La banca alemana se estabiliza tras turbulento cierre de semana

Actualizado
  • 27/03/2023 00:00
Creado
  • 27/03/2023 00:00
El Instituto Alemán de Economía (IW) calificó de 'amenazante' la situación del sector bancario, al tiempo que desaconsejaba operaciones de rescate como las de 2008
El canciller alemán, Olaf Scholz, en una rueda de prensa al final del segundo día de una Cumbre de la UE en Bruselas el pasado viernes, aseguró que “no hay motivo para estar preocupado” por el Deutsche Bank

La banca alemana vivió el pasado viernes una jornada turbulenta, con caída de dos dígitos para las acciones del Deutsche Bank y Commerzbank, pese a los amagos de contención a media jornada y entre advertencias de los expertos sobre la agitación del sector.

Las acciones del Deutsche Bank, líder del sector en el país, fueron las más afectadas, con una caída de hasta el 14,16 % en torno a las 10:30 GMT, aunque pasado el mediodía recuperó algo el terreno perdido para situarse en el 10,41 %.

Los títulos del Commerzbank, por su parte, caían por la mañana hasta un 9,31 %, para reducir el batacazo en las horas siguientes hasta situarse en el 4,92 %.

El selectivo DAX de la Bolsa de Fráncfort sufría las consecuencias de la caída de los valores bancarios y se dejaba caer hacia las 10:30 GMT un 1,86 % hasta los 14.927 puntos.

La reducción de las pérdidas en el primer banco del país no palió la situación en el DAX40, que a las 14.40 GMT marcaba 14.904,76 puntos, una caída del 2,01 %.

El desplome de la acción del Deutsche Bank se produjo después de que la entidad anunciara que planea redimir 1.500 millones de dólares de deuda subordinada el 24 de mayo, antes de su vencimiento en 2028.

El banco aseguró que cuenta con “todas las aprobaciones reglamentarias requeridas” para esa decisión pero esta causó un hondo impacto en el sector bancario, que entraron en números rojos tras conocerse.

El Deutsche Bank precisó que reembolsará los bonos al cien por cien de su valor nominal “con los intereses devengados hasta la fecha de amortización”.

El Deutsche Bank “es un banco muy rentable. No hay motivo para estar preocupado”, dijo Scholz al término de la cumbre que los líderes europeos concluyeron el viernes en Bruselas, donde analizaron la situación de los mercados financieros.

El Gobierno alemán, preguntado en conferencia de prensa ordinaria sobre la situación del banco, se limitó a través de un portavoz a declarar que “como de costumbre, no nos manifestamos sobre empresas concretas y menos en los mercados financieros”, según el portavoz Nodjinan Nimindé-Dundadengar.

Agregó que en este ámbito se pronunciará en su caso el Bundesbank o la autoridad bancaria supervisora, Bafin, que hasta el momento no emitió ningún comunicado sobre la situación de los bancos.

El Instituto Alemán de Economía (IW) calificó de “amenazante” la situación del sector bancario, al tiempo que desaconsejaba operaciones de rescate como las de 2008, ya que las condiciones actuales son muy distintas a las de entonces.

Se crearon los instrumentos precisos para actuar ante un estallido de la burbuja inmobiliaria de entonces, apuntó el IW en un comuinicado, y los bancos disponen de un volumen de capital propio que no tenía hace 15 años.

El gran peligro actual es que la crisis creada se produce en momentos de una fuerte inflación, que los bancos centrales tratan de contener, aunque las sucesivas subidas de los tipos de interés se han producido “demasiado tarde”.

Para evitar que la situación se agudice debe vigilarse que los bancos sigan disponiendo de suficiente capital propio, mientras que por parte del Estado no debe procederse a tratar de rescatar a la banca con dinero del contribuyente.

Eso sería una “falsa señal” para el conjunto del sector mundial, que comportaría una pérdida de la confianza de los inversores en los institutos.

Efectos en Suiza

Los bancos suizos UBS y Credit Suisse, que aún cotizan por separado pese a la adquisición del segundo por el primero, cerraron el viernes con descensos en la Bolsa de Zúrich, contagiados de la caída en Fráncfort del Deutsche Bank, aunque ambos valores remontaron en las últimas horas de la jornada.

Las acciones de UBS y Credit Suisse, que llegaron a caer más del 7 % a media sesión, cerraron la jornada bursátil con descensos del 3,55 % y el 5,19 %, respectivamente.

Las participaciones de UBS se cotizan ahora a 17,26 francos suizos (17,46 euros), mientras que las de Credit Suisse lo hacen a 0,76 francos (0,77 euros), casi un 90 % menos de lo que valían hace un año.

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