Tauro y Plaza, una rivalidad que no pierde vigencia

Con un nuevo enfrentamiento en el estadio Rommel Fernández, Tauro y Plaza Amador refrescan este sábado el ya largo historial del llamado clásico nacional del fútbol panameño.

Un desafío deportivo que tuvo de fecha de bautizo el 26 de febrero de 1988, y como hecho relevante el de marcar el punto de partida de una liga que se convertiría en el torneo referente de la primera división del fútbol panameño, auspiciado por la Anaprof (Asociación Nacional Pro Fútbol); se nombraría a su primer campeonato Copa Bayer. Tiempo después se transformaría por su crecimiento y regularidad en LPF (Liga Panameña de Fútbol), nombre con el que se le denomina en la actualidad.

Aquella noche de esperada emotividad por las perspectivas a futuro que se habían hecho los ilusorios promotores en los meses y días previos, estuvo también ambientada en una atmósfera de intranquilidad e inestabilidad nacional al destituirse ese día a Eric Arturo Delvalle como presidente de la República, nombrándose provisionalmente a Manuel Solís Palma, en un estado de excepción que incluyó el cierre inmediato de algunos medios de comunicación.

El Plaza Amador y el Tauro ofrecieron al público entusiasta que asistió al entonces llamado estadio Revolución, un partido emotivo con pasajes de intensidad. Carlos 'Buco' Maldonado anotaría el primer gol, dando la ventaja inicial a los denominados Toros de Pedregal, estampando de paso su nombre en la historia. Virgilio Reed asumiría con su gol la respuesta ofensiva placina, emparejando el partido 1-1.

Un resultado que no se alteró, quedando un vivo recordatorio entre ambos como una contienda de extrema rivalidad y esperada competitividad. La estela de país de inmigración se reflejó, entre otros aspectos, en las diversas nacionalidades de los dirigentes deportivos, como las de los dos entrenadores que figuraron esa noche. El uruguayo Miguel Mansilla, dirigió al Tauro, y el colombiano Carlos Collazos lo hizo con el Plaza Amador.

Se esperaba que los dos equipos fueran los protagonistas de aquel torneo, pero el Tauro no alcanzó a meterse en la final; a ella sí llegaron los placinos, para derrotar 4-3 al desaparecido Club Deportivo La Previsora, convirtiéndose el Plaza Amador en el primer campeón del fútbol nacional de la primera división masculina.

Las dificultades en el entorno complicaron el andar del evento, pero no lograron hacerlo naufragar. El Tauro respondería al año siguiente, 1989, obteniendo su primer título; desde ese momento fueron replicando sus conquistas para convertirse estadísticamente en el club más ganador del fútbol panameño con 16 campeonatos obtenidos en la rama masculina y 3 en la liga femenina.

Fundado el 22 de septiembre de 1984, por el empresario y dirigente de origen italiano Giancarlo Gronchi, el Tauro F.C. dio muestras desde sus inicios de una seria y atrevida gestión que incluyó la contratación en sus filas de los jugadores de más alto perfil que se destacaban en el fútbol local. El último título, cuyo trofeo reposa en sus vitrinas, aconteció en el torneo Clausura 2021, al derrotar en la final 3-0 a Herrera FC.

Plaza Amador ha sido más intermitente en sus conquistas, alcanzando hasta ahora 7 campeonatos. Su rica historia de barrio, de gestor de jugadores, que data del 7 de abril de 1955 (68 años) cuando León 'Cocoliso' Tejada lo fundó, logrando títulos en la Liga Distritorial de Fútbol, la Copa JVC, aunado a su espíritu aguerrido, lo convirtieron en un club con un amplio arraigo entre la afición panameña, lo cual quedó reafirmado por su última conquista, el Torneo Apertura 2021, al vencer 2-1 al CD Universitario en Penonomé. El desborde de alegría popular que le precedió en la capital, en tiempos activos de covid-19, fue una fotografía irrefutable de su popularidad como eco de su lema “El equipo del pueblo”.

La cita más reciente del clásico nacional la tuvieron el Plaza Amador y el Tauro el pasado 4 de febrero, en la cuarta jornada del Torneo Apertura 2023. Fue un triunfo por 2-1 para los albinegros con un gol del novel jugador Irving Gudiño que marcó la diferencia. Un resultado que en los 137 partidos registrados entre ambos clubes aumentó la cifra de victorias para el Tauro con 56, dejando a los placinos con 40 triunfos, en un global que incluye igualmente 41 empates.

El encuentro dejó un halo de posible revancha entre los dos entrenadores que lo disputaron, el técnico venezolano Francisco Perlo como timonel del Tauro y su homólogo venezolano-uruguayo Saúl Maldonado al mando del Plaza Amador. Los dos tienen en su currículo el haber alcanzado anteriormente con diferentes equipos nacionales dos títulos en la LPF; Perlo con el CAI (2019 y 2020) y Maldonado con el Tauro (2018 y 2019).

Pero el que será el segundo clásico del año no tendrá ese “picante” extra en el ambiente, debido a que Saúl Maldonado no estará presente en el banquillo de los leones. El lunes se dio a conocer oficialmente que Maldonado había renunciado al Plaza Amador; se supone que el detonante fue la derrota placina 1-2 ante el Alianza, el sábado pasado, reflejando un flojo rendimiento.

Aunque el Tauro llega también con saldo negativo, al perder 0-2 en la última fecha frente a los Potros del Oeste, su ubicación en la tabla de posiciones en la conferencia este, que integran ambos, los mantiene de segundos con 19 puntos, mientras el Plaza se posiciona en el último lugar con 16 puntos a 8 puntos del líder, el Sporting de San Miguelito con 24 puntos.

En el juego de estrategias y tácticas, Perlo se verá la cara con Ameth De León, entrenador del Plaza para la Liga PROM (segunda división), quien ejercerá como técnico interino en el clásico. A nivel de experiencia Perlo tiene más de dos cuerpos de ventaja sobre De León, sin embargo, este tipo de partidos que se han ganado el atributo de calificarse como clásicos, suelen disputarse con una entrega y determinación particular, aparte del momento crítico o positivo por el que atraviesa cualquiera de los dos contrincantes.

A las 4:00 p.m. está programado el puntapié inicial; se espera que el juego responda a las expectativas que ha seguido despertando desde que lo hicieran por primera vez.

Los dos cuentan con jugadores de calidad y promesas a futuro para ofrecer un atractivo y leal duelo deportivo, colaborando con ello al crecimiento del fútbol nacional que ha dado pasos significativos, aunque todavía dista de alcanzar el pleno profesionalismo y que se despierten más rivalidades entre clubes participantes, o mayor interés que un Tauro-Plaza, según se quiera ver.