Solís, Aparicio y Kaa, peloteros que destacaron en marzo

Actualizado
  • 30/03/2020 06:00
Creado
  • 30/03/2020 06:00
Los torneos nacionales han contado con figuras que han brillado en los casi ochenta años de actividad, y marzo ha sido uno de estos meses en que se han destacado en la ofensiva, defensiva y el cuerpo de lanzadores

El deporte mundial está paralizado en su totalidad debido al Covid-19, lo que ha hecho de marzo un mes de inacción y de muy poco movimiento, salvo por las informaciones que hablan sobre los efectos que ha causado esta pandemia en cientos de deportistas.

Flaco Bala

Panamá no ha sido la excepción y cada uno de los deportes ha guardado su uniforme de combate, esperando que todo se restablezca para volver a los pocos campos de entrenamientos, los que los tienen, y reanudar la rutina inesperadamente interrumpida.

Uno de las actividades que está en este impase en el béisbol, que arrancaba sus torneos en las categorías preinfantil, U-15 y mayor, la primera por la Comisión de las Pequeñas Ligas y las dos últimas por la Fedebeis.

A propósito de la categoría mayor, este mes ha sido uno de los más productivos para el registro de marcas y de hechos en la historia de este deporte, principalmente a nivel individual.

Estrella en los nacionales

Los torneos nacionales han contado con figuras que han brillado en los casi ochenta años de actividad, y marzo ha sido uno de estos meses en que se han destacado en la ofensiva, defensiva y el cuerpo de lanzadores.

Rodolfo Aparicio y Virgilio Kaa

Los santeños José Solís y Roberto “Flaco Bala” Hernández, los chiricanos Rodolfo Aparicio y Virgilio Kaa, y los coclesanos Darío Agrazal y Joel Vega, destacan en esta lista.

Solís bateó cuatro jonrones en el compromiso frente a la selección de Coclé, el 2 de marzo de 1995, en el estadio Olmedo Solé de Las Tablas. Sus vuelacercas fueron frente Javier Díaz, en el tercero; Severino Calderón, en el cuarto; y Jhonny Tuñón en los episodios quinto y sexto.

Un año después, remolcó siete carreras en una entrada ante Colón, con dos cuadrangulares seguidos, uno de ellos con las bases congestionadas, y en dos partidos pegó seis jonrones, tres a Metro y otros tantos a Coclé.

Al culminar la fase regular de esa temporada, José Solís alcanzó la triple corona, y se convirtió en apenas el cuarto pelotero en lograrlo en la historia del torneo.

Entre tanto, el derecho “Flaco Bala” Hernández obtuvo en 2001 su abanicado, número 800, en el estadio Rico Cedeño, y cuatro años después, obtuvo su victoria número 84 y sus mil ponches en su carrera.

En cuanto al chiricano Rodolfo Aparicio, bateó cuatro cuadrangulares en 1997 a Los Santos, y dos años después dio el ciclo por segunda ocasión en su brillante carrera. En 2002 alcanzó los 600 incogibles, y dos años después llegó a doscientas bases robadas.

Por su parte, Kaa en 1998 se convirtió en el noveno pelotero en llegar a 500 o más imparables, y en 2003 bateó su incogible número 695, el primero en lograr esa cantidad en la historia del béisbol mayor.

El coclesano Darío Agrazal ponchó a su víctima número 600 en marzo de 1996, cifra que aumentó a 700 al año siguiente, y en 2004 ganó su encuentro número 70, ubicándose entre los primeros en los torneos nacionales.

Ramón Ramírez

Otro azucarero, el toletero Joel Vega, remolcó seis anotaciones con dos jonrones en marzo de 2005, y cinco años después en este tercer mes del año, se ubicó entre los mayores jonrones al batear su número 89, dejando en el camino al santeño Roberto Domínguez.

A propósito del “majagüero” santeño, éste empató la marca de la mayor cantidad de vuelacercas en el béisbol mayor, el 20 de marzo de 1985 en el legendario Olmedo Solé de Las Tablas.

Efectivamente, en esa fecha llegó a los 40 jonrones en su carrera y empató al herrerano Azael Domínguez, quien hasta ese momento era el mayor jonronero en la historia de este deporte.

Otras figuras en el ruedo

Otras dos figuras de gran relieve fueron Manuel Rodríguez, de Herrera, y Freddy Herrera, de Los Santos.

El 17 de marzo de 1994, Rodríguez se convirtió en el máximo bateador de vuelacercas al sacudir su jonrón número 89, frente a los envíos del derecho Bienvenido Cedeño en el estadio Kenny Serracín de David.

Manuel Rodríguez siguió escribiendo su historia, cuando tres años después se ubicó entre los peloteros con 500 o más imparables.

Freddy Herrera, entre tanto, firmó su nombre en dos singulares listas, debido a que pocos han logrado estos objetivos. El 6 de marzo de 2012 bateó su incogible 600 y dos años después agregó otros cien imparables, en hechos consumados en el estadio Omar Torrijos de su natal Veraguas.

Manuel Rodríguez

Finalmente, hay peloteros que obligadamente hay que mencionar, porque lanzaron partidos “sin hits y sin carreras” en esta época del año.

Allí están los chiricanos Bolívar Miranda (1961) y Josimar Cubillas (2012), y los herreranos Manuel “Peluco” González (1967), Manuel Castillo (1963), Bolívar Olave (1979) y Ramón Ramírez (2002).

Asimismo, los capitalinos Roberto Pate (1961) y Wilfrido Córdoba (1981), y el darienita Máximo Sánchez (1987).

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