Pánico en el bolsillo: los precios de la gasolina y el diésel no paran de subir

Actualizado
  • 16/05/2022 00:00
Creado
  • 16/05/2022 00:00
El aumento de la gasolina y el diésel ha coincidido con la reactivación de la economía y el regreso a los lugares de trabajo
Pánico en el bolsillo: los precios de la gasolina y el diésel no paran de subir

De lunes a viernes, a las 4:00 de la mañana suena el despertador: ring, ring, ring. Entre dormido y despierto, Danilo Moreno extiende la mano derecha para apagar la alarma del celular: quiere dormir 15 minutos más. Pero no puede. Hacerlo implica más tranque, más aire acondicionado y más gasolina.

Y como si anduviera a control remoto: entra y sale del baño y se viste rápidamente. Cuando enciende el auto, mira el tablero y le sorprende una rayita en el marcador de la gasolina. El día anterior se consumió dos rayitas en el viaje de regreso de la ciudad de Panamá a Brisas del Golf, Nuevo Arraiján, en Panamá Oeste, cuando hace meses en el trayecto se consumía solo una.

Tiene que correr a la estación. ¡Qué torpe! ¿Por qué no puse gasolina ayer?, pensó. Hoy es viernes, y la gasolina de 95 octanos volvió a subir de precio. Desde el mes de enero, cada quince días, el litro de gasolina de 95 octanos aumentó $0.04, $0.05 y hasta $0.10. Y si tomamos en cuenta que un galón de gasolina requiere de casi cuatro litros, esos centavos representan $0.16, $0.20 y $0.40 por galón.

Moreno recuerda los tiempos de la pandemia. Para entonces, el galón de gasolina del sedán que conduce costaba $2.50. El tanque lleno, para una semana de trabajo, representaba $25. Durante la pandemia, por la reducción de la movilidad, la demanda experimentó una caída.

Pero ahora los costos casi se han duplicado. El galón de gasolina cuesta $5 y el tanque lleno para cinco días de trabajo, $45.

El aumento del combustible coincide con el regreso a la normalidad. Aunque algunos pueden seguir trabajando de manera remota, hay miles que han regresado a sus puestos de trabajo, y todos los días se encuentran con interminables tranques y cierre de calles que aumentan el desasosiego por el ahora importante líquido: la gasolina.

La guerra

La gasolina ahora es más cara, pero dura menos. Y los expertos aseguran que la gasolina y el diésel seguirán provocando inquietud en el bolsillo por la guerra en Ucrania y la reducción del producto.

El conflicto bélico está causando turbulencias en un complejo mercado del petróleo. Rusia, el proveedor del 40% del gas que usa Europa occidental, que también ocupa el tercer lugar de las importaciones de crudo de Estados Unidos, enfrenta restricciones internacionales contra su industria energética.

El problema no solo afecta su economía, sino también los precios internacionales del petróleo por la ausencia de suministro ruso, explicó Wolfran González, experto en hidrocarburos.

“Es una locura”. Así define la situación, Moreno, mientras mira en la marquesina de las gasolineras los nuevos precios. Y reconoce que cada vez le es más difícil llegar a la quincena. Y está pensando seriamente viajar en transporte público.

El viernes antepasado, el precio promedio de la gasolina de 95 octanos era $1.27, un incremento de $0.36 por litro de gasolina, en los últimos cuatro meses.

El diésel, peor

José Guerrel es un productor coclesano que está lidiando con los altos precios del diésel. Él compró un pickup porque históricamente el diésel era más económico para trasladarse en el campo, pero ahora es todo lo contrario.

El diésel aumentó $0.55 el litro en los últimos cuatro meses. Guerrel no recuerda la última vez que pudo llenar el tanque. Y admite que ya no puede hacerlo porque no le alcanza la plata. Él calcula que antes necesitaba $50 para hacerlo, pero ahora $80.

La luz al final del túnel aún no aparece. La Agencia Internacional de Energía, que monitorea los precios del petróleo crudo, determinó que este se mantendrá por arriba de los $100 el barril hasta octubre.

La misma Secretaría Nacional de Energía (SNE) pronosticó el aumento sostenido del precio del galón de combustible.

La comida

“Apostamos a la posibilidad de que se estabilice o se mantengan los precios, pero eso va a depender de factores exógenos”, comentó Jorge Rivera Staff, secretario nacional de Energía, en el foro económico del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), la semana pasada.

La situación preocupa a muchos. La diputada Zulay Rodríguez impulsó un proyecto de ley para congelar los precios del combustible. Pero el Ministerio de Economía y Finanzas advirtió que la suspensión en el cobro y recaudación de los impuestos a los combustibles y derivados del petróleo representaría una pérdida aproximadamente de $15 millones mensuales, por lo que se tendría que buscar una renta sustitutiva.

La crisis no solo golpea en los precios de la gasolina. A la flauta de pan que antes costaba $1 le han subido $0.25, lamentó Rosa Elía De León, una campesina de 76 años que vive de $120 a los 60. “Así no se puede vivir”, reclamó.

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