Hacia un consumo responsable, usando bolsas reutilizables

A inicios de año nos referimos al alcance de la Ley 1 de 2018, y su impacto en el mercado, pues esta disposición dispone una prohibición expresa en el uso de ‘polietileno' como principal compuesto de fabricación de las bolsas desechables que recibimos a diario en los supermercados, farmacias, abarroterías, entre otros.

Hoy nos encontramos a escasos ocho meses para la implementación de dicha disposición, en la que no sólo el comercio tendrá que hacer ajustes, sino nosotros los consumidores, pues, es precisamente el objetivo de esta ley, promover el uso de las bolsas reutilizables, a las que no estamos acostumbrados por más ingeniosas que resulten sus presentaciones.

En los medios, tanto nacionales como internacionales, vemos campañas que desincentivan el uso del plástico en todas sus formas: carrizos, vasos, bolsas, en fin, queda claro que el objetivo es minimizar su uso, porque desaparecerlo parece algo imposible, pues genera mucha utilidad para la vida cotidiana y se ha vuelto omnipresente.

Panamá adoptó una posición importante y determinada, al prohibir el polietileno en las bolsas para trasportar productos en el comercio en general, generando una sola excepción: su uso cuando se trate de alimentos, que más pronto que tarde correrá la misma suerte que el resto de las bolsas. Pero el éxito de una medida como ésta no es de la ley, ni de su implementación, es de la voluntad que los ciudadanos tengamos de cumplirla.

En el foro realizado en la Universidad Tecnológica el pasado 19 de noviembre, se hizo un balance de la normativa existente en relación al desafío que plantea el manejo de los desechos sólidos y se advierten importantes avances regulatorios, pero fue conclusión, que estas normativas tendrán un futuro en la medida que los ciudadanos nos comprometamos con su adopción, tendiente a una adecuada clasificación de los desechos, comenzando desde nuestro núcleo familiar.

La afectación ambiental que sufre el planeta no es un tema que se discuta, con visitar las playas y ríos de nuestro país, rápidamente veremos el impacto que el mal manejo de los desechos ocasiona al entorno de nuestras viviendas, entre ellos el plástico, que ha tenido un gravísimo impacto.

El compromiso con esta normativa genera que tanto consumidores como empresas, trabajen por un mismo objetivo, en la defensa de nuestro ambiente. La prohibición del uso de polietileno es un hecho cierto, que tendrá vigencia a partir del 20 de julio de 2019. Trabajemos juntos en las alternativas por lograr que el impacto deseado en la promoción del uso de bolsas reutilizables sea una realidad. En nosotros está la posibilidad de lograr un cambio de semejante magnitud. Nuestro bienestar y el de nuestras familias lo merece, seamos agentes de cambio hoy.

DIRECTOR NACIONAL DE PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR

El éxito del uso de las bolsas reutilizables no está en lo que dice la ley ni en su ejecución, sino en la voluntad de las personas