Cuando la pasión por el fútbol traspasa límites

Actualizado
  • 09/06/2020 00:00
Creado
  • 09/06/2020 00:00
'El rey de los deportes' genera emociones que en ocasiones causan daño. Aquí algunos de los hechos de violencia en la historia, vinculados al juego que regularmente es disfrutado de buena manera

¡Fútbol, fútbol, fútbol! El rey de los deportes. La pasión por el fútbol es un sentimiento que no tiene género ni clase social ni restricción alguna. Lágrimas, gritos, risas, riñas, son solo algunas de sus manifestaciones, que en ocasiones llega al exabrupto. Uno de los hechos más crudos de la violencia ligada a la pasión por el fútbol se vivió en Colombia.

“Llegando a Bogotá, la azafata me detiene para hablar conmigo porque tenía que darme una noticia... Me dice que era un compañero. Aún estoy tieso para hablar del tema... Yo pensaba en la lista de compañeros que acostumbraban a salir... Cuando me dicen que era Andrés, me dio más duro porque él no salía. Pasa el tiempo y a mí no se me va a olvidar nunca”, relató a Fox Sport el exjugador colombiano Carlos Valderrama el “Pibe”, cuando supo de la triste noticia. La azafata le anunciaba el asesinato de Andrés Escobar.

Fue en 1994, luego del mundial en Estados Unidos. El combinado colombiano se enfrentaba a los estadounidenses. Intentando despejar un ataque de Estados Unidos, Escobar, conocido con el apodo de “El caballero del fútbol”, por su carácter sereno dentro y fuera de la cancha, cometió un autogol. La derrota dejó a Colombia fuera del torneo.

Diez días después, Escobar regresó a su país y el 2 de julio en el estacionamiento de una discoteca de Medellín, tras recibir agresión verbal por el autogol por dos sujetos vinculados al paramilitarismo y el narcotráfico colombiano, de seis tiros a su cabeza, fallece.

“Independientemente de todas las versiones que se han dado, a Andrés lo mataron por el autogol. Ahí no hay otro motivo, porque él no tenía problemas con nadie. Era una persona que jamás llegó a conocer un arma en su vida... Pensamos que fue gente que perdió dinero, vieron a Andrés y reaccionaron de esta manera. El único culpable no fue el que disparó...”, aseguraron sus familiares a medios colombianos.

La pasión por el fútbol ha generado amenazas de muerte contra los jugadores. Aunque recibió el apoyo de sus compañeros de equipo después de errar un penal frente a Chile en los cuartos de final de la Copa América (2019), el futbolista, también colombiano, William Tesillo fue blanco de amenazas, a través de las redes sociales. “Espero que te pase como a Escobar”, dice uno de los mensajes.

Cuando de pasión por “el rey de los deportes” se trata, pocos se escapan. Árbitros, jugadores y fanáticos han sido actores de actos violentos.

En 2016, en cuartos de final de la Copa Libertadores, “en el partido entre Atlético Nacional, de Colombia, y Rosario Central, de Argentina, Orlando Berrido anotó un gol y festejó en la cara de Sebastián Sosa. La acción de burla del jugador colombiano hizo que se armara una pelea entre los jugadores y cuerpo técnico”, recoge el medio Milenio.

Uno de los hechos más crudos de la violencia ligada a la pasión por el fútbol se vivió en Colombia.

Y qué decir de los encuentros entre el Real Madrid y el Barcelona, motivo regularmente de peleas, discusiones y polémicas.

Dentro del terreno de juego pasa lo mismo. “Durante la época en la que José Mourinho y Pep Guardiola dirigían a los dos equipos más grandes de España, las peleas eran algo común. Durante un encuentro, donde el Barça fue superior al Madrid (5-0), hubo dos peleas muy recordadas. La primera fue entre Cristiano Ronaldo y Pep Guardiola; todo empezó cuando el técnico catalán cometió un acto de antifútbol y le escondió la pelota al astro luso durante un saque de banda. El delantero reaccionó y empujó al estratega desatando una pelea”, según se lee en el Milenio.

La segunda pelea fue sobre la recta final del encuentro, un clásico dentro de los clásicos, una pelea entre Sergio y Messi. Una falta del de Camas, Sevilla, sobre el crack argentino provocó su expulsión y una pelea que vio involucrado hasta al cuerpo técnico.

Estos son solo algunos de los ejemplos de acciones agitadas que surgen en torno a la pasión por el fútbol. Sin embargo, no siempre la pasión deja malos ratos. Se podría decir que son más los buenos y gratos momentos que los no gratos, los cuales, aun así, deben evitarse.

Raúl Barragán empezó su fanatismo en 2007 “especialmente por el Club de Argentina Boca Juniors”.

“En 2019, a mediados de abril, viajé a Colombia para ver el partido en vivo y fue una experiencia inolvidable. También nos reuníamos para ver los partidos y hacer asado o en restaurante”; su pasión por el fútbol no solo lo lleva a disfrutar de este deporte, sino también a realizar acciones solidarias.

“Hemos ayudado a personas que juegan y no tienen los implementos necesarios como guantes, balón...”, dice Barragán.

La pasión que siente un aficionado o hincha del fútbol no solo se relaciona con el deporte, sino también con aspectos culturales, sociológicos y psicológicos de cada individuo. El valor está en sacar sano provecho del poder o efecto de las fuertes emociones y sentimientos que solo puede provocar el fútbol. Por algo es el “rey de los deportes”.

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