Dudas en el Roberto Durán

Actualizado
  • 20/04/2009 02:00
Creado
  • 20/04/2009 02:00
PANAMÁ. Como en cualquier construcción, el olor del cemento y la arena impregnan los alrededores de la arena Roberto “Mano de Piedra” D...

PANAMÁ. Como en cualquier construcción, el olor del cemento y la arena impregnan los alrededores de la arena Roberto “Mano de Piedra” Durán.

Los abnegados obreros, con carretillas en mano, tratan de minimizar el tiempo en cualquier tarea delegada por los arquitectos.

Y es que hasta los jefes del proyecto no se pueden dar el lujo de malgastar los preciados minutos en órdenes subjetivamente banales.

Bajo la dirigencia de Pandeportes, el ambicioso proyecto debe estar listo para el 30 de abril, cuando Celestino “Pelenchín” Caballero defienda sus títulos de la AMB y FIB (122 libras) ante el sudáfricano Jeffrey Mathebula.

“Adentro está bastante avanzado, pero la estructura exterior se ve verde todavía”, expresa el guardia de seguridad del turno nocturno, quien a las 10 de la noche, todavía tiene dos horas más de vigilia.

“Aquí los turnos comienzan casi desde las 6:00 de la mañana, y entre varias rotaciones, las jornadas terminan un poco antes de la medianoche”.

El garante de la protección confiesa que todavía hay muchos detalles que concluir, y que pareciera que el tiempo no tendrá clemencia con la obra.

Un terreno lodoso y repleto de hojas de zinc justo en la entrada del coliseo y que tendrían que ser los estacionamientos antes del 30 de abril, respaldan la teoría del seguridad.

Tierra levantada, tuberías al descubierto y pinturas descacarilladas son otros de los elementos que ayudan a especular sobre un nuevo fracaso en las planificaciones de obras de la dirigencia deportiva panameña.

INTERIORES INCÓGNITOS

A pesar de ser una obra estatal, la hermeticidad con la que se cubren los trabajos llaman la atención inmediatamente.

En la semana, La Estrella trató de ingresar, de manera ineficaz, al interior de la arena, para verificar el desarrollo de los trabajos.

“Hemos recibido órdenes de no dejar entrar a nadie”, avisó el seguridad apenas cruzamos la cerca que circunvala la construcción.

“Si quieren hablar con uno de los obreros, tienen que esperar que uno de ellos baje”, agregó.

Pero lo visto en el exterior bastó para confirmar que todavía falta mucho para la culminación de la obra, y que, lamentablemente, cayó víctima de la situación de atraso e ineficacia que abunda en la nueva ciudad deportiva.

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