60 años de atraso en electricidad

CARACAS. En las últimas semanas, en Venezuela se habla casi exclusivamente de la crisis eléctrica.

CARACAS. En las últimas semanas, en Venezuela se habla casi exclusivamente de la crisis eléctrica.

Una noticia que no deja de sorprender porque en el país abundan los recursos para generar energía.

De acuerdo con las cifras aportadas por Electrificación del Caroní C.A. (Edelca) —la empresa de generación hidroeléctrica más importante del país—, la demanda promedio es de 14.100 megavatios (MW). Edelca cubre 70% de esa demanda con un aporte de 9.870 KW, a través de las centrales hidroeléctricas Guri, Macagua y Caruachi, todas ubicadas en la cuenca del Caroní, en el estado Bolívar.

El 30% restante es aportado por otras empresas mediante plantas de generación térmica. El presidente, Hugo Chávez, informó recientemente en su programa ¡Aló Presidente! que en 2009 la capacidad de generación nacional se situó en 23.642 MW.

Esta capacidad instalada sería suficiente para cubrir la demanda promedio e incluso la demanda máxima.

Pero no ha sido así.

Nelson Hernández, profesor universitario y