Cepal: Participación laboral femenina retrocede una década; desocupación se eleva a 22.2%

Actualizado
  • 15/02/2021 15:05
Creado
  • 15/02/2021 15:05
La crisis en el empleo, indica la Cepal, afecta negativamente los ingresos de los hogares y podría agravar la situación de pobreza

Según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la fuerte contracción económica por la crisis generada por la pandemia está afectando negativamente la ocupación y aumentando la precarización de las condiciones laborales en la región, lo que en el caso de las mujeres "representa un retroceso de más de diez años en su participación en el mercado laboral".

En 2020 se registró una contundente salida de mujeres de la fuerza laboral, quienes por tener que atender las demandas de cuidados en sus hogares y la crisis generada por la pandemia, no retomaron la búsqueda de empleo. 

Se estima que la tasa de desocupación de las mujeres se elevó al 22.2% en 2020 (si se asume la misma tasa de participación del 2019), lo que implica 12.6 puntos porcentuales de variación interanual.

Así lo revela el nuevo Informe Especial covid-19 N°9: La autonomía económica de las mujeres en la recuperación sostenible y con igualdad, dado a conocer el pasado 10 de febrero por la Cepal.

De acuerdo con el informe, la mayor caída de la actividad económica se dio en el segundo trimestre de 2020 (Cepal, 2020), con repercusiones en las tasas de desocupación y participación que se evidenciaron en algunos países de la región. 

En Costa Rica, Nicaragua, México, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina, Chile República Dominicana y Jamaica, la participación de las mujeres en el mercado laboral es menor en gran proporción, respecto a los hombres. No precisa los datos de Panamá.

La caída del producto interno bruto (PIB) regional (-7.7% en 2020) y el impacto de la crisis en el empleo están afectando negativamente los ingresos de los hogares, plantea el informe presentado en conferencia de prensa por Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal.

Si se considera la sobrerrepresentación de las mujeres en los hogares pobres, alrededor de 118 millones de mujeres latinoamericanas vivirán en situación de pobreza, de acuerdo con las estimaciones del organismo.

Según evaluaciones de impacto realizadas por la Cepal y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), existen algunos sectores económicos que presentan mayor riesgo en términos del volumen de la producción y del empleo como consecuencia de las medidas adoptadas para frenar los contagios.

De acuerdo con estas evaluaciones, se prevé un impacto alto en la actividad económica y el empleo en sectores altamente feminizados, como el comercio, las industrias manufactureras, el turismo y el servicio doméstico.

Los sectores en riesgo alto concentran alrededor de un 56.9% del empleo de las mujeres y un 40.6% del empleo de los hombres en América Latina. En el Caribe, un 54.3% del empleo femenino y un 38.7% del empleo masculino se concentran en sectores en alto riesgo.

Algunos de los sectores que se encuentran en mayor riesgo no solo emplean a la mayoría de las mujeres ocupadas en la región, sino que además se caracterizan por altas tasas de informalidad, bajas remuneraciones y bajos niveles de calificación.

Las mujeres de la región, además, son parte crucial de la primera línea de respuesta a la pandemia, dijo Bárcena al presentar el informe.

Destacó que un 73.2% de las personas empleadas en el sector de la salud son mujeres, quienes han tenido que enfrentar una serie de condiciones de trabajo extremas, como extensas jornadas laborales, que se suman al mayor riesgo al que se expone el personal de la salud de contagiarse del virus.

"Todo esto en un contexto regional en el que persiste la discriminación salarial, pues los ingresos laborales de las mujeres que trabajan en el ámbito de la salud son un 23.7% inferiores a los de los hombres del mismo sector”, afirmó Bárcena.

En cuanto a acceso a la protección social, un bajo porcentaje de mujeres en estos sectores están afiliadas o cotizan a un sistema de seguridad social: un 35.8% en el sector del comercio, un 45.4% en el sector de las manufacturas, un 25.,9% en el sector del turismo y un 24.0% en el sector de los hogares como empleadores.

Además, al menos 1 de cada 3 mujeres en estos sectores es una trabajadora por cuenta propia, ocupación asociada generalmente a una menor calidad del empleo.

Las mujeres que trabajan por cuenta propia o son propietarias de pequeñas empresas dependen en gran medida del autofinanciamiento, ya que enfrentan mayores barreras para acceder a recursos financieros formales.

Para la Cepal, esto presenta un desafío para la reapertura y la sobrevivencia de sus empresas. Por esto es preciso que las medidas para contener las pérdidas de empleo e ingresos amplíen su cobertura a quienes trabajan por cuenta propia y a las trabajadoras del servicio doméstico.

Para que las empresas lideradas por mujeres o aquellas que concentran una proporción elevada de mujeres empleadas sobrevivan a los efectos de la crisis, es importante diseñar políticas de cierre de brechas digitales y medidas para sostener la liquidez y así proteger el empleo.

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