Los Mets continúan apostando por sus abridores

Los Mets de Nueva York no han quitado el dedo del renglón con un importante grupo de sus jugadores.

A pesar de haber tenido un par de temporadas muy por debajo de lo que sus antecedentes dejaban ver, el equipo no ha respondido a la altura de las expectativas que generó; a pesar de ello, la organización parece dispuesta demostrar que con los jugadores con los que ha contando en los últimos años, puede todavía ser un contendiente en la División Este de la Liga Nacional.

Así que para consolidar su política, firmaron a sus tres mejores abridores: Jacob deGrom, Noah Syndergaard y Matt Harvey, un trío que no ha sido precisamente un modelo de consistencia, todavía la organización cree que son capaces de rendir, a pesar de estas inconsistencias.

De Groom fue el mejor tirador de los Mets en 2017, con marca de 15-10, y una efectividad de 3.53 en 31 aperturas, lo cual le convirtió en el principal brazo de la rotación.

El tirador se hizo cargo de las cosas luego que Syndergaard se lastimara el músculo lateral del hombro derecho, y apenas tuviera una fugaz actuación a finales de la pasada campaña, dejando su marca en 1-2, con efectividad de 3.97.

De Matt Harvey es poco positivo lo que puede decirse, tras una pobre temporada en la que se fue de 5-7 con 6.70 de efectividad en 92 episodios y dos tercios de trabajo.

Harvey estuvo fuera de acción por más de dos meses en 2017, con una lesión en el hombro derecho; a pesar de que volvió sin molestia, su retorno en septiembre resultó sencillamente muy malo.

Los lanzadores de los Mets tuvieron promedio de carreras limpias permitidas de 5.01, uno de los peores de las Grandes Ligas el año pasado.

A pesar de todas las situaciones negativas alrededor de su núcleo abridor, los Mets de Nueva York han vuelto a apostar por un trío de abridores del que solo podría considerarse a Noah Syndergaard como el mejor de todos.