Un buen estudiante, tranquilo y algo introvertido, que fue monaguillo y empleado en un supermercado antes de alcanzar la fama. Esos son algunos retazos...
¿Qué sabemos de la contaminación del aire por tráfico vehicular en Ciudad de Panamá?





- 28/07/2025 00:00
La contaminación atmosférica es uno de los problemas ambientales más serios que enfrenta la población mundial. En las zonas urbanas, los habitantes están expuestos a niveles no adecuados de contaminación del aire debido a la cercanía a las fuentes de emisión, como los vehículos con motores de combustión interna, y porque la configuración de las ciudades no permite la dispersión de contaminantes.
Ahora bien, ¿qué factores influyen en los niveles de contaminación producida por el tráfico vehicular? ¿qué implicaciones tiene para la salud de las personas?, ¿y qué se puede hacer al respecto?
Un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), con el apoyo del Centro de Estudios Multidisciplinarios en Ciencias, Ingeniería y Tecnología (CEMCIT AIP) y el financiamiento de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT), responde estas interrogantes.
En su última visita al taller para el trámite de revisado vehicular, ¿le realizaron la prueba de emisiones a su vehículo?
De acuerdo con el decreto ejecutivo No. 38 del 3 de junio de 2009, todos los vehículos que circulan en la República de Panamá deben someterse anualmente a una prueba de emisiones, que consiste en evaluar los gases en el tubo de escape y determinar los niveles de dióxido de carbono (CO2), monóxido de carbono (CO) e hidrocarburos no quemados (HC) en el caso de vehículos que usen gasolina o combustibles alternos y el porcentaje de opacidad para los vehículos que utilizan diésel. Según la normativa, esto se hace con el propósito de “proteger la salud de la población, los recursos naturales y la calidad del ambiente de la contaminación atmosférica”.
Con el proyecto titulado “Estimación numérica de la exposición de peatones a la contaminación atmosférica provocada por el tráfico vehicular”, se buscó establecer numéricamente cómo es el comportamiento de variables meteorológicas y la emisión debido al tráfico vehicular en la dispersión de contaminantes atmosféricos y la exposición de las personas.
En el desarrollo de la investigación se realizaron varias actividades entre estas seis jornadas de medición de emisiones donde se ofrecieron bonos de combustible para incentivar la participación de los conductores. Las jornadas se hicieron en estaciones de servicio de combustible ubicadas en la avenidas: Domingo Díaz, José Agustín Arango, Simón Bolívar, Centenario (Instalaciones de la UTP), Cincuentenario y Boyd Roosevelt.
Los resultados indicaron que para una muestra de 269 vehículos categorizados de uso particular (principalmente para realizar actividades personales como ir al trabajo, hacer compras y viajes por placer), un aproximado de 22% de los mismos no aprobarían la actual normativa para las emisiones de hidrocarburos no quemados. De mismo modo, para vehículos que realizan servicios de transporte selectivo (taxis o afiliados a plataformas de transporte), un 50% no aprobarían la prueba. Lo anterior no solo implica un daño al ambiente, sino que se traduce en un asunto de dinero para los conductores porque involucra que parte del combustible no está siendo aprovechado adecuadamente y que su automóvil necesita mantenimiento.
La contaminación del aire producida por el tráfico vehicular ha sido asociada con efectos en la salud de adultos como enfermedades circulatorias, cáncer de pulmón y en niños puede implicar episodios de asma e infecciones respiratorias agudas. En otras latitudes, estudios han indicado que la contaminación del aire puede afectar el desarrollo de los pulmones y está relacionada con el desarrollo de enfisema, asma y otras enfermedades respiratorias, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
En Panamá, el Ministerio de Salud (MINSA) promulgo la resolución No. 21del 24 de enero de 2023, en la cual se adoptan los valores de referencia de calidad de aire para todo el territorio nacional siguiendo los niveles recomendados en las guías global de calidad del aire 2021 de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, el resultado del año de monitoreo continuo de contaminantes atmosféricos de la estación de bajo costo ubicada en la entrada del Campus Victor Levi Sasso de la UTP, indica que los niveles diarios de dióxido de nitrógeno (NO2) son excedidos (>25 µg/m3), al igual que los valores anuales (>10 µg/m3), incumpliendo la recién adoptada directriz de la OMS.
Niveles elevados de dióxido de nitrógeno pueden causar irritación en los ojos, nariz y garganta. La exposición continua a altos niveles de NO2 puede contribuir al desarrollo de bronquitis aguda o crónica, mientras que la exposición a niveles bajos de NO2 puede causar aumento de la reactividad bronquial en algunos asmáticos, disminución de la función pulmonar en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, y aumento del riesgo a infecciones respiratorias, especialmente en niños pequeños.
Otros contaminantes atmosféricos relacionados al tráfico, que se identificaron en la estación de monitoreo fueron el monóxido de carbono y el dióxido de azufre (SO2) cuyo comportamiento está condicionado a las horas pico del tráfico. Por su parte las partículas suspendidas en el aire o material particulado (MP), a pesar de ser producto de los motores de combustión interna, se ven principalmente afectadas por episodios de quema como los ocurridos en Cerro Patacón en enero y marzo 2024.
La congestión vehicular en las calles de la Ciudad de Panamá representa estrés para los conductores, pérdida de dinero, y escasa convivencia familiar. A lo anterior tocaría sumar un efecto negativo en el ambiente, ya que estar en el “tranque” implica que los automóviles pasan mucho tiempo en ralentí (régimen mínimo de revoluciones por minutos) y en esas condiciones los automóviles están emitiendo los anteriormente mencionados contaminantes atmosféricos.
Lo agravante es que, debido al tráfico y a las peculiaridades de nuestra ciudad, es común encontrar personas expuestas por alto periodos de tiempo ya sea porque estén vendiendo productos, dirigiendo el tráfico como es el caso de los agentes de tránsito, o debido a que sus casas están contiguas a las calles. Esto lo demuestra las entrevistas realizadas a vendedores informales, quienes comentaron que pasan más de cuatro horas diarias expuestos a esa contaminación.
Si bien los resultados científicos del proyecto permiten utilizar la metodología para conocer la dispersión de contaminantes en otras áreas de la ciudad y las recomendaciones que emanan del estudio permitirán generar acciones para mejorar la gestión de la calidad del aire, aún falta dar un primer paso a nivel interinstitucional para lograr la aplicación y, en el caso del decreto ejecutivo No. 38 del 3 de junio de 2009, la actualización de la normativa. Así mismo, se debe repensar nuestras urbes, ya que la falta de planeamiento urbano y el aumento del parque vehicular ha hecho que las calles residenciales sean utilizadas como vías con alta circulación de vehículos. Además, se debe evaluar alternativas al trabajo informal para limitar la exposición a contaminantes atmosféricos sin olvidarnos del contexto social.
De igual manera, se debe realizar monitoreos continuos de contaminantes atmosféricos. Países vecinos como Costa Rica, Colombia, El Salvador y Honduras, cuentan con estaciones de monitoreo de aire, algo que nuestro país carece.
Mientras tanto, seguimos estudiando la calidad del aire en zonas urbanas y así entender las implicaciones a corto y largo plazo en la salud pública para promover soluciones innovadoras que consideren las circunstancias sociales.
*La autora es investigadora científica de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) y líder de diversos proyectos de investigación en calidad de aire.