Aviación comercial, una actividad económica con un futuro incierto

Actualizado
  • 14/08/2020 09:46
Creado
  • 14/08/2020 09:46
En muchas partes del mundo los contagios siguen aumentando, lo que augura un período de recuperación más largo y doloroso para la industria y la economía global, advierte la IATA

Desde que se inició la pandemia de SARS-CoV-2 en el mundo, la aviación demostró ser una de las industrias económicas más afectadas.

Una gran cantidad de aviones permanecen estacionados en los aeropuertos a la espera de una apertura de vuelos internacionales de pasajeros.

Con el cierre de las fronteras y la paralización de sus operaciones para detener los contagios, el nuevo coronavirus ha detenido prácticamente el sector a escala global, según constatan múltiples publicaciones.

Las maniobras de los vuelos comerciales quedaron reducidas a su mínima expresión, especialmente en el segmento de transporte aéreo de pasajeros, ya que de manera inevitable se le ha visto como el eslabón para dispersar la enfermedad.

Tampoco se está viendo un crecimiento fuerte de la demanda mundial de carga y su avance sigue siendo un “desafío” extraordinario para las aerolíneas, reveló la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), en su último pronóstico publicado el pasado 28 de julio de 2020.

Pese a que algunas aerolíneas ya han ido retomado sus operaciones de manera gradual y bajo estrictos protocolos de seguridad sanitaria a lo interno de cada país, la realidad es que el escenario actual para este sector de la aviación todavía sigue siendo incierto ante los constantes brotes de nuevos contagios.

“En muchas partes del mundo los contagios siguen aumentando. Todo esto augura un período de recuperación más largo y doloroso para la industria y la economía global”, advirtió el director general y CEO IATA, Alexandre De Juniac, durante la divulgación del informe.

Algunos análisis y estudios de especialistas, como Deloitte, indican que la industria de la aviación ha sido uno de los sectores más golpeados por la crisis sanitaria y económica generada por el nuevo coronavirus hasta ahora.

En sus recientes declaraciones, De Juniac insistió en que el tráfico internacional de pasajeros sigue siendo prácticamente “inexistente”, pese a que en junio tuvo una leve mejora respecto a mayo, por lo que la recuperación global de este mercado es más “lenta” de lo esperado.

A su parecer, esto se debe a que la mayoría de los países o bien siguen bloqueando las llegadas internacionales o han impuesto la cuarentena, lo cual tiene el mismo efecto que un cierre total.

Mientras tanto, muchas de las aerolíneas del mundo siguen aguantando el peso de una crisis en la que los gastos de caja no se pueden controlar a un corto plazo y las fuentes de ingresos de la actividad son casi nulas. Aunque muchas han optado por parar su operatividad.

Sin embargo, uno de los grandes retos que enfrenta el sector está relacionado con los protocolos biosanitarios y se necesitará que los países los “estandaricen” cuanto antes, pues aún se encuentra “verde”, señalaron a mediados de mayo especialistas de la aviación en un conversatorio de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas (Apede), quienes en ese momento ya hablaban de que la reapertura iba a ser “muy lenta y dolorosa”.

Perspectivas

La IATA ha catalogado la crisis actual como el “peor” momento para la industria de la aviación, y pronostica pérdidas mundiales cercanas a los $84,300 millones para las aerolíneas al cierre del presente año 2020.

Además espera que el tráfico de pasajeros del año en curso disminuya hasta un 55% con respecto al año pasado, mientras que Deloitte prevé que los niveles podrían tomar hasta tres años en recuperarse al estado anterior a la covid-19.

En junio, el tráfico aéreo internacional se contrajo un 96,8% en comparación al año pasado, mientras que en América Latina y el Caribe la demanda de pasajeros se hundió un 96.6%.

Sin embargo, en un escenario base de sus proyecciones, IATA espera que el tráfico mundial de pasajeros regrese a niveles anteriores a la covid-19 hasta 2024, y que los viajes de corta distancia se retrasen hasta 2023.

