La fábrica del mundo pide trabajo

Actualizado
  • 27/11/2008 01:00
Creado
  • 27/11/2008 01:00
ESPAÑA. Goldman Sachs predijo que China se convertiría en la primera potencia económica mundial en 2040, en un informe de hace dos años....

ESPAÑA. Goldman Sachs predijo que China se convertiría en la primera potencia económica mundial en 2040, en un informe de hace dos años. Entonces, la hecatombe económica actual no se había producido, no se había colapsado el mercado financiero, no se habían hundido el consumo ni la industria. Y ahora, la pregunta que se hace el gigante asiático es si, con todo el tinglado patas arriba, su tan traído y llevado milagro asiático tropieza. Si la inclinación del epicentro económico hacia Oriente se desinfla o, por el contrario, se acelera.

China ha tenido un buen profesor, un profesor en el comercio que era Occidente, pero ahora es el profesor el que tiene el problema. Y ese es el gran cambio: ahora es cuando los unos vamos a tener que aprender de los otros, y cuando ningún país vaya delante y otros detrás.

El alumno quiere salir a hablar a la tarima. Lo vino a decir Cheng Feng, presidente de Hainan Airlines, uno de los empresarios chinos que se reunieron la pasada semana en Barcelona en Global China Business Meeting, una suerte de foro de Davos para la economía china, que reunió a unos 600 líderes empresariales, con Casa Asia como anfitriona.

Porque ese alumno del que hablaba Cheng Feng también tiene un problema. El mercado mundial ha reducido la cartera de pedidos a la llamada fábrica del mundo, y la sequía crediticia va a contraer la inversión extranjera en el país. Según las últimas estimaciones de Morgan Stanley, China va pasar de una tasa de crecimiento del 11.9% en 2007 a una del 9.4% este año y del 7.5% en 2009.

Pese a ello, algunos de los empresarios hablaban de un cambio sustancial, como el presidente de Malaysia Airlines, Munir Majid, para quien la parte blanda de Occidente ya no puede usarse como paradigma. Se ha caído.

La cuestión es qué va a pesar más en la balanza, los riesgos a los que se enfrenta China —con una economía totalmente volcada al comercio exterior— o la pérdida de fuelle de Occidente, que pueda llegar a empujar al sorpasso. Federico Steinberg, investigador del Real Instituto Elcano y profesor de la UAM, opina que los dos elementos actúan, pero el problema para China será si crece por debajo del 7%, porque entonces ya no creará empleo, y no se lo puede permitir un país que tiene aún más de 200 millones de habitantes que viven con menos de un dólar al día.

Finalmente, Amadeo Jensana, quien es director de programas económicos de Casa Asia, coincide en que si China empieza a crecer por debajo del 7%, empezará a tener problemas, pero si utiliza bien los recursos de que dispone, saldrá beneficiada.

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