Disminuyen las provisiones para los préstamos

Actualizado
  • 16/05/2015 02:00
Creado
  • 16/05/2015 02:00
Hasta marzo de 2015, las provisiones del centro bancario sumaron $530 millones y en diciembre de 2013 registraron $739 millones

Para este primer trimestre del año, las reservas bancarias para cubrir las pérdidas en caso de que los clientes no paguen sus compromisos registraron una baja en comparación al 2013 en todos los eslabones del centro bancario, que involucra al sistema bancario, la banca internacional, la banca oficial, la banca privada, la banca extranjera y la banca panameña privada

Hasta marzo de 2015, las provisiones del centro bancario sumaron $530 millones y en diciembre de 2013 registraron $739 millones, de acuerdo con datos de la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP).

Una situación muy parecida ocurrió con las provisiones del Sistema Bancario de Panamá, que en este mismo mes bajo a $487 millones y en el 2013 se ubicaron en $642 millones ( Ver tabla ).

Para el analista financiero Olmedo Estrada, esta disminución no es más que el resultado de ‘la lentitud de la demanda económica y financiera que existe en el país'. A su juicio, ‘los bancos no pueden seguir guardando dinero en sus bodegas para provisiones, pues necesitan mantenerlo en movimiento mediante los préstamos'. Sin embargo, considera que esta situación será algo ‘temporal' y que ‘para final de año las provisiones podrían volver a aumentar'.

USO DE LAS PROVISIONES

Las provisiones son fondos económicos para cubrir los riesgos de la cartera de préstamos. Tienen dos componentes: uno de pérdida esperada, para créditos en cumplimiento, que básicamente es función de la probabilidad de que los deudores no paguen y de la proporción de los créditos que no se recupera en ese evento; y un componente de pérdida incurrida, para créditos en incumplimiento, que es función de recuperaciones por ejecución y liquidación de garantías y acciones de cobranza.

Hace tres años, la SBP emitió un nuevo acuerdo (4 del 28 de mayo de 2013 ) de gestión de riesgo de crédito que entró en vigencia al cierre fiscal de 2014. En éste se establecen normas sobre la gestión y administración del riesgo de crédito inherente a la cartera de crédito y operaciones fuera de balance.

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