En un escenario más pesimista, prevé que la contención lenta del virus en Estados Unidos y China, la reducción de viajes corporativos y la debilidad de la confianza del consumidor sea un lastre importante para la recuperación de los embarques de pasajeros globales.

De Juniac hizo hincapié en que el cierre de mercados internacionales, la pérdida de confianza del consumidor y la cuarentena general ante los rebrotes de casos de covid-19 no facilitan las cosas. “A menos que los gobiernos se muevan rápido y firmemente para encontrar alternativas al cierre de fronteras, a una reanudación intermitente que destruye la confianza y a la imposición de unas cuarentenas que matan la demanda”, expresó.

Duro golpe a las aerolíneas en América Latina

En una reciente conferencia virtual, el vicepresidente regional de IATA para las Américas, Peter Cerdá, destacó que América Latina y el Caribe sigue siendo una región muy golpeada por el impacto negativo social, económico y financiero que está causando la pandemia.

Y en ese sentido, solicitó a los gobiernos centrales den la orden para reanudar los vuelos nacionales e internacionales para que la industria pueda ayudar a los países a nivel social y económico, y reabrir de una manera responsable y eficaz.

En su momento, Cerdá alertó que si de lo contrario los países continúan con las restricciones o cierres de fronteras entrando a septiembre y octubre, una gran mayoría de aerolíneas podría desaparecer.

Subrayó que para esos meses, ya llevarían seis o siete meses de inactividad por las restricciones de la pandemia y les sería muy “difícil y complicado sobrevivir”, más cuando la ayuda estatal en la región para reflotar el sector ha sido poca.

Mundialmente, los gobiernos han dado a la industria aeronáutica “alrededor de $130,000 millones para sobrevivir esta situación”. De esta suma, $60,000 millones provienen de Estados Unidos y un otro gran porcentaje de Europa.

Sin embargo, solo un 1% corresponde a la ayuda pública en los países latinoamericanos. En la región, la ayuda estatal “ha sido prácticamente nula” y por eso “tenemos líneas aéreas cerrando o reestructurándose”, apuntó Cerdá.

Hasta junio, unas diez compañías aéreas en todo el mundo habrían cerrado sus alas a causa del nuevo coronavirus, aunque en ciertos casos con modalidades de bancarrota con el fin de protegerse ante los acreedores.

Entre algunas de ellas están: South African Airways, Avianca, Latam, Air Mauritius, Tame, Flyest, algunas filiales de Norwegian o LGW –la aerolínea regional alemana que operaba para Eurowings, la filial de Lufthansa, que presentó solicitud voluntaria de quiebra–, por mencionar algunas, según datos publicados por medios internacionales.

Impacto en el 'hub' de las Américas

En Panamá, el tráfico de pasajeros por el Aeropuerto Internacional de Tocumen, el principal de Panamá y centro de conexiones regional, considerado el hub de las Américas, se desplomó un 63.7% entre enero y julio pasados, con relación al mismo periodo de 2019, debido al cierre obligado por la pandemia.

Sin embargo, después de cinco meses de inactividad, el pasado 31 de julio el Gobierno panameño puso en vigor el Decreto Ejecutivo No. 300 del 31 de julio de 2020 que establece un centro de operaciones controladas para la interconexión de la aviación comercial internacional.

A través de este decreto se permite la salida de pasajeros de Panamá, el tránsito de pasajeros y la entrada controlada de panameños o residentes a Panamá, en vuelos previamente autorizados por el Gobierno Nacional.

Según el decreto, solo se permitirá la salida de Panamá a los pasajeros en vuelos humanitarios, así como el tránsito de pasajeros por el aeropuerto de Tocumen de forma limitada, en cuanto a número y enlaces, mientras que sus conexiones no superen las seis horas entre el vuelo de llegada y el de salida.

