Priapismo: de qué se trata y cómo afecta la sexualidad

¿Alguna vez ha escuchado mencionar la palabra priapismo? ¿Sabe cuáles son sus repercusiones? ¿Tiene conocimiento de qué tan peligroso puede llegar a ser?

La uróloga Katherine Henríquez explica que el priapismo es una condición poco común, en la cual la erección del pene se prolonga por más de cuatro horas sin estimulación sexual, e incluso sostiene que puede ser recurrente o repetitiva.

Una publicación de la cadena BBC señala que esta condición puede afectar con mayor frecuencia a los hombres a partir de los 30 años.

Asimismo, el medio británico cita un estudio de 2013 publicado en la revista Journal of Urology, que estima que afecta cada año a 5 de cada 100,000 varones en Estados Unidos.

La uróloga detalla que el priapismo ocurre cuando la sangre queda atrapada en el pene, no recibe oxígeno y el tejido cavernoso puede afectarse. “Se requiere tratamiento temprano del priapismo para prevenir el daño a la función eréctil”.

En esa línea, aclara que las causas principales son los trastornos hematológicos, como anemia falciforme, leucemia, talasemia. También indica que puede ser ocasionado por inyecciones intracavernosas de vasoactivos.

“Los medicamentos orales pueden ser disparadores como algunos antidepresivos, antipsicóticos, alfabloqueadores, antihipertensivos y rara vez por anticoagulantes. Además, el abuso de drogas como cocaína, alcohol, marihuana pueden desencadenar este malestar, al igual que los traumas en el pene, periné o pelvis”, detalla.

Por su parte, el sexólogo Pedro Rondón arguye que el priapismo puede presentarse después de haber mantenido una actividad sexual excesivamente larga. “Otra de las causas son los tumores e infecciones (prostatitis, cistitis, uretritis). También puede producirse por picaduras de insectos”.

El especialista destaca que otro detonante de esta alteración es cuando se efectúa el tratamiento de disfunción eréctil con inyecciones en esa zona. “Puede ocurrir por los inhibidores (por vía oral) de la fosfodiesterasa, como la papaverina, sildenafilo, tadalafilo y vardenafilo”.

Rondón explica que durante el proceso de la erección, la sangre llega al pene a través de las arterias, y cuando se pierde la misma, la sangre se retira por el sistema venoso del miembro. “Cuando no hay drenaje de la sangre, es decir, cuando no se retira, se produce el priapismo; la erección se mantiene en el cuerpo del pene y se vuelve dolorosa, mientras que el glande permanece blando”.

El especialista en sexualidad concuerda con la premisa de Henríquez en la poca frecuencia de esta alteración. “Los casos de priapismo ocurren generalmente en una proporción de 1,5 por cada 100 mil personas, sin embargo, se han incrementado por el uso de medicamentos para la disfunción eréctil”.

La médica destaca que el priapismo se clasifica en isquémico (de bajo flujo) y no isquémico (de alto flujo). “El más común es el priapismo isquémico que sucede cuando la sangre no sale de los cuerpos cavernosos. En el priapismo no isquémico, el genital está indoloro, parcialmente rígido y se asocia a un evento de trauma en el área”.

En cuanto al diagnóstico, el sexólogo asegura que un urólogo es el profesional indicado para realizar la evaluación del paciente. “Esta condición se dictamina generalmente en la consulta, a través del examen físico, pruebas de sangre, ecografías o exámenes toxicológicos. Ante las manifestaciones de estas molestias, el individuo debe acudir a emergencia para recibir el tratamiento indicado. Le deben drenar la sangre del pene bajo la indicación del médico tratante y con los medicamentos apropiados”.

Rondón enfatiza que el alto flujo de las arterias es un cuadro clínico menos doloroso y no representa mayor riesgo porque puede ser tratado aplicando hielo en el área del perineo. En cambio, cuando hay ausencia de flujo sanguíneo en los cuerpos cavernosos, se produce un dolor más intenso, una rigidez muy fuerte, y hay mayor riesgo, “es una emergencia médica porque puede llegar a extremos como la necrosis del pene, por eso la urgencia del tratamiento”.

Henríquez indica que la complicación más seria es la disfunción eréctil. “Entre más tiempo transcurre sin tratar el priapismo, mayor riesgo se tiene. En casos donde se desarrolla tejido cicatrizal (fibrosis) del pene luego del priapismo, es necesario colocar prótesis de pene para tratar la erección”.

En tanto, Rondón concuerda con la uróloga en que solo cuando el priapismo no ha sido tratado a tiempo y ha causado disfunción eréctil, puede afectar la intimidad.

“Reitero que el priapismo puede ser circunstancial y poco peligroso cuando es de alto flujo, pero si persisten los síntomas, no hay que dudar en acudir al médico. El de bajo flujo debe ser tratado y controlado por el médico urólogo”, dice el sexólogo, y agrega que hay un tipo de priapismo que es recurrente, poco común y se debe a una falla en la regulación del mecanismo de la erección que puede ser de ambos flujos. “En estos casos hay erección nocturna dolorosa”.

El especialista puntualiza que las terapias para esta condición son físicas y no involucran la parte psicológica. “El tratamiento para esta alteración es médico por medio de cirugía, drenaje con inyecciones para extraer la sangre del pene y medicamentos específicos”.

De igual manera, afirma que esta condición no solo puede llegar a presentarse en hombres, sino también en las mujeres. “Son muy pocos los casos de priapismo en el clítoris; generalmente están relacionados a algún tipo de cáncer o con el consumo de antidepresivos”.

La palabra priapismo proviene del nombre del dios griego Príapo, un dios de fertilidad a menudo representado con una erección permanente y desproporcionada. En la civilización clásica encarnaba la fuerza fecunda de la naturaleza.

Datos históricos apuntan a que existe una pintura con la representación de este dios, que hace referencia explícita a su potencia sexual.

La medicina ha utilizado por años este término (priapismo) para describir una erección permanente y dolorosa sin excitación sexual, cuya causa se desconoce.

El priapismo en mujeres es más inusual que en los hombres, y es conocido como priapismo clitoral o clitorismo.

Esta condición puede estar asociada con la deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa, que conduce a la disminución de los niveles de NADPH (un cofactor implicado en la formación de óxido nítrico).

La evaluación médica se recomienda para las erecciones que duran más de cuatro horas.