La FIFA y la IFAB, en busca del tiempo perdido

Actualizado
  • 15/03/2023 00:00
Creado
  • 15/03/2023 00:00
De los concebidos 90 'reglamentarios' a los 90 minutos de acción, hay una brecha por los tiempos de inactividad, la cual se pretende acortar para favorecer el tiempo efectivo de juego
En su evaluación la IFAB ha determinado los cinco momentos más comunes que inciden en el tiempo de juego activo.

Se ha abierto paso en el fútbol el enfoque de ser más amplios con el tiempo adicional que agregan los cuerpos arbitrales para compensar las pérdidas “normales” o deliberadas de tiempo, agregando minutos bajo un criterio más estricto. El enfoque avalado por la FIFA y la IFAB, el ente encargado de preservar y modificar las reglas, tuvo resonancia en la última reunión celebrada en Londres.

Los globales 90 minutos, divididos en dos períodos de 45 cada uno, que están estipulados como el tiempo reglamentario de juego, suelen ser una medida irregular a la que desnuda la estadística cuando se exprime estrictamente el llamado “tiempo efectivo” de cada partido.

A un deporte instalado como el más popular del mundo, que impulsa cada vez más a una poderosa economía e industria multimillonaria, le ha llegado el momento de procurar que los 90 minutos de juego “proclamados” tengan cada vez más minutos con la pelota en movimiento.

Hay presión en el ámbito del fútbol y el organismo que rige el fútbol, como del ente encargado de sus leyes, quieren evitar en un futuro verse abocados a implementar lo que algunos han llamado críticamente la “baloncestización” del fútbol, el optar por detener el cronómetro cuando el balón no está en juego, tal como se hace con el baloncesto, el fútbol americano o el rugby.

Pierluigi Collina, presidente del comité de árbitros de la FIFA, respalda con convicción la implementación permanente de tiempos de descuento más largos.

El enfoque dirigido inicialmente para ser acogido en su aplicación por las principales ligas del mundo, las cuales marcan el derrotero del profesionalismo, ha tenido en el exárbitro internacional Pierluigi Collina, presidente del comité de árbitros de la FIFA, uno de sus entusiastas propulsores.

La Copa Mundo, aparte de posicionarnos a un nuevo campeón, también se ha empleado como campo de prueba para ensayar modificaciones arbitrales, a veces tibias, aunque desde 2018 con la implementación del VAR, se han acelerado cambios notorios estimulados por la presencia masiva y cotidiana de la tecnología en todos los aspectos de la actividad humana.

Entre las novedades de la Copa Mundial en Catar, una de las que saltó a la vista, de las varias que se introdujeron, fue el llamativo tiempo agregado por los árbitros que superó otras ediciones. Una vez que se llegaba a los 45 minutos de tiempo corrido reflejado en las pantallas, preferentemente en el segundo tiempo, llamó la atención cómo el tiempo adicional superaba significativamente el concedido en torneos anteriores.

Sobre la reciente experiencia catarí ha hecho hincapié la FIFA, particularmente a través de Collina para pregonar el aporte positivo del último mundial en la dirección deseada, como lo señaló este en la conferencia de prensa que concedió días posteriores a la reunión de la IFAB (International Football Association Board).

Cinco momentos

Durante épocas, de las que se ha ido saliendo por tramos, una vez establecida una diferencia en el marcador, el equipo que obtenía la ventaja convertía, principalmente el segundo periodo, en una vistosa pérdida de tiempo donde salían a relucir todo tipo de artimañas. El reloj corría sin que, al momento de conceder minutos al final, se compensara con un tiempo agregado similar a lo perdido.

Collina propugna que no es necesaria una implementación tan rigurosa con un cronómetro a los ojos del público tipo baloncesto, por ejemplo, sino que los árbitros deben optar por un “enfoque más proactivo” para agregar el tiempo perdido y un cálculo más consistente, haciéndoles sentir a los jugadores “que perder el tiempo no es beneficioso”; por ello “el tiempo agregado en Catar disminuyó a medida que avanzaba el torneo y los juegos se volvieron más importantes”, señaló. “Esto se debió a que los jugadores pudieron ver que perder el tiempo ya no era beneficioso; sabían que solo se agregaría, por lo que dejaron de perder tiempo”, dijo.

