Panamá carece de una política deportiva única

Tomando como base los últimos cuatro presidentes de Panamá, Mireya Moscoso, 1999-2004; Martín Torrijos, 2004-2009; Ricardo Martinelli, 2009-2014; y ahora Juan Carlos Varela, que inició su mandato desde el 1º de julio 2014 hasta en 30 de junio del 2019, han tenido un denominador común, y es la de presentar un segmento deportivo en su Plan de Gobierno, que ha terminado en ‘palabras que se llevan el viento’, porque no existe un Sistema o Plan Nacional de Deportes y Recreación que funciona como un relevo de mando para la continuidad de un progreso deportivo. Esto obedece a que quien dirige Pandeportes es el producto de una designación estrictamente política.

Así cada Director, inclusive nombrado en el mismo periodo de un gobierno, asume el mando con aquello de ‘cada maestro y su séquito vienen con su propio librito debajo del brazo’, y repite lo mismo. Sustento: pese a que se supone que al inicio del año todas las federaciones / asociaciones deportivas, presentaron su plan de actividades que en su casi totalidad son torneos internacionales, para ser incluidas en el presupuesto de la Institución, se presentan con un listado inclusive de nuevas necesidades, al ‘nuevo cacique’ que los recibe, ignorando que ya existía. Vemos que Roberto ‘Bob’Arango está en esta etapa, sin aún iniciar un análisis del estado actual de Pandeportes.

En parte del Punto 10° de su Plan de Gobierno 2014-2019, (Deporte al Alcance de Todos), JCV señala: ‘ además de la creación de una Secretaría Nacional de Deportes, para elevar el deporte panameño el sitio que se merece’; hace un llamado a la ‘creación de un gran diálogo nacional para el desarrollo deportivo abierto, y la participación de todos los actores interesados en la elaboración de las políticas públicas en materia deportiva’. Aunque sobre el papel suena bien, en el plano de la realidad, un ‘open house’ deportivo, en mi opinión, es algo así como poner ‘la carreta delante del buey’, por ser las designaciones en los cargos de mando en Pandeportes producto del ‘dedo político’, y algunas según mis pesquisas, no fueron hechos por el DG ‘Bob’ Arango, y cada cual impondrá sus ideas.

Ya comenzaron a sonar, repito, según mis pesquisas, los primeros ‘tambores de guerra interna’, por no estar definido en algunos casos el principio de autoridad. Comienzo por señalar, que crear una Secretaría o lo que la quieran llamar, en una Institución cuya función primordial es la de orientar y fomentar las actividades deportivas en el territorio nacional, la Dirección Técnica de Deportes y Recreación es o debe ser, la columna vertebral que hace funcionar la maquinaria deportiva. Debe estar bien claro y definido que debe haber un solo Director, y no un cogobierno. Si por primera vez se ha creado una Sub-Dirección Técnica, las funciones del ocupante, deben estar bien definidas para impedir excesos, entendiendo que el jefe es el Director Técnico de Deportes.

Para ello debe haber un manual con las funciones , y que en estos momentos el Director es Eric Holland. Otro detalle importante, es que un mismo funcionario no debe estar ejerciendo más de un cargo al mismo tiempo. Por ejemplo, un jefe de departamento debe atender como debe ser, todas las funciones de ese cargo, y no a la vez ser entrenador de una disciplina deportiva, ausentándose con frecuencia para acompañar a atletas a torneos internacionales. Aún peor, desempeñándose simultáneamente como atleta y recibiendo apoyo económico. Hay que poner orden en la casa, y esta tarea debe ser prioritaria para el nuevo DG.

Si Javier Tejeira logró estabilizar la Institución durante sus dos años como DG, fue porque estuvo acompañado de un asesor idóneo en conocimientos del manejo técnico del deporte, que solventó el gran vacío en la DT de Deportes. Me refiero al Sr. Alberto Barrera, que sería aconsejable que Bob Arango lo retuviera. Necesita de datos actualizados para mitigar la solicitud de fondos para viajar sin lograr resultados positivos. Tomen nota de esto. Así es.

COCTEL DEPORTIVO