Julio Anaya, el veterano árbitro de baloncesto de 31 años

Actualizado
  • 27/03/2023 00:00
Creado
  • 27/03/2023 00:00
El baloncesto istmeño ha tenido oficiales de mucha envergadura, que dictaron cátedra en eventos internacionales
La concentración y determinación son importantes durante un partido.

Su calidad lo hizo escalar rápidamente. A los 19 años tenía carnet internacional y a los 31, ya era considerado un veterano del arbitraje en el mundo del baloncesto.

Efectivamente, Julio César Anaya Freile ha pitado en cerca de 100 torneos en 35 países, interviniendo desde ligas infantiles locales hasta en mundiales de la máxima categoría.

No podría afirmar que Anaya Freile pertenece a una camada de insignes árbitros internacionales, porque en realidad no son muchos los que han estado en ese nivel.

Sin embargo, el baloncesto istmeño ha tenido oficiales de mucha envergadura, que dictaron cátedra en eventos internacionales, como Raymond Kam, Alberto Gómez, Ricardo Checa y Tomás Pérez, entre otros.

Anaya escucha al técnico senegalés Boniface Ndong, en el marco del campeonato mundial de 2019.

Tampoco es usual que, en un Panamá donde casi siempre los atletas son los destacados, sobresalga alguien en otra área, a menos que sea en el boxeo, donde han sobresalido varios como árbitros y entrenadores.

Es por ello que cada vez que Julio Anaya sale al exterior, lo hace no solo representando al baloncesto sino al pequeño Istmo.

Sus inicios

Julio practicó el voleibol un poco antes que el baloncesto. No obstante, fue el deporte del aro y del balón que lo atrapó de tal modo, que sus primeros pasos como árbitro los dio cuando apenas era un chiquillo de once años.

El árbitro Julio Anaya marca una falta de un jugador argentino.

Desde esos primeros años hasta los 19, siguió en su doble tarea de jugar y arbitrar en los torneos intercolegiales, en el primer caso, y en las ligas de Parque Lefevre, en el segundo, hasta que definitivamente se dedicó a dirigir encuentros.

“Realmente no me proyecté como jugador, ya que comencé a arbitrar prácticamente al mismo tiempo”, dijo.

“Inicié en el arbitraje a la edad de 11 años (2003), luego obtuve la licencia internacional a los 19 (2011), y actualmente tengo 31 años, con 12 de experiencia con la FIBA”, comentó.

Su mentor fue el fallecido dirigente Arquímedes Bedoya, quien era organizador de diversos eventos, incluyendo de baloncesto, en el gimnasio Gringo de la Guardia, en Parque Lefevre, donde era su administrador.

En el baloncesto, para crecer y tener una carrera es importante, como en cualquier otra disciplina, actuar en tu propio país, ya sean ligas de barrios o federadas, aunque estas últimas son las más tomadas en cuenta.

Gracias a su talento, su paso hacia los torneos de envergadura de FIBA se dieron bastante rápido, y de dirigir partidos en el Centroamericano U17 en Costa Rica en 2011, pasó tres años después a la Liga de las Américas.

“En muchos de los torneos en los que participé fui el más joven, pero aquello no representaba un reconocimiento, considerando que todos debíamos realizar la misma función, valoraba más la confianza que me daban para trabajar en eventos importantes a una temprana edad”, reflexionó.

Anaya está considerado uno de los mejores árbitros del continente, pero llegar a este nivel no fue nada fácil.

En su opinión, tuvo mucho que ver la “ambición y “ser más autodidacta”, en una carrera donde todas las experiencias ayudan a forjarte un futuro.

Disciplina y criterio

En el baloncesto no hace falta contar con una gran estatura para pitar en una cancha del tipo de la Liga de las Américas, pero sí hace falta conocimiento, criterio y gran capacidad física.

“Obviamente por el tipo de actividad, hay que tener una condición física acorde a la intensidad del juego, pero no hay números de estatura y peso definidos”, explicó.

Su buen criterio lo ha llevado a ser invitado a ligas profesionales, como las de Venezuela y México, y a participar en partidos de 'alta temperatura' como el Argentina- Estados Unidos, en la Copa América 2017 en Córdoba, Argentina, donde tuvo que manejar la presión del propio partido y de la fanaticada.

Un poco antes de la Copa América, Anaya estuvo en los mundiales juveniles U19 de Grecia (2015) y Egipto (2017), y volvió a repetir la experiencia en Letonia hace dos años.

Estas importantes apariciones lo llevaron a su primer mundial de mayores en 2019 en China, y a la Copa América femenina de 2021, donde pitó la final entre Estados Unidos y Puerto Rico.

Su participación en el mundial de China, lo convirtió en apenas el segundo árbitro panameño en hacerlo, después de que el fallecido Tomás Pérez arbitrara en el torneo realizado en Colombia en 1982.

También estuvo presente en dos campamentos de la NBA en los años 2016 y 2018, donde tuvo la oportunidad de adquirir mayores conocimientos en una organización, que tiene una estructura diferente a la FIBA.

Julio estuvo el pasado fin de semana dictando un seminario de actualización, dirigida a oficiales panameños y que tenía como uno de sus propósitos, tener una idea de cuántos árbitros de baloncesto hay en Panamá.

“A partir de este seminario se irán entrenando a los nuevos árbitros, que actualmente están activos en diversas competencias”, dijo.

“Será un censo para futuros programas”, añadió.

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