Teresa Portela: "Este año, deportivamente, fue increíble"

Actualizado
  • 30/12/2020 09:49
Creado
  • 30/12/2020 09:49
A sus 37 años, Teresa Portela acumula más de una treintena de medallas en Europeos y Mundiales

"¿Alguno de vosotros sabe qué implica clasificarse para seis Juegos Olímpicos?", pregunta Vero Boquete al medio centenar de niñas y niños inscritos en la novena edición de su campus de fútbol. "Supone mantenerse durante más de veinte años en la élite. ¿Sabéis lo difícil que es eso? Pues Teresa Portela lo ha conseguido", prosigue la centrocampista del Utah Royals estadounidense para presentar a la deportista invitada del día.

"¡Es que ella es la mejor piragüista española de la historia!", replica uno de los niños, ya sentado sobre el parqué del Centro Deportivo Santa Isabel, en Santiago de Compostela, para asistir a la charla de la palista de Aldán.

A sus 37 años, Teresa Portela acumula más de una treintena de medallas en Europeos y Mundiales. La más reciente, el bronce conseguido en Szeged (Hungría) en el último Campeonato del Mundo, le permitió reservar una plaza olímpica para Tokio 2020. Serán sus sextos Juegos Olímpicos -hito inalcanzable por cualquier otra deportista española hasta la fecha-, si así lo ratifica en el control selectivo del próximo mes de abril.

Según subraya en una entrevista concedida a EFE, Teresa Portela "no pensaba en que podía hacer historia". Solo tenía entre ceja y ceja "estar entre las cinco primeras" en el último Mundial para asegurar el cupo olímpico de España en el K1 200, una prueba explosiva, de velocidad, que tiende a resolverse en aproximadamente 39 segundos.

"En una distancia como la mía, tan ajustada, yo era consciente de que no podía haber margen de error. No podía haber ningún tipo de problema ni de percance", recuerda sobre aquella final. "Y la verdad es que con esa medalla de bronce, el año, deportivamente, fue increíble", reflexiona.

Detrás de ese resultado hay jornadas de entrenamiento fatigosas, habitualmente en el Centro de Tecnificación de Pontevedra, por su proximidad al río Lérez.

"En un día normal, por la mañana puedo hacer un entrenamiento en el agua de hora y media. Después, hago abdominales y ejercicios de 'core'. Me voy a casa a comer y, por la tarde, tengo otra hora y media de entrenamiento en el kayak. Para terminar, 40 minutos en el gimnasio, 40 minutos en bicicleta y ejercicios de fortalecimiento de hombros", relata.

El entrenamiento es un peaje que ella acepta con naturalidad. "Es mi trabajo", puntualiza.

"Este año, como el resto, fue duro de entrenamiento. Pero al final la recompensa vale la pena. Mi primera regata internacional fue la Copa del Mundo en Duisburgo (Alemania) y conseguí la plata. Después la prioridad era el Campeonato del Mundo, conseguir la plaza para Tokio. Haber ganado el bronce supone mucho. Una medalla en un Campeonato del Mundo es algo increíble y además que me diera el pase a poder participar en los sextos Juegos es especial. Es especial esa medalla por darle continuidad a mi carrera deportiva", subraya con la ilusión intacta.

De Sídney 2000 a Tokio 2020, Teresa Portela pretende escribir un exitoso relato olímpico, hasta ahora coronado con cinco diplomas y el agridulce cuarto puesto de Londres 2012. Después, no descarta seguir si se sigue sintiendo competitiva. "La retirada me asustó más de lo que me asusta. Ese momento me desconcierta un poco, pero no lo tengo presente. Me gusta mi rutina", remarca.

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