Johan Cruyff y su Naranja Mecánica

H olanda sorprendió al mundo del fútbol en la Copa del Mundo de 1974 celebrada en Alemania Federal.

De la mano de Johan Cruyff, quien se estrenaba en un Mundial con 27 años, el nivel de juego desplegado por la selección tulipana marcó asombró al viejo continente con su ‘fútbol total’, donde los diez jugadores defendían y atacaban en un sólo bloque.

Y no sólo eso. La dinámica, el entendimiento entre los jugadores y la capacidad para controlar a la selección adversaria eran sobresalientes. El mejor ejemplo de ello fue en el primer partido de la segunda fase ante Argentina.

Hablar de perfección es algo muy arriesgado. Alcanzarla, si la hay, es extremadamente difícil. Pero si alguien estuvo cerca de lograrlo fue la selección holandesa de Cruyff.

Aquel 26 de junio de 1974, los europeos pasaron por encima a los sudamericanos literalmente.

Tanto así, que el único jugador de la ‘albiceleste’ que logró cruzar la mitad de la cancha fue Wolf, quien luego recibiría la felicitación por parte de Cruyff por haber logrado tal hazaña.

Finalmente el resultado fue 4-0 para la naranja mecánica con dos goles de Cruyff.

Casi sin despeinarse, ‘El Flaco’ y compañía alcanzaron la final, donde esperaba Franz Beckenbauer y su intimidante Alemania Federal.

Hasta la cita, Holanda había jugado seis partidos, de los cuales ganó cinco y empató uno, y marcó 14 goles y recibió sólo uno.

La gran final se disputó el 7 de julio en el Estadio Olímpico de Berlín, donde 75.000 espectadores fueron testigos inicio de la categoría de Holanda. Desde el pitazo inicial del juez, los tulipanes hicieron 15 pases para terminar en un penal a Cruyff. El gol lo terminó marcando Neeskens. 1-0 y Alemania no había tocado aún el balón .

Pese al gol adverso, Beckenbauer logró guió a los locales a una gran remontada 2-1 y así levantar la primera Copa del Mundo de la FIFA desde la Jules Rimet y la segunda para Ale mania .