La amplia estadística que arrojan los partidos, apoyada en la tecnología, ha permitido en la evaluación de la IFAB determinar los cinco momentos más comunes en los que se produce pérdida de tiempo significativo: a) durante las lesiones, b) sustituciones, c) penalizaciones y tarjetas rojas, d) intervenciones del VAR, e) celebraciones de los goles.

Lesiones. Anteriormente el reglamento contemplaba que solo al portero se le atendía en el campo de juego cuando era sujeto de una posible lesión. Al cuerpo médico se le autorizaba entrar y el juego se detenía; cualquier jugador en una función diferente debía ser atendido fuera (al borde) de la cancha. Hoy todos los jugadores deben ser atendidos en el campo, como es lo correcto, sin embargo ello conlleva entre entrada y salida del equipo médico, más salida o incorporación del jugador, minutos perdidos que no siempre se contabilizan bien.

Sustituciones. Hasta antes de la pandemia el número de sustituciones contempladas para cada equipo era de 3 cambios. La covid-19 con sus secuelas abrió a la FIFA a ampliar durante un periodo de meses el número a 5 cambios por conjunto, para facilitar la puesta en marcha de las ligas que estaban inactivas. Los 5 cambios quedarían incorporados como una opción permanente en el reglamento. Se utilizan para darle nuevos bríos a un equipo o para “quemar” minutos que pueden ser trascendentes en un encuentro cerrado y disputado hasta el final.

Penalizaciones y tarjetas rojas. No es anormal ver a un jugador reclamar al árbitro, a veces acompañado por sus colegas, independientemente si es justa e injusta la penalización; si es una tarjeta roja, la “combustión colectiva” a su alrededor suele hacer correr más el tiempo hasta volver a la acción.

Intervenciones del VAR. El videoarbitraje (Video Assistant Referee) que recibió su bautizo en el mundial de 2018 como innovación, es actualmente una presencia obligada y decisiva en el primer mundo del fútbol, como en los torneos internacionales de jerarquía.

A su aporte como herramienta de apoyo para dar claridad a una acción que puede ser trascendente en el resultado de un partido, también sigue sumando controversia cuando la decisión del árbitro no parece cónsona con lo que se aprecia en el monitor. En ambas situaciones el reloj sigue corriendo mientras el juego está en un 'acalorado reposo' para validar o invalidar una decisión.

Celebración de los goles. Si ganar el partido es el objetivo final de un partido en el fútbol competitivo, el gol es su momento explosivo, emocional y contagioso. En esa comunión entre jugadores que además incluye a la tribuna, la celebración de un gol puede consumir de uno a dos minutos –según su trascendencia– mientras vuelven a posicionar el balón en el centro del campo.

Cuando espulgamos un partido en el que se dan estas cinco situaciones, adicionando además los segundos o minutos que se consumen al ejecutar un saque de banda, cobrar un tiro libre o un corner, lo que se denomina “tiempo efectivo” es una cantidad de minutos lejana a los 90 minutos contemplados, con promedios diferentes que pueden oscilar regularmente entre los 55 a los 70 minutos de juego neto, dependiendo si es la Premier Ligue inglesa, la Liga española, la Bundesliga, la liga francesa, etc.

Según Collina, la FIFA esperaba que por el efecto de contagio positivo del mundial, la Premier League inglesa desde diciembre y la Champions League en su reanudación, hubiesen asumido enteramente ya el agregar mayor tiempo adicional. Pero no se ha visto consistencia en el arbitraje europeo en este sentido, con las directrices ahora aprobadas por la IFAB se confía que se haga realidad.

El tiempo dirá si se impondrá este enfoque como el correcto... tampoco hay que descartar en un futuro, si no cala, que se pruebe con el cronómetro detenido en los últimos 10 o 15 minutos de juego por la pérdida de “tiempo efectivo” de juego. El público estadounidense no vería con malos ojos el ensayo, además el próximo mundial se juega en su patio.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus