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- 14/10/2008 02:00
PANAMÁ. El béisbol es, sin duda alguna, el deporte “nacional” de nuestro país, ya sea por la innumerable cantidad de fieles seguidores, o por las glorias que le ha traído al Istmo.
Lamentablemente en Panamá, como en muchos otros lugares de Latinoamérica, el deporte tiende a politizarse, y más que una actitud de esparcimiento, se transforma en una entidad pública con objetivos muchas veces difusos, y que en varias ocasiones, no persiguen los mejores intereses de la disciplina deportiva.
Franz Wever está a cargo de la Federación Panameña de Béisbol, y es una de esas figuras que su imagen tiende a asociarse más con la política que con el deporte en sí. Wever, quien ha sido desde chofer de autobús hasta diputado, ha sido cuestionado en numerosas ocasiones tanto por el público en general, como por periodistas y otros dirigentes deportivos, sobre si su cargo al frente del béisbol ha sido un factor preponderante en el detrimento de la pelota nacional.
Diablos Rojos y pistolas
Franz Wever, a diferencia de muchos otros políticos, forjó su camino desde abajo.
Desde meter cambios en un bus de ruta de la ciudad, pasando por la conducción de taxis, y posteriormente el control de este sindicato (en el que es recordado por sacar una pistola en una discusión en la oficina de la Fenacota), hasta ocupar una curul en la Asamblea Legislativa de Panamá. Su pasado como ‘umpire’ o árbitro central del béisbol, le sirvió como base para aspirar a un puesto en la Federación de Béisbol de Panamá, y debido a su buena compaginación con los presidentes de las ligas provinciales, logró llegar a la cúspide de este organismo, la presidencia.
El circo de la FEDEBEIS
Las plenarias de la Federación de Béisbol de Panamá demuestran la esencia de su organización. Risas, gritos, molestias, sarcasmo y jugadas políticas abundan en estas sesiones. Los presidentes de las ligas provinciales son los que montan el show, mientras que Wever observa y dirige junto a su mesa directiva.
Muchas veces, o la mayoría de las veces para ser justo, se culpa a Wever de los malos manejos de la Fedebeis, pero hay quienes también culpan a los presidentes de las ligas. Edwin Cabrera, quien fuera presidente de la liga provincial de Metro, afirmó que los que escogen a Wever son los del problema. “Wever no es el exclusivo culpable de cómo se manejan las cosas, los presidentes comparten la misma responsabilidad porque ellos son los que lo ponen ahí”, afirmó el analista político.
Omar Moreno, uno de los mejores peloteros que ha dado Panamá, comparte la opinión con Cabrera. “Él y los presidentes de las ligas han sido los culpables. Ellos le han hecho mucho daño al béisbol nacional”.
Si bien, según estas dos figuras de la pelota nacional, la culpa es compartida entre todo las entidades de la Fedebeis, las decisiones que han tomado para con el campeonato nacional, han sido consideradas como perjudiciales y dañinas al torneo.
La no participación de Panamá en las Series del Caribe, la mala condición en la que viajan los peloteros, los pagos tardíos, las multas, las suspensiones, las medidas que se toman de un día para otro y la mala administración del campeonato han sido solamente algunos de los cuestionables manejos de Wever y compañía.
El declive de la pelota
Panamá siempre ha sido considerado como uno de los rivales a vencer en cuanto al béisbol se refiere.
La cuarta posición que alguna vez ocupó en el ranking mundial, valía como el escudo para jactarse de la superioridad ante varios equipos del área.
Pero, en los últimos años, el nivel de las selecciones panameñas han sufrido un notable bajón, demostrado en los malos resultados en los últimos torneos de béisbol.
“Siempre tratan de buscar un culpable, y Franz Wever es el que paga los platos rotos”, afirmó Leo Alvarado, secretario de la Fedebeis.
“Los técnicos y los jugadores también son culpables en el bajo nivel de juego de los equipos panameños”, agregó.
La Estrella intentó contactar a Wever, pero fue imposible, ya que no había regresado aún de su viaje a México con el Comité Olímpico de Panamá.
El caso más reciente, y de alta trascendencia, es la ausencia de Panamá en el próximo mundial que se llevará a cabo en Europa. Los canaleros eran una de las novenas favoritas en adjudicarse una de las cuatro plazas que otorgaba el premundial, o la Copa América del béisbol como se le denominó en Venezuela.
Para el 2009, ya se vislumbra un nuevo infortunio para la pelota criolla. El próximo Clásico Mundial, torneo organizado por las Grandes Ligas, en Estados Unidos, era una de las oportunidades de demostrar nuevamente porqué Panamá era considerado como uno de los grandes.
Pero ahora, muchos peloteros han cancelado su asistencia, algunos por lesiones, pero la mayoría por conflictos con la mismísima Fedebeis.
Si bien es cierto que Panamá es uno de los países en el que más pelota se juega en las categorías infantiles, los equipos mayores no han podido mantener el nivel visto en años atrás.