El tablero español se redibuja después de la Supercopa

El triunfo del Madrid en la Supercopa ha dado un golpe fuerte sobre el tablero del fútbol español, pues no solo ha supuesto el retorno madridista a la 'costumbre' de alzar títulos bajo la dirección de Zidane; sino que ha precipitado la decisión administrativa del Barcelona de dar un giro rotundo cambiando de técnico, al destituir a Ernesto Valverde, como consecuencia de no haber alcanzado siquiera la final. De paso, ha instalado en el ambiente del Atlético de Madrid la sensación de que Diego Simeone los seguirá manteniendo como coprotagonistas porque el techo a romper, que supone el vencer al Madrid, sigue estando fortificado.

El fútbol profesional español, instalado en la élite europea y mundial, principalmente por el protagonismo del Real Madrid y el Barcelona, en el pasado y en el presente, se ha visto apocado por el fútbol inglés con la irrupción del Liverpool dirigido por el entrenador alemán Jürgen Klopp, que se ha impuesto con un fútbol eficaz y atractivo, como por la pérdida del duelo mediático Messi-Cristiano, que no ha encontrado remplazante para el portugués desde que se marchara a la liga italiana en el 2018, restándole 'picante' al cara-cara de quién de los dos era mejor, toda vez que se cruzaban en un choque liguero. Al fútbol español le urge recuperar trascendencia.

Para ratificar el hecho del inestable piso en el que se mueve diariamente el fútbol, entre 'cielo e infierno' o en otros términos, entre el aplauso y el despido, el emblemático exjugador y actual laureado técnico del Real Madrid, Zinedine Zidane, estaba hace cuatro meses y medio al borde de la destitución debido a que, después de seis meses desde su regreso al banquillo 'merengue' (11 de marzo de 2019), no cohesionaba a un Madrid que seguía dando tumbos. La caída estrepitosa 3-0 ante el Paris Saint German, en París, en la fase de grupos de la Champions League, el 18 de septiembre de 2019, parecía el punto de inflexión para ser devorado como los dos entrenadores anteriores (Julen Lopetegui y Santiago Solari), por la misma inestabilidad.

Ante las complicaciones de traerle al jugador que era su mayor exigencia, el francés Paul Pogba (actualmente en el Manchester United), Zidane encontró las soluciones que lo llevaron a ubicarse nuevamente en la disputa por el primer lugar de la Liga Española. Le planteó al Barcelona FC, en el último clásico, un juego que superó en tramos al conjuntó 'culé' y trajo de Yeda, Arabia Saudita, la Supercopa de España 2019-20, al vencer en la definición por los penales 4-1 al Atlético de Madrid, en el estadio King Abdullah Sports City.

Una remontada de nivel gestionada principalmente manteniendo la columna vertebral del equipo, pero inclinándose decididamente en la portería por Courtois, encontrando a un Benzema en racha con el gol, a Mendyc como alternativa en defensa, a los jóvenes brasileños Vinicius y Rodrygo Goes para desquilibrar en el ataque, y sobre todo a Federico Valverde, el uruguayo que es su apuesta titular y ganadora. Ideal para hacer dupla con Casemiro en la zona de protección del medio campo. Hoy Zidane es nuevamente indiscutido en el Real Madrid.

Al Barcelona, la eliminación en la semifinal de la Supercopa por el Atlético de Madrid, le rompió el dique de espera de la directiva del club que mantenía a Ernesto Valverde. El ex entrenador catalán consiguió dos Ligas, una Copa del Rey y una Supercopa de España, es sus casi tres temporadas al frente, y lo deja en el primer lugar de la Liga con el Real Madrid, pero la ausencia de títulos internacionales, en especial la Champions League, terminaron por darle el empujón final.

Valverde no logró convencer plenamente con su estilo de juego a la afición catalana. Atados en su ideal del Barcelona que concibiera en el pasado Johan Cruyff, que exhibió en su juego y títulos la época dorada con Pep Guardiola, a Ernesto Valverde se le comenzó a cuestionar después de que el Barcelona hubiese sido eliminado por la Roma en los cuartos de final en la Champions League 2017-2018, y entró en 'zona de turbulencia' el año pasado al ser eliminado por el Liverpool 4-0, en Londres, después de llegar con una ventaja de 3-0 obtenida en el Camp Nou, Barcelona.

Aunque no se esperaba todavía la destitución de Valverde, el Barcelona es líder de la Liga desde hace nueve jornadas, es el equipo más goleador del torneo y tiene buen paso en la Champions League, pero también era conocida la exploración que venía haciendo el club para encontrarle un remplazante según el paladar futbolístico catalán.

La designación de Quique Setién, entrenador cántabro, quien ha dirigido en primera división a Las Palmas y al Betis y es un confeso admirador de la escuela dejada por Johan Cruyff, promete según sus palabras regresar al Barcelona al fútbol de posesión dominante que demostraba anteriormente. Setién amante del ajedrez, deporte que considera esencial para concebir sus estrategias, inicia este domingo su periplo ante el Granada, en el Camp Nou. Si se cumple esa antigua sentencia del fútbol: “técnico nuevo gana”, su primer encuentro no sería el escollo, lo que sigue es el verdadero desafío con Messi y un equipo rutilante de jugadores, que deben enamorar de nuevo a Europa.

Por último de los tres técnicos que han sido 'tocados' por la Supercopa de España, no deja de escaparse el entrenador argentino Diego Pablo Simeone. Es indiscutible y meritorio lo que ha hecho Simeone al mando del Atlético Madrid desde que asumió hace ocho años la dirección técnica.

El conjunto 'colchonero' andaba a la baja y lo regresó a disputarle al Madrid y al Barcelona los torneos nacionales e internacionales, alcanzando diez finales de las que ganó seis: Europa League (2012), Supercopa de Europa (1012), Copa del Rey (2013), Supercopa de España (2014), Europa Legue (2018), Supercopa de Europa 2018).

Perdió cuatro, la Supercopa de España 2013 contra el Barcelona, y ahora la versión de la Supercopa de España 2019-2020 ante el Madrid, aunque los ha vencido en tres finales anteriores; cayó dos veces en la competición más significativa, la Champions League: en Lisboa 2014 y Milán 2016. El Madrid es el equipo al que más le ha costado torcerle el brazo en las finales. Le plantea partidos complicados, cerrados, pero no encuentra todavía la fórmula para inclinar la estadística a su favor.

Las Supercopa a Zidane le ha extendido el crédito, a Simeone le cuestionó su método, y a Setién la oportunidad de llegar al Barcelona al que según palabras de sus allegados: “hubiese ido gratis”. Los compromisos de la Champions League y los clásicos que se vienen, volverá a mover el termómetro hacia los extremos, con nuevas consecuencias.