La capacidad de tropezar con la misma piedra

Actualizado
  • 17/10/2019 23:36
Creado
  • 17/10/2019 23:36
México se presentó como una oportunidad inmejorable para cambiar la historia. Se repitió nuevamente el resultado negativo; desde el cuerpo técnico tienen que cambiar también la mirada, de lo contrario es insostenible
La capacidad de tropezar con la misma piedra

No cambió nada, Panamá ha vuelto a perder en el Azteca como lo señalaban los pronósticos, alejándose en caída libre desde la derrota 2-0 ante Bermudas, de la posibilidad de entrar en el último cupo para la hexagonal.

No se trata de ser pesimista u optimista, es una realidad que debe estar por encima del conformismo de “jugaron bien en el segundo tiempo”. Acaso Panamá no 'jugó bien' o hasta mejor, ¿el 11 de octubre de 2013 cuando perdió 2-1, o el 1 de septiembre de 2017 cuando cayó 1-0?, ambos en la eliminatoria mundialista ante México en el Azteca. En resumen se ha cosechado muy poco: tres puntos de nueve disputados en la Liga de las Naciones de la Concacaf.

Pero los sinsabores deben tener una explicación si lo que se quiere, según el argumento que se difundió, es avanzar. Para lo cual, dar el salto significó ir a la Argentina a contratar a Américo 'Tolo' Gallego. Entonces es bueno preguntarle y preguntarse después de lo visto, principalmente en el partido del martes, ¿cuánto es el tiempo que requiere el técnico argentino y sus asesores para lograr un pleno conocimiento y rendimiento de los jugadores de la Selección, antes de que los fanáticos den la espalda y enarbolen la bandera del desinterés?

Una mirada nublada

Llama la atención que en los medios de comunicación mexicanos casi todos resaltaran principalmente “que Panamá fue muy pobre en su propuesta porque salió a defenderse desde el inicio”. Aclaremos: para una selección como la panameña ni es pobre ni es un pecado ir a plantear un partido defensivo en el Azteca, es una estrategia válida, ¿había que inmolarse saliendo a atacar desmesuradamente?

Y llama la atención porque Panamá como idea pudo salir a defenderse pero no como una propuesta debidamente preparada; salir a defenderse requiere plantear un esquema defensivo correctamente preparado y, sobre todo, con los jugadores indicados para materializarlo. Allí ha fallado Gallego por testarudo o porque no está observando debidamente a los jugadores panameños ni analizando su rendimiento. Los números indican que a Panamá le han anotado 6 goles en 3 partidos, es decir un promedio de 2 goles por juego, lo cual es un reflejo de que no defiende bien.

Por ello queda la deducción que Panamá salió a ver qué pasaba en el primer tiempo, porque las posibilidades de fortalecer el sistema defensivo declinaron en un partido de tanta envergadura, cuando anunciaron que abrían con Rolando Botello y Adalberto Carrasquilla. Ambos no estaban para una faena de ese tamaño, y así rindieron el 50 por ciento el uno y el 50 por ciento el otro.

Ello devino en una amplia posibilidad de llegadas y de dominio mexicano en el medio campo donde no hubo equilibrio. México bailó a los panameños en la primera parte. Si el primer tiempo concluyo 1-1 fue más por lo que dejó de concretar México que porque se lo impidió Panamá; llegaron en muchas oportunidades al área custodiada por Luis Mejía.

Rolando es buen jugador pero desde el partido contra Bermudas en el Rommel Fernández no venía en un pico alto de rendimiento. En esa función de 5, que es la pared de la antesala a la intervención de los defensores, se requería un jugador de mayor carácter en el quite del balón y en la presencia física. Adalberto Carrasquilla ha sido una apuesta insistente de Gallego, con él abrió ante Bermudas y repitió su apuesta contra México. Es un jugador interesante de buen futuro, pero hoy seguramente como pieza de cambio aporta más que como inicialista; deambuló en el partido, estuvo impreciso, no fue la pieza de apoyo requerida para fortalecer el mediocampo, su pase filtrado para Gaby que derivó en el autogol de Salcedo (que fue principalmente un 'robo' de balón de Bárcenas), no justifica su apuesta desde el arranque.

La entrada de Ayarza cambió el monopolio del balón que tenía México, fue una muestra de desconocimiento el no haberlo incluido desde el partido contra Bermudas. Venía pidiendo pista desde los Juegos Panamericanos de Lima 2019 donde fue uno de los mejores de la selección. Quitó, empujó y hasta aportó en el ataque; si mantiene el nivel y controla un poco 'sus revoluciones' puede ser una pieza fija para el partido de vuelta. No se le puede demeritar, como lo han hecho los mexicanos, por su falta sobre Lozano. Faltó acompañarlo con un complemento idóneo para hacer un doble cinco, blindando mejor esa zona.

El regreso de un líder en el fondo

Una alternativa que se debió barajar fue la de cambiar a José Luis Rodríguez, No estaba en su día: rompía por su costado a México y lo dejaron en dos oportunidades de cara al gol, pero inexplicablemente optaba por el disparo potente al portero en lugar del golpe inteligente al arco. Al no hacer daño y como el equipo se abría al ir al ataque, permitió que se rearmara el rival e invirtiera los papeles; México terminó haciendo lo que le correspondía a Panamá, contragolpeó y acertó.

Una de las falencias que tiene el equipo es la carencia de líderes como tuvo en el periodo anterior. Por ello el regreso de Román Torres se sintió: desde el fondo trasmitió autoridad, ordenó a la defensa y mostró su recorrido asumiendo en cada momento de delicada fricción la vocería ante el árbitro salvadoreño Iván Barton. También a la altura de la cita se presentó Gaby Torres, rápido en los desplazamientos, hostigando la salida del rival y puntual. En la única que tuvo, supo citarse con el balón en un momento crítico, como lo hizo en la corrida y el disparo que terminó en el autogol del empate.

“…El próximo partido allá en Panamá, creo que lo podemos ganar” señaló el 'Tolo' Gallego, después en la conferencia de prensa. En este y en los partidos anteriores se ha creído en que se lograban resultados positivos. Esta fue una inmejorable ocasión en la que incluso el Azteca, como escenario, no metió tanta presión como las anteriores ocasiones: solo 23,000 asistentes y además era un conjunto híbrido, diferente al que nos suelen alinear.

¿Que Panamá le puede ganar a México? Sin duda. El jugador panameño tiene el biotipo y el nivel ya de roce futbolístico para alcanzarlo, falta la parte que debe aportar el técnico para alcanzarlo jugando de local. El próximo 15 de noviembre tiene que demostrar ya, que se le trajo para ganar.
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