y monitoreando constantemente su conexión.

David López, vicepresidente de ventas para Latinoamérica de la empresa tecnológica, aclara que las empresas generalmente invierten en proteger el perímetro donde se encuentran sus oficinas, pero el mundo se ha transformado digitalmente y con la coyuntura de este virus los colaboradores se han visto forzados a conectarse desde sus casas vía tecnologías anticuadas que no son seguras y mucho menos prácticas, creando reales complejidades de ciberseguridad, logística y gestión. "La nueva realidad es que el perímetro ya no es el edificio o la oficina de la empresa, sino que es el usuario que se debe conectar desde donde quiera", dijo.

"En AppGate creemos que el paradigma de seguridad que proteja la red y los recursos de la empresa debe estar construido alrededor de las personas y no de la red misma, centrado en la identidad de los empleados más que en sus credenciales (nombre de usuario y contraseña), evaluando en tiempo real si estos deben tener acceso a la información y estableciendo comunicaciones uno a uno entre los colaboradores y los recursos a los que desea llegar. Esto elimina la posibilidad de que el usuario al conectarse tenga acceso a la totalidad de la red o a un segmento importante de ella", puntualizó López.

Los retos en América Latina

En Latinoamérica hay diferentes países que gubernamentalmente han implementado leyes para el teletrabajo, que permiten a empresas y empleados acceder de una forma legal y leal a un ambiente de trabajo remoto. Uno de ellos es Panamá, que ante la emergencia por el brote de coronavirus se implementó la Ley 126 del 18 de febrero de 2020, que establece, regula el teletrabajo y modifica el artículo 151 del Código de Trabajo, y fue publicada en la Gaceta Oficial Digital No. 28965-A.

Pero esta no es la realidad de todas las naciones. A continuación, tres desafíos que tienen las organizaciones de la región para implementar el teletrabajo.

Inversión: No todas las empresas han decidido innovar en temas de ciberseguridad, quedando rezagadas de aquellas que sí han decidido invertir para proteger recursos e información sensible que pueda tener la organización.

"Hay muchas organizaciones que han invertido mucho en tecnología para utilizar en situaciones como las que estamos viviendo actualmente, y ha llegado el momento de probar si esos planes de continuidad funcionan. Esas empresas tienen unos pasos ganados, sin embargo hay otras que tienen retos muchos más grandes porque no se han sumado a tiempo a la inversión de seguridad cibernética", explicó Bortoni.

Plan de negocio: En muchas ocasiones el plan de ciberseguridad de la empresa no está diseñado para una situación de crisis y se basa en tecnologías antiguas.

"Un contact center puede haber decidido implementar el trabajo remoto para 300 colaboradores y tener en su estrategia ir aumentando ese número paulatinamente, pero es una dificultad conectar a unos pocos más colaboradores que trabajan en la institución de una sola vez, lo que lleva a que surjan problemas de logística y gestión, tales como, eventos de soporte, acceso a aplicaciones, despliegue de computadores o teléfonos inteligentes, contraseñas, entre otros", comentó Bortoni.

Cultura: La cultura de los colaboradores resulta fundamental para implementar el teletrabajo de buena manera. "La cultura cibernética de las personas es esencial para poder asegurar los activos de una organización, por lo que es muy importante instruir a los colaboradores respecto de las buenas prácticas que se deben tener en cuanto a ciberseguridad", concluyó Bortoni en el comunicado.

Por ahora,  hay que seguir adelante y enfrentar aquellos retos que aún quedan pendientes por resolver para lograr que el teletrabajo sea realmente eficiente tanto para las empresas como para los trabajadores.

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