Nadie confía en nadie

El Informe de Desarrollo Humano presentado por el PNUD resalta las opiniones del panameño, que señalan el desmoronamiento de la instituc...

El Informe de Desarrollo Humano presentado por el PNUD resalta las opiniones del panameño, que señalan el desmoronamiento de la institucionalidad en las estructuras sociales de Panamá.

Las instituciones públicas y privadas, para lograr su operatividad orgánica, deben contar con individuos o grupos que creen en dicha institucionalidad y, además, estar dispuestos a cumplir su parte del contrato social, en el cual el bien superior es el colectivo y no el individual.

Según este informe, Panamá no pasa esta condición. Se destaca que el problema más grande es que “nadie cree (confía) en nadie”. El 98% opina que el “juega vivo” (no jugar según las reglas de la comunidad) es el mayor problema. Pero si el 98% opina de esta manera, ¿quiénes son los juega vivo: el 2% que resta? O ellos mismos..

Dentro de los mejor calificados está la iglesia, las ONG y los grupos de trabajadores y los empresarios. Y en cuanto a la institución que merece la mayor confianza de las personas, sobresale la familia.

Lo complejo en esto, es que nadie está dispuesto a cambiar, pues al momento de buscar soluciones, la respuesta es que “es el Gobierno Nacional” el que tiene la responsabilidad de resolver los problemas de la sociedad. En tanto la solución es de todos y no necesariamente sólo del Gobierno.

El Sindicato de Industriales de Panamá ha mostrado su interés en enfrentar algunos de los problemas que aquejan a la colectividad, entre ellos: la energía eléctrica y el medio ambiente, el desempleo y la pobreza, éstos últimos con inversiones realizadas en el sector. No nos hemos quedados cruzado de brazos esperando que otro haga nuestra parte. Y el resto de la colectividad, ¿no debería hacer lo propio?

Por el bien de la sociedad, todos debemos de aportar a las soluciones.

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