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El Reino Unido ve avances en la postura de la UE pero pide más concesiones
- 20/10/2020 00:00
El Reino Unido rebajó este lunes la tensión que se había apoderado de las negociaciones del Brexit al dar la bienvenida a la "constructiva" propuesta de Bruselas de intensificar el diálogo bilateral, si bien pidió nuevas concesiones antes de convocar una nueva ronda formal de contactos.
El jefe de los negociadores comunitarios, Michel Barnier, trasladó en una conversación telefónica a su homólogo británico, David Frost, su disposición a aceptar dos de las exigencias que había puesto Londres sobre la mesa: negociar con mayor intensidad y comenzar a redactar borradores de textos legales.
La oferta fue recibida con buenos ojos por el ministro de Gabinete del Reino Unido, Michael Gove, una de las figuras con más peso en la estrategia británica sobre el Brexit, que aseguró en el Parlamento que su Gobierno trabajará "en base a esa intensificación que propone" Barnier.
Un portavoz de Downing Street, despacho oficial del primer ministro británico, Boris Johnson, matizó poco después que todavía no se cumplen las condiciones para que Londres acepte retomar la negociación formal, aunque recalcó que ambos equipos se van a mantener en "contacto estrecho" durante los próximos días.
"El Reino Unido continúa pensando que no hay base para retomar las negociaciones si no se produce un cambio fundamental de postura por parte de la Unión Europea", afirmó ese portavoz, para quien Bruselas debe aceptar que "el movimiento debe darse también por parte de la UE, no solo del Reino Unido".
Gove insistió en la Cámara de los Comunes en que el Reino Unido está dispuesto a romper definitivamente sus lazos con el bloque comunitario el próximo 31 de diciembre si los Veintisiete no dan su brazo a torcer en los dos asuntos más espinosos que aún separan a ambos lados del canal de la Mancha, la pesca y las ayudas estatales.
"No podemos aceptar que se nos pida acceso completo y permanente a nuestras aguas pesqueras, sin que haya cambios sustanciales respecto a las condiciones que exige la pertenencia a la UE", sostuvo el ministro británico.
"Tampoco podemos operar un sistema de ayudas estatales que es básicamente el mismo que el comunitario, en el que se otorgaría un gran poder de decisión a la UE para castigarnos si piensan que nos desviamos de él", agregó.
Gove insistió en que el Reino Unido "no pide más que aquello que se le ofreció a otro país que comercia a nivel global como Canadá", en referencia al acuerdo de libre comercio entre la UE y el país norteamericano (CETA) que entró en vigor de manera provisional en 2017.
En caso de no obtener esas condiciones, el ministro insistió en que su Gobierno está listo para comenzar a relacionarse con los 27 miembros de la UE "en términos australianos", cuando termina el periodo de transición del Brexit.
Australia, como otros muchos países, no tiene un acuerdo comercial sustancial con la UE, por lo que los intercambios con el bloque, incluido el Reino Unido, hasta que termine la transición, se basan en las normas básicas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
La portavoz del Gabinete de la oposición laborista, Rachel Reeves, acusó al Gobierno de poner en peligro la viabilidad de diversos sectores económicos con su amenaza de ejecutar un Brexit sin acuerdo a final de año.
"Si las negociaciones descarrilan, muchas industrias afrontarán aranceles prohibitivos en tan solo diez semanas, desde un 10 % para las exportaciones de automóviles hasta, al menos, un 40 % en las exportaciones de cordero", argumentó.
Gove destacó que el Ejecutivo ha iniciado una campaña para impulsar que las empresas se preparen para los cambios que se producirán a final del año.
Tanto si se logra un acuerdo de libre comercio como si se ejecuta un Brexit abrupto, a partir de enero habrá controles aduaneros entre ambos lados del canal y será necesario comenzar a cumplir trámites burocráticos hasta ahora inexistentes para las importaciones y exportaciones con el resto del continente.
El comité conjunto encargado de supervisar la implementación del acuerdo de salida de la UE se reunió hoy en la capital británica, liderado por Gove y por el vicepresidente de la Comisión Europea Maros Sefcovic.
El representante británico expresó en ese encuentro "el compromiso del Reino Unido de cumplir todas sus obligaciones bajo el acuerdo de salida (de la UE) y el acuerdo de Belfast".
Con todo, la Cámara de los Lores comenzó a evaluar hoy la polémica Ley de Mercado Interno, un texto que habilita al Gobierno británico para romper de manera unilateral el mecanismo pactado para mantener abierta la frontera entre las dos Irlandas tras el Brexit, que ya recibió el visto bueno de los Comunes.