Un incremento del salario mínimo empujaría el desempleo, la inflación y la informalidad

Actualizado
  • 11/10/2021 00:00
Creado
  • 11/10/2021 00:00
La ley obliga a instalar la mesa para la discusión del salario mínimo; sin embargo, expertos coinciden en que no existe el mejor escenario para un aumento e incluso proponen postergar la discusión del tema
El desempleo podría alcanzar el 20% a finales de 2021.

Un aumento del salario mínimo impactaría las cifras de desempleo, informalidad e inflación, y reduciría la posibilidad de generación de nuevos empleos.

Además, podría afectar aún más la liquidez de las empresas, muchas de las cuales después de 18 meses de pandemia mantienen a sus colaboradores con jornadas reducidas.

La empresa privada está convencida de que el país no está preparado para un incremento de salario. “En estos momentos, las empresas se enfocan en tratar de salir adelante y sobrevivir, realizando ingentes esfuerzos para reactivar el personal con contratos suspendidos”, explicó el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep).

“Solo contribuiría a agravar la difícil situación que ya enfrentamos miles de empresas y ciudadanos en el país”, advirtió el gremio de empresas privadas.

El ajuste provocará un efecto dominó. Y encarecerá los precios de los servicios y consumos para poder pagar los ajustes al sueldo. Aunque, la idea del incremento del salario mínimo es ofrecer poder adquisitivo a los que menos ganan, el propósito se ve afectado por la subida de los precios.

Las cifras de desempleo y la informalidad también experimentarán un incremento. “Podríamos ver a muchas personas que tratarán de buscar trabajo informal o contratar a las personas no como trabajadores, sino por contratos temporales o tareas específicas o servicios profesionales...”, indicó Luis Eduardo Valle, consultor laboral.

El año pasado, el desempleo creció más del doble y se estima que alcanzará el 20% a finales de año, mientras que la informalidad superó el 52%, a causa de la pandemia.

El sector privado perdió 327 mil empleos asalariados, 37% formales y mantiene un 9% con contratos suspendidos.

El Ministerio de Trabajo y Desarrollo Social y Laboral (Mitradel) busca un acercamiento entre empresarios y trabajadores para discutir la viabilidad de la instalación de la mesa tripartita que discute el ajuste del sueldo. A finales de octubre, una reunión definirá el tema.

Aunque por ley debe establecerse la mesa de discusión del salario mínimo, no existe el escenario para que el mismo se otorgue por los factores socioeconómicos, por la falta de tiempo para realizar las consultas requeridas para tomar las decisiones correctas, y por las dificultades que podrían existir para alcanzar un consenso entre las partes, advierten expertos.

El Código de Trabajo establece que cada dos años debe analizarse el tema. Aunque no existe la obligación de aumentar el sueldo. “Pueden reunirse y decidir que se va a mantener igual. Mi apuesta es que el Mitradel pueda sentar a las partes y posponer la conversación para el próximo año o empezar las conversaciones para que su aplicación empiece en algún momento del próximo año, cuidado a partir de 2023”, recomendó Valle.

En opinión del consultor laboral, van a existir dificultades para que se tome una decisión correcta, porque se está contra el tiempo, porque la discusión del tema debió iniciarse en junio pasado. Otra de las razones que hacen complicada la tarea es que no existe un censo que ofrezca información del estatus de la calidad de vida de las personas en las diferentes provincias.

Valle está convencido de que difícilmente los actores podrán ponerse de acuerdo. Y como ejemplo pone cómo los trabajadores se levantaron de la mesa del diálogo de la Caja de Seguro Social.

“Si no se pusieron de acuerdo en un tema de la Caja de Seguro Social (CSS), qué podemos esperar del salario mínimo, que ambos están correlacionados, porque un incremento impacta directamente la cuota obrero patronal”, explicó el consultor.

Valle coincide con la ministra de Trabajo, Doris Zapata, que dijo que ahora no había un panorama favorable para aumentar el salario mínimo.

“Sin obviar la responsabilidad legal y constitucional que tenemos, creo que los efectos de la economía en estos momentos (en medio de la pandemia de la covid-19) no plantean un panorama dirigido a aumentar el salario mínimo”, declaró Zapata.

La ministra explicó que un incremento salarial “tendría que verse”, y recordó que un eventual ajuste se revisa en una mesa tripartita “según las actividades económicas, y estas han sufrido un impacto” por la pandemia de la covid-19, que derrumbó en un 17,9% el producto interno bruto (PIB) de Panamá en 2020.

El incremento del salario mínimo está establecido en el Código de Trabajo. Pero es una medida que por sí sola no ayuda a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. El resto de los trabajadores que está por encima del mínimo no se benefician con un incremento del mismo. Pero, muchos de los trabajadores terminan ganando lo mismo que los que están solo un poco por encima del salario mínimo, y eso genera una sensación negativa.

El consultor laboral considera que debe haber otras maneras de remunerar a las personas por el costo impositivo que eso conlleva. “Las empresas podrían estar invirtiendo en educación, becas, ayudas escolares..., por ejemplo, concluyó Valle.

Nelva Reyes, educadora y quien durante años ha defendido los derechos de los trabajadores, indicó que es una necesidad que se lleve a cabo la discusión del tema. Las razones que ofrece son: “que hay miles de trabajadores que no están organizados en sindicatos y no tienen ninguna esperanza de que se les aumente su salario”. Y la única manera de lograr un aumento es a través de la Comisión de Salario Mínimo.

Reyes argumentó que ha habido aumentos en el costo de la canasta de alimentos, de transporte, medicamentos, en fin, en todo lo que requiere una familia, pero los salarios se achican cada vez más y la posibilidad de comprar casi no existe. “Y no ha habido un empresario que le aumente el salario a los trabajadores por su propia voluntad”, aseguró la defensora de los trabajadores.

Pero si bien debe reconocerse el aumento en el costo de vida, el 46% de los empleos formales del sector privado (37+9) desaparecieron o están suspendidos, afectando principalmente a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), por la capacidad de muchos sectores para absorber aumentos en la mano de obra, que se encuentra comprometida. Este escenario dificultaría la capacidad de generar nuevos empleos, lo que debe ser prioridad en el país”, apuntó René Quevedo, quien también es consultor laboral.

Quevedo agregó que la generación de empleo privado está casi un 60% por debajo del ritmo de 2019, antes de la pandemia de la covid-19.

La última revisión del salario mínimo concluyó el 31 de diciembre de 2019, cuando el Órgano Ejecutivo anunció un aumento de 3,3% para las dos regiones productivas de Panamá.

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