Robo de Ellsbury, entre los mejores momentos del 09

Actualizado
  • 26/12/2009 01:00
Creado
  • 26/12/2009 01:00
PANAMÁ. Más de 37 mil almas colmaban todos los espacios del Fenway Park para ver la definición de la primera serie de tres juegos entre ...

PANAMÁ. Más de 37 mil almas colmaban todos los espacios del Fenway Park para ver la definición de la primera serie de tres juegos entre los máximos rivales de las Grandes Ligas, los Red Sox de Boston contra los Yankees de Nueva York.

Los dos primeros compromisos se habían inclinado para los locales, pero los neoyorquinos no daban una pelea fácil en el desenlace y mantenían un empate a una carrera hasta el cuarto episodio.

En la parte baja del quinto, los patirrojos llenaron las bases, y con J.D. Drew en el plato, la adrenalina engulló a Jacoby Ellsbury, quien en un impulso repentino, decidió robarse el home.

En el montículo, el veterano Andy Pettitte mantenía una cuenta de una bola sin strikes a Drew, cuando en la mecánica de apenas su segundo envío al bateador izquierdo, vio de reojo un uniforme blanco que velozmente trataba de superar su lanzamiento.

“Lo vi y traté de apurarme”, comentó Pettitte luego del juego. “Por un momento pensé que lo podríamos sacar. Obviamente, no fue así. Es muy rápido”.

Y es que Ellsbury, a pesar de perder el balance a medio metro del plato, se zambulló exitosamente ante un desesperado Jorge Posada, quien lo tocó con la pelota en el guante solo centésimas tarde.

“Observé que la mecánica de Pettitte no era la más rápida, y estaba seguro que podía superarla”, dijo Ellsbury luego de su arriesgada jugada. “De no lograrlo, se convierte en uno de los peores errores, pero yo sabía que lo iba a hacer”.

PERFECCIÓN DE BUERHLE

Un largo batazo de Gabe Kapler, de los Rays de Tampa Bay, en el noveno episodio ponía en riesgo el juego perfecto de Mark Buehrle, de los Sox de Chicago.

El jardinero Dewayne Wise, quien había entrado en el mismísimo último capítulo, se elevó contra la barda y logró poner afuera a Kapler.

Un ponche y un fácil roletazo después, el zurdo conseguía el décimo octavo juego perfecto en la historia de las mayores.

En su siguiente salida, Buerhle lanzó de forma inmaculada durante 5.2 episodios, para establecer el récord de las mayores en más bateadores despachados de forma consecutiva, con 45 (incluyendo antes de su juego perfecto).

“TRI-CICLOS” HISTÓRICOS

Conectar un triple es una de las jugadas más difíciles de ver en cualquier juego profesional de béisbol. Acompañarlo con un sencillo, un doble y un jonrón es una rara extravagancia.

En el 2008, solo cuatro jugadores lograron cumplir el ciclo, a diferencia de la pasada campaña, la que estuvo plagada de estas proezas.

Más destacado aún fue que en el primer mes, y en tan solo cinco días, tres jugadores batearon para el ciclo. Orlando Hudson, de los Dodgers de Los Ángeles; Ian Kinsler, de los Rangers de Texas; y Jason Kubel, de los Twins de Minnesota marcaron los cuatro batazos en un mismo partido.

En agosto, Melky Cabrera, de los Yankees de Nueva York; Troy Tulowitzki, de los Rockies de Colorado; y Felix Pie, de los Orioles de Baltimore completaron el segundo trío en solo un mes.

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