Previo a la reapertura de los vuelos comerciales, el pasado viernes 6 de agosto, la administración de la terminal de Tocumen anunci´´o que ha implementado un paquete de estrictos protocolos sanitarios en sus terminales, en coordinación con las autoridades de Salud, para prevenir el riesgo de contagios.

Como parte de la apertura de este centro de operaciones contralodas de interconexiones de vuelos,  la aerolínea panameña Copa Airlines informó que para este mes de agosto tiene programado en su itinerario de 11 destinos en ochos países del mundo donde tiene conectividad.

“Una operación de vuelos controlada ayudará a miles de personas que necesitan regresar a sus hogares, reencontrarse con sus familiares, atender temas de salud, reuniones importantes, compromisos familiares o profesionales”, declaró un portavoz de Copa al ser consultado sobre el tema.

El vocero aseguró que estos vuelos se llevan a cabo siguiendo estrictas medidas de bioseguridad, higiene y desinfección, las cuales han sido probadas con éxito en más de 130 vuelos humanitarios.

A su vez, Copa informó que partir del 14 de agosto estará realizando en promedio 40 vuelos por semana, comparado a los más de 2,500 vuelos semanales que operaba previo a la crisis ocasionada por la covid-19.

Copa Airlines tiene programado inicialmente operar vuelos los días 10, 12, 14, 15, 21, 22, 28 y 29 de agosto, hacia las ciudades de Miami, Nueva York y Washington en Estados Unidos, ciudad de México en México, San José en Costa Rica, Santo Domingo en República Dominicana, Quito y Guayaquil en Ecuador, Sao Paulo, en Brasil, y Santiago de Chile, a través del Aeropuerto Internacional de Tocumen.

“Reconocemos la importancia que tiene para Panamá la conectividad internacional que ofrecemos a través de nuestro hub de las Américas, razón por la cual trabajamos fuertemente para asegurar que el país no pierda esa ventaja competitiva. En tal sentido, para antes de fin de año esperamos volver a servir la mayoría de nuestros 80 destinos, aun cuando lo haremos con un número menor de frecuencias diarias”, puntualizó.

Esta semana, Copa Holdings presentó sus resultados financieros para el segundo trimestre de 2020 (2T20), en los que reportó una pérdida neta de $386 millones.

La cifra es el resultado “de las restricciones aéreas implementadas en respuesta al brote de covid-19, no operamos el servicio comercial programado durante el segundo trimestre, y solo operamos un pequeño número de vuelos humanitarios, que representaron menos del 1% de los vuelos de la capacidad operada en el segundo trimestre de 2019”, detalló la fuente. 

Medidas

A mediados de julio, la Autoridad Nacional de Aeronáutica Civil volvió a extender por 30 días más la suspensión de llegadas y salidas de todos los vuelos comerciales internacionales en Panamá. Esta sería la cuarta vez en cinco meses que el Gobierno Nacional, a través de Aeronáutica Civid, extiende la prórroga.

La nueva medida comenzó a regir a partir del 22 de julio, según quedó establecido en la Resolución N° 107-DG-DJ-AAC de 16 de julio de 2020, por la cual se prorroga la suspensión de todos los vuelos internacionales ordenada por la Resolución No. 080-DG-DJ-AAC de 16 de junio de 2020, por razones de salud pública.

La reciente medida excluye los vuelos humanitarios, así como los vuelos de transporte de alimentos, equipos médicos, carga y otros insumos que podrán seguir operando de forma coordinada con las autoridades.

Los vuelos comerciales en Panamá fueron suspendidos desde el 22 de marzo de 2020 debido a la emergencia sanitaria por la pandemia a raíz del brote mundial del SARS-CoV-2, que  hasta este miércoles 12 de agosto registr´´o 20,391,697 casos positivos acumulados y 743,724 defunciones.

Hasta este mismo día, en Panamá se contabilizaron 77,377 casos positivos de la enfermedad y 1,703 fallecimientos acumulados. La tasa de letalidad es del 2.2%.

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