59 minutos para encontrar una solución

Cuando me piden que diseñe una solución o cuando me llaman para una consultoria casi siempre puedo constatar que se gasta el tiempo en solucionar las cosas sin saber claramente qué es lo que se debe resolver.

Una vez le preguntaron a Albert Einstein que haría si tuviese que salvar al mundo en solo una hora. Luego de meditarlo un rato respondió ‘Gastaría 59 minutos definiendo el problema y 1 solucionándolo'. No es de extrañar este respuesta. Èl antes ya había dicho en una conferencia que ‘la correcta formulación de un problema es más de la mitad de su solución'.

Las empresas tienen necesidades en las áreas de las tecnologías de la información y las comunicaciones. Hoy día es casi imposible encontrar un negocio donde no se necesiten, incluso hay negocios que no se pueden llevar a cabo sin esas herramientas. Lo lógico sería suponer que su planificación ocurra desde el mismo comienzo.

La primera capa son las comunicaciones. Se debe pensar en la mejor forma de estar conectado, tanto entre los miembros del equipo como con el mundo exterior. Parece obvio, pero he conocido a muchos gerentes que creen que si ellos tienen internet en su teléfono con eso basta. Debe recordarse que así como la fuerza de una cadena depende de su eslabón más débil, la comunicación de un equipo se mide por su capacidad de articulación de todos los participantes, no sólo de su líder.

La contabilidad es casi siempre lo primero que se monta en algún tipo de sistema. No está mal hacerlo, pero recuerde que su habilidad de contar lo que tiene no mejora su habilidad para vender su producto o servicio. Los clientes son la clave y lo primero, así que dependiendo de su negocio, debería buscar la forma de tener un CRM (administrador de relación con el cliente). La mayoría de los problemas de servicio lo son de seguimiento y coordinación, los clientes terminan pagando estos errores en problemas de entrega o satisfacción y cuando el cliente no está satisfecho no vuele.

Los sistemas específicos del negocio son tan importantes como lo que se invierta en la capacitación del personal, así los colaboradores sean el dueño y una asistente. Si su empresa es de traducciones, por ejemplo, no tiene sentido que su personal no sepa manejar perfectamente un procesador de textos.

Las empresas terminan comprando casi siempre el software por pedazos y luego se sacan un ojo cuando lo quieren integrar... Aquí es cuando los 59 minutos se vuelven claves. Tómese un rato para diseñar una ruta desde el principio. Es importante conocer hacia dónde se va. Camine en esa dirección, asesórese e investigue. Nadie lo sabe todo. Tener un amigo que está en segundo semestre o un amigo que sabe de páginas webs no garantiza que se pueda crear de forma correcta un ecosistema digital para la empresa.

La regla aquí es no tener algo cuyo funcionamiento desconoce. Si usted hace un sitio web es menester integrarlo dentro de sus plan de negocio, para que no quede como una rueda suelta. Los clientes perciben eso como desorden.

Einstein nos dejó una pista en su respuesta. La clave es definir lo que se quiere de forma clara y concisa, lo demás consiste en mantener el orden, la curiosidad y no sentir miedo al momento de aprender algo nuevo.

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Albert Einstein

FÍSICO ALEMÁN