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Álvaro Vargas: 'Tauro es hoy un equipo autosuficiente'
- 24/05/2023 00:00

Al comenzar la primera división del fútbol panameño en 1988, el Tauro F.C. fue vital para darle atractivo competitivo al torneo, al considerarlo la afición “una selección nacional” por la calidad y el renombre de los jugadores que poseía.
El Tauro fue igualmente fundamental para la existencia del evento, porque su presidente Giancarlo Gronchi fungió también como el principal jerarca de la organización a cargo del torneo (Anaprof), asumiendo el rol con una responsabilidad sorprendente al sostener económicamente el campeonato, ante la huida del principal patrocinador, sin importar que al final su equipo no se metiera en los primeros puestos.
Había una visión clara, al año siguiente (1989) ganarían su primer título. Han pasado 35 años desde el inicio de la primera división, con cambios significativos en su conformación, estructura, organización y nombre, pero el Tauro F.C. ha mantenido su protagonismo incuestionable: 16 títulos en la competición masculina, 3 títulos en la liga femenina.
Este sábado en el estadio Rommel Fernández (7:00 p.m.), buscará el título del Torneo Apertura 2023. Para alcanzar su anhelada estrella decimoséptima deberá superar al CAI (Club Atlético Independiente), actual monarca de la LPF (Liga Panameña de Fútbol).

Quien ejerce la presidencia del club es Álvaro Vargas, un ingeniero de sistemas, con maestría en administración de empresas, que ve la clave de los éxitos del Tauro en: “Uno, buscar siempre ganar, buscamos la forma (creo que esa es la palabra) de conjuntar o armar equipos muy competitivos; un poco más allá hay un tema de valores en la institución. Somos un equipo pro futbolistas cien por ciento y eso se le transmite a cada una de las personas que forman parte de la institución, y también lo que significa portar la camiseta del equipo.
Tauro es un equipo que busca siempre ser honesto en todos los aspectos, un equipo íntegro, partiendo de allí tiene un camino más claro. Y así hemos obtenido los resultados que muchas veces nos hemos trazado, que han sido lograr títulos para la institución”.
Álvaro Vargas llegó a los Toros de Pedregal a través de “un gran amigo, Enzo Bruno, directivo del club, quien me invita por allá en el año 2010 a reuniones y a involucrarme. Fui vicepresidente de 2014 a 2017, con Robert Zauner al mando, soy presidente desde el año 2017”.

Durante su período al frente del club ha visto coronarse campeón al Tauro en cuatro ocasiones en la liga masculina LPF y empoderar al Tauro femenino como referente de la LFF (Liga Femenina de Fútbol), quedando subcampeonas en 2019 y 2020, estableciendo una supremacía como campeonas desde 2021 con tres títulos consecutivos. Su satisfacción es elocuente al respecto. “Es una de nuestras grandes alegrías, el equipo femenino es un orgullo. En la última convocatoria de la selección, 14 de las 20 jugadoras habían estado con nosotros de alguna forma o siguen con nosotros. Muy contentos, seguramente va a crecer mucho más el fútbol femenino en este país. Orgullosos de ayudar y ser parte de lo que vive el país hoy por el fútbol femenino, en donde vamos a participar en nuestro primer mundial”, señala.
Le resta valor a un mandato individual y le suma méritos al trabajo colectivo, “en el club mantenemos una dirigencia muy horizontal, el club es una gran cantidad de gente que trabaja día a día, Gianpaolo Gronchi, Carlos 'Chicho' Martans, Zauner, entre otros, mucha gente. Ha sido un andar con todos ellos en la parte administrativa, en la parte técnica con los jugadores, en general una gestión positiva, complicada también, con altibajos, pero una gestión enriquecedora en la cual sentimos haber logrado objetivos deportivos importantes”.
El Tauro busca hacer crecer el prestigio que ha ganado en el fútbol de Centroamérica, aunque para lograrlo Vargas sabe que tienen que superar limitaciones que no afrontan algunos clubes de países vecinos con mejores condiciones, “tenemos todavía carencias a nivel local importantes como club; liga; como federación; a nivel de infraestructura sobre todo por no poder organizar los eventos de la forma que se deben organizar, y cuando digo los eventos me refiero a los partidos.
El club está en un proceso de construcción de su estadio, eso va a marcar un antes y un después, esto nos permitirá mostrar el fútbol como debe ser, crear más cosas, lograr mayor identidad. Por ejemplo, entrenar de una forma diferente, nosotros entrenamos y compartimos sitio de entrenamiento con un montón de equipos; el estadio va a ser un paso importante en la preparación de los equipos, y de un sinnúmero de cosas.
El competir con los equipos de Centroamérica, como me preguntas, estamos allí, lo hemos hecho, hace poco fuimos incluidos entre los 16 mejores equipos de la Concacaf, en el nuevo formato de la Liga de Campeones de la Concacaf, y estaban los grandes: cuatro o cinco equipos mexicanos, cuatro o cinco equipos de la MLS, los equipos de Canadá y los cinco mejores de Centroamérica, y entre esos estábamos nosotros, así que estamos allí.
Competir con los equipos mexicanos y los equipos de la MLS de tú a tú es muy difícil porque están un paso arriba. Los grandes equipos de Centroamérica, llámese Saprissa, la Liga Deportiva Alajuelense, los de Honduras, han podido dar un golpe sobre la mesa porque hay realidades económicas importantes y eso no lo podemos obviar. Apostamos a ser de los mejores equipos de la región, allá queremos llegar”.
Con el objetivo de tener estadio propio ha encontrado dificultades que le han retrasado, aunque Vargas apunta a tiempos cercanos para materializarlo: “hay un tema burocrático, de construcción, de un sinnúmero de cosas que hemos sorteado durante los últimos meses. Estamos en la fase de preparación del terreno, esperábamos tenerlo para finales de este año, cosa que va a ser imposible porque los tiempos se complicaron en muchos aspectos, pero esperamos que para diciembre de 2024 el estadio esté construido en su totalidad”.
Resalta que ha practicado durante su vida varios deportes, aunque un hecho le marcaría con el fútbol; lo cuenta como anécdota. “Yo estudié en Monterrey, México. Cuando estaba allá (1990) había un panameño que jugaba en México en el Correcaminos de Tamaulipas, y un amigo panameño que estaba en la universidad me dice: “Álvaro, este fin de semana viene al estadio Tecnológico a jugar contra el Monterrey el panameño Víctor Mendieta con el Correcaminos”.
Entonces ese día nos fuimos al estadio a ver a René muy orgullosos; el ambiente que había en el estadio Tecnológico era especial. Me abrazó ese ambiente, era una fiesta ir al estadio. Desde ese momento cada 15 días cuando los Rayados (Monterrey) jugaban de locales, buscaba guardar dinero para comprar mi boleto, en una localidad muy sencilla.
Allí nació mi deseo porque aquí en Panamá pudiéramos replicar cosas como esas, que la gente sintiera ese amor por ir todos los fines de semana al estadio, a esa fiesta que aquí solo se vive cuando juega solamente la selección; que bonito es ser hincha de un equipo. Tuvo que ver mucho la figura de René Mendieta, en ese entonces, y me volví una persona a la que le encanta ir a un estadio de fútbol; el sentir del hincha por un equipo creo que inclusive es más fuerte que por el de una selección nacional”.
Sin embargo, prioriza que hoy su corazón se inclina hacia un solo lado, “yo vivo y sufro por la LPF (Liga Panameña de Fútbol), no sigo ni siquiera la Champions League, me gustan mucho los deportes, baloncesto, el golf, etc., pero a nivel de fútbol solo veo LPF o generalmente veo LPF, mi equipo es el Tauro, ningún otro, solamente Tauro”.
Metido como está de lleno en el fútbol nacional, le requerimos sobre si el fútbol es una buena inversión hoy en Panamá, y afirma sin titubeo: “No, todavía no”.
Ante su respuesta salta la obligatoria pregunta sobre si los números económicos del Tauro están en rojo o en negro, él se explaya: “creo que, por esa gestión deportiva ganadora, en el Tauro hemos podido aliarnos con socios estratégicos importantes como son nuestros patrocinadores que han estado durante muchos años; unos han salido, otros continúan, que es la gran mayoría. El club ha manejado esa relación en forma muy responsable y eso nos ha permitido ser un equipo autosuficiente. Tauro es hoy un equipo autosuficiente, que cubre sus gastos, que se mide en sus contrataciones; a pesar de que conformamos equipos sólidos, sabemos hasta dónde llegar, manteniendo los números en negro.
Hace muchos años la gestión del club ha estado en números en negro, la hemos llevado con mucho cuidado, manteniendo esos socios estratégicos. No es una gestión que genera algún tipo de utilidad, pero hoy tampoco genera pérdidas”.
El título 17 lo está palpitando la hinchada Albinegra, ¿lo siente cerca o el partido final con el CAI lo considera que está 50-50? Hace una pausa, “no sé cómo responderte, nosotros aspiramos a ser campeones, esperamos que así sea. Tauro es un equipo que está comprometido, que viene de menos a más, que pasó por un bajón importante, pero que hemos salido adelante y creemos firmemente que vamos a lograr la estrella diecisiete”.
Pasa el tiempo, para Tauro el espíritu inculcado desde su fundación sigue vigente.