Corriendo entre las sombras; los consejos y las precauciones

Durante las horas nocturnas es fundamental mantener la concentración en todo momento, especialmente el sentido visual y el auditivo. Respecto de la vista, nuestro campo de visión se puede ver limitado si no contamos con farolas u otras fuentes de luz que iluminen el terreno por el que transitamos. De noche seremos más propensos a sufrir tropiezos al subir y bajar aceras, desequilibrarnos al pasar policías muertos, o llegar a caernos con alguna losa rota, rama de un árbol, u otro objeto que nos encontremos obstaculizando nuestro camino.

SENTIDOS ALERTA

En condiciones de oscuridad, ralentizaremos nuestro paso y daremos zancadas más cortas, exagerando el gesto de levantar los pies. Al correr de noche se produce el fenómeno de que la persona siente que lleva mayor velocidad, debido a que al no poder ver edificios u otras construcciones en el horizonte que sirvan de referencia, provoca la impresión de que los objetos más cercanos como vegetación, señalizaciones de tráfico, o las propias luminarias, son superados muy deprisa a nuestro paso.

Con referencia al oído, este sentido adquiere aún mayor importancia en las horas nocturnas que durante el día, puesto que nos va a advertir tanto de la aproximación de vehículos, como de la presencia de personas o animales, especialmente perros sueltos que nos pueden dar un buen susto.

Aunque tengamos por costumbre usar audífonos para escuchar nuestra música favorita mientras corremos, en las horas nocturnas es preferible prescindir de los mismos, con el objeto de no limitar nuestra capacidad auditiva.

VER Y SER VISTOS

Cuando realizamos nuestras rutinas de ejercicio durante la noche es tan importante ver como ser vistos. Si el área por donde corremos tiene buena iluminación artificial, no es necesario portar ningún artefacto adicional que nos ayude a mejorar nuestra visión del terreno y de los elementos naturales o artificiales con los que podamos impactar.

Pero si se trata de áreas en las que la iluminación es escasa o nula, será de enorme ayuda contar con algún dispositivo que pueda alumbrar nuestra ruta. Las opciones para ello van desde una simple linterna de mano, a viseras que incorporan luces led, hasta los frontales en la cabeza (head lamps).

Las linternas tienen como inconveniente que no alumbran mucho y limitan nuestra movilidad, frente a las viseras con luces cuyas principales ventajas son la comodidad y practicidad.

Los frontales de cabeza son instrumentos que cada vez son utilizados con mayor frecuencia por todo tipo de usuarios, como los conductores de vehículos que se sirven de ellos para hacer reparaciones durante la noche, manteniendo ambas manos libres.

Pero hay que diferenciar entre estos sistemas que están disponibles en tiendas de accesorios de automóviles y grandes almacenes, a los frontales fabricados específicamente para correr y que solo están a la venta en tiendas especializadas de running o aventura.

Estos frontales, adicional a tener unas cómodas correas para sujetarlos en la cabeza y que no oscilen, emiten una gran potencia luminosa. La unidad para medir esta potencia se llama lumen, y sería aconsejable conseguir un frontal de al menos 100 lúmenes.

Nuestra vestimenta también puede ser de gran ayuda en horas de la noche cuando estemos en el exterior haciendo nuestro deporte, incluso cuando caminemos.

Siempre es preferible usar prendas de colores vivos que destaquen en la oscuridad y faciliten que seamos vistos, como amarillos, rosados y anaranjados, en lugar de tonos opacos. Además casi todas las marcas tienen equipaciones especiales para la noche que incorporan en el suéter y pantalón algunas partes reflectivas, las cuales brillan intensamente cuando son alumbradas por las luces de los vehículos.

Entre los accesorios también están disponibles chalecos reflectivos, y bandas para el pecho o abdomen que cumplen similar función.

MEJORES LOCACIONES

Para correr de noche preferiremos zonas peatonales iluminadas, en las que no tengamos que compartir el uso con vehículos motorizados ni bicicletas. Las urbanizaciones y polígonos industriales son una buena opción en la mayoría de los casos, aunque para hacer una distancia larga tengamos que dar más vueltas de las deseadas.

En la ciudad capital las mejores áreas serían el Parque Omar, con buena iluminación y seguridad, la Cinta Costera en sus fases I, II, y III, el boulevard de Costa del Este, la Ciudad del Saber, y la Calzada de Amador.

Respecto de esta última, hay que tener en cuenta que está cerrada temporalmente la acera peatonal desde la Isla Naos a Flamenco, y que es frecuente que algunos tramos de sus luminarias presenten averías.

Si por necesidad debemos realizar parte de nuestra rutina en calles o carreteras con tráfico vehicular, mantendremos la costumbre de correr en sentido contrario al de la circulación, tanto para ver los vehículos que vengan de frente, como para ser detectados por los mismos.

Si corriéramos en cambio en un grupo numeroso en un camino o carretera secundaria, si podemos usar el carril propio corriendo por el hombro, con un vehículo detrás con las luces intermitentes para mayor protección.

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‘Cuando realizamos nuestras rutinas de ejercicio durante la noche es tan importante ver como ser vistos; será de enorme ayuda tener un dispositivo para alumbrar la ruta'

‘TRIPI' REVUELTA,

CORREDOR Y EXPERTO EN ENTRENAMIENTO.