La independencia y la credibilidad son claves

Actualizado
  • 26/09/2010 02:00
Creado
  • 26/09/2010 02:00
El principal activo de Ernesto Bazán es la independencia y la credibilidad. Estas son sus herramientas de trabajo, pues es un calificado...

El principal activo de Ernesto Bazán es la independencia y la credibilidad. Estas son sus herramientas de trabajo, pues es un calificador de riesgo. Vino de Perú, invitado por la empresa para la que trabaja, y en tres años ya se siente panameño. Bazán compartió con La Estrella su conocimiento sobre lo retador que es dedicarse a esto oficio.

¿QUÉ LO TRAJO A PANAMÁ?

Estaba trabajando en Perú para un organismo regulador. Un día sonó mi celular. Era la llamada de quien ahora es mi jefe preguntándome si me interesaba regresar a la industria de la calificación de riesgo. Lo que sucede es que desde 1997 hasta el 2006 yo había trabajado para una calificadora en Perú que era competencia de Equilibrium. Luego de varias conversaciones decidí aceptar el reto y en el 2007 vine a Panamá. Mi familia vino algunos meses después. Ese año la economía venía creciendo a doble dígito y estábamos en pleno boom. Por otro lado, veíamos que en Panamá la industria de la calificación de riesgo tenía un buen potencial de desarrollo y así fue. Nos ha ido muy bien, calificamos a un importante número de entidades bancarias, pero yo diría que nuestro principal activo es la reputación que hemos ganado en estos años.

¿DE QUÉ TRATA SU TRABAJO?

Consiste en darle una calificación a una entidad, puede ser un banco, una aseguradora o una empresa corporativa. Esta calificación se da en letras donde la más alta es AAA (triple A) y la más baja es D (incumplimiento). La calificación es el resultado de un análisis exhaustivo que busca medir la capacidad de pago de la entidad que estamos calificando y nuestra opinión se refleja a través de un informe técnico, profesional e independiente. Es un trabajo muy retador y al mismo tiempo requiere de máxima responsabilidad. En Panamá calificamos a más de 20 entidades financieras, principalmente bancos.

¿CUÁLES SON LAS VENTAJAS DE OBTENER UNA CALIFICACIÓN DE RIESGO?

En primer lugar, es una carta de presentación ante accionistas, inversionistas, depositantes, proveedores, clientes, reguladores, entre otros, quienes estarán atentos al desempeño de la calificación cada vez que ésta se actualiza. En segundo lugar, es una herramienta de gestión ya que permite conocer una opinión externa e independiente respecto de los riesgos que está asumiendo una entidad. Y aquí recalco algo muy importante: la independencia. En tercer lugar, es una buena práctica de gobierno corporativo si la regulación no lo exige. Por ejemplo, hace poco calificamos a una empresa del sector eléctrico (Edemet) que estaba próxima a emitir Valores Comerciales Negociables. Ellos no necesitaban calificarse para realizar la emisión, pero decidieron hacerlo voluntariamente. Ese es un buen ejemplo de gobierno corporativo, ya que la empresa se sometió a una opinión independiente. Es un caso muy interesante porque Edemet generó mayor confianza en sus papeles y como resultado de ello su costo financiero disminuyó considerablemente; es decir, se generó un ahorro importante que cubrió con holgura el costo de nuestros servicios.

¿SU EQUIPO DE TRABAJO ESTÁ EN PANAMÁ O EN EL EXTRANJERO?

Salvo mi persona, nuestra empresa está conformada íntegramente por colaboradores panameños. Nuestra oficina está en Calle 50. Somos en total 5 personas, yo soy el único extranjero pero ya estoy ‘panameñizado’.

¿EN QUÉ SE BASA PARA DAR UNA BUENA O MALA CALIFICACIÓN?

Bueno, en primer lugar habría que decir que la calificación de riesgo es una opinión, no una verdad absoluta. Sin embargo, esta opinión tiene que estar debidamente fundamentada; es decir, se realiza un análisis muy profundo luego de hacer un research del sector que estamos analizando, entender el negocio a cabalidad, revisar información corporativa, financiera y económica de la entidad, realizar las consultas del caso y entrevistarnos con los principales ejecutivos. Todo esto suena fácil, pero en realidad es muy complejo ya que nos preocupamos por los mínimos detalles y la responsabilidad de lo que hacemos exige máximo nivel de profesionalismo. Finalmente, se realiza una presentación a nuestros calificados con las conclusiones de nuestro análisis. Posteriormente, se emite un informe que resume los fundamentos; es decir, el porqué de la calificación. Ese informe es la conclusión de un trabajo muy intenso.

¿ES UN BUEN NEGOCIO DEDICARSE A LA CALIFICACIÓN DE RIESGO?

En esta industria, la primera regla es precisamente no verlo como un ‘negocio’ sino como un trabajo que requiere extremo profesionalismo, responsabilidad, objetividad y seriedad. Si uno cumple con estas reglas, podrá tener un trabajo del que se siente orgulloso, el equipo humano estará motivado. El que quiera ver esta industria como una forma de ganar más dinero, terminará afectando el principal intangible: la credibilidad. En nuestro caso, el objetivo prioritario es mantener la buena reputación ganada. Es más, con la finalidad de evitar cualquier conflicto de interés, una regla que tenemos los calificadores es que nos dedicamos únicamente a esta actividad, por lo que, por ejemplo, no invertimos en bolsa ni participamos en negocios. La única actividad alterna que usualmente tenemos es la docencia.

¿HA TENIDO UNA MALA EXPERIENCIA LUEGO DE DAR UNA CALIFICACIÓN NEGATIVA?

Por el contrario. Recuerdo que una vez me tocó sustentar una calificación baja y luego de darles el rating y sus fundamentos los calificados me felicitaron, porque ellos consideraron que nuestra conclusión era coherente y era el resultado de un análisis muy completo, hecho con rigor y profesionalismo. Es cierto y comprensible que muchas entidades quieran tener la mejor calificación posible, pero nuestro trabajo es justamente decirle a la entidad calificada –en forma objetiva e independiente— cuál es su riesgo, aún cuando ella considere que merece una mejor calificación. Por eso nos preocupamos en conocer bien la empresa o instrumento que estamos calificando y que los calificados entiendan bien nuestros argumentos. La presentación final que les realizamos es muy importante para cualquier aclaración que sea necesaria.

¿CONSIDERA QUE EN PANAMÁ HAY OPORTUNIDAD DE DESARROLLAR EL MERCADO DE CAPITALES DOMÉSTICO?

Sin duda que sí. Panamá es un Centro Bancario Internacional, pero yo me pregunto ¿por qué no puede ser un Centro Financiero Internacional? El mercado de capitales no es una competencia del sistema bancario; por el contrario, es un complemento que alimenta a la banca y se retroalimenta de la misma. Los bancos a nivel mundial son emisores por excelencia. Creo que hay oportunidades interesantes de que haya más empresas que vean al mercado de capitales como una opción de financiamiento, principalmente de renta fija o sea deuda (bonos y valores comerciales negociables). Los mismos bancos podrían comprar sus papeles. También hay oportunidad de ampliar la gama de inversionistas y de oportunidades de inversión, de forma tal que las personas puedan invertir en un bono en lugar de realizar un depósito de un banco.

¿PERO ESO NO CANIBALIZARÍA LOS DEPÓSITOS BANCARIOS?

No, porque los mismos bancos también pueden ir al mercado de capitales doméstico a emitir bonos. Yo te pregunto, para un inversionista ¿cuál es la diferencia entre realizar un depósito a plazo fijo a 18 meses en el banco X versus comprar un bono a 18 meses del mismo banco? No hay diferencia, se trata del mismo banco. Ese es un ejemplo de que las oportunidades son para todos: inversionistas, bancos y emisores.

A PROPÓSITO DE LOS BANCOS, ¿POR QUÉ EN PANAMÁ LOS BANCOS NO HAN QUEBRADO COMO SÍ HA SUCEDIDO EN OTROS PAÍSES?

Porque en términos generales la banca panameña se ha conducido bajo políticas conservadoras. Tú lo dijiste apropiadamente, la realidad de la banca en Panamá ha sido muy diferente que en otros países y agrego algo, no solamente es que en Panamá no han quebrado bancos, sino que a diferencia de otros países donde se ha salvado bancos, ayudado bancos y rescatado bancos, en Panamá no hubo nada de eso porque no fue necesario. Fíjate que, por ejemplo, no tuvimos casos de inversiones tóxicas. Además, la banca panameña ha mantenido en términos generales un buen nivel de capitalización, alta liquidez y riesgo crediticio controlado.

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