Desmembramiento en los Diamondbacks

Actualizado
  • 05/10/2016 02:00
Creado
  • 05/10/2016 02:00
La administración despidió a Chip Hale como director y a Dave Stewart como gerente general en medio de una crisis que amenaza con más

En el comienzo, la promesa de una temporada ganadora para los Diamondbacks de Arizona se quedó en una enorme frustración.

Por quinta campaña consecutiva, el equipo quedó fuera de la postemporada, generando con ello una serie de bruscos movimientos administrativos, que podrían terminar con un drástico cambio en la dirección.

Los D'Backs despidieron al gerente general Dave Stewart y al manager Chip Hale, ambos considerados piezas fundamentales en el esquema trazado por Tony LaRussa, gerente de operaciones del equipo, y principal responsable de la política de contrataciones.

DECEPCIÓN

LaRussa llegó hace dos años a los D'Backs, tras retirarse como un director de sólido prestigio en las Grandes Ligas.

En sus funciones, realizó una serie de contrataciones que incluyeron a Dave Stewart, hombre de su entera confianza, con quien tuvo una excelente comunicación en sus años como piloto de los Atléticos de Oakland.

Debe recordarse que LaRussa impuso a Stewart como abridor en el Juego de Estrellas de 1989 por la Liga Americana, por encima de Nolan Ryan, quien era el favorito para esta designación.

Por otro lado, Chip Hale también era un conocido de LaRussa.

Hale ya tenía experiencia con los Diamondbacks, donde dirigió al equipo Triple A de Tucson, con quien fue nombrado como el Mánager del Año en Ligas Menores.

En los dos años al frente de los D'Backs en Grandes Ligas, su marca fue de 148 victorias y 176 derrotas, para un promedio de .457, bastante por debajo de las expectativas generadas.

¿UN NUEVO CAMINO?

El despido de Stewart y Hale abre la puerta para un análisis de la situación de Tony LaRussa, y sus movimientos previos a la recién finalizada temporada.

Los movimientos antes de la temporada 2016 parecieron no ser suficientes, dándole la razón a quienes consideraban que el equipo no había completado un buen proceso de adquisiciones.

La rutilante contratación de Zack Greinke, un ganador del premio Cy Young, ha sido la mayor decepción de todo el béisbol este año.

Un contrato como agente libre para el derecho de 32 años por más de 200 millones de dólares apenas le produjo 13 victorias a los Diamondbacks, muy por debajo de lo esperado.

Su otra gran movida resultó el canje con los Bravos de Atlanta para traer al derecho de 25 años, Shelby Miller, que venía de una temporada perdedora de 6-17.

Para traer a Miller, LaRussa autorizó el canje por el venezolano Ender Inciarte y campo corto Dansby Swanson, primera selección colegial en el año 2015.

Swanson bateó para .302, con tres jonrones y 15 remolques en 38 partidos con los Bravos, demostrando que tiene la calidad para establecerse en las Grandes Ligas; mientras que Inciarte jugó 131 partidos, bateó para .291, con tres cuadrangulares, 29 carreras empujadas, 24 dobles y 7 triples, dejando un agradable sabor de boca.

En cambio, Miller terminó con un más que decepcionante registro de 3-12, efectividad de 6.15 y un envío a la sucursal Triple A, donde pasó buena parte de la temporada.

Las cosas no resultaron para LaRussa, quien ahora tendrá que dar algunas explicaciones importantes, antes de ver qué paso seguirá para él con el equipo.

Por lo pronto, los despidos de Stewart y Hale dan una idea de la inconformidad que los dueños del equipo, principalmente para Ken Kendrick, principal socio del club, tienen respecto al trabajo del que es considerado uno de los manejadores más prolíficos de la historia del béisbol, al que aparentemente las cuestiones administrativas no le han resultado tan bien como cuando encara encuentros decisivos.

DE TUMBO EN TUMBO

Los Diamondbacks han tenido temporada muy poco satisfactorias.

Los despidos de Dave Stewart y Chip Hale lucen como el paso previo a una serie de grandes cambios.

El modelo de Tony LaRussa no ha dado los resultados esperados en las dos últimas temporadas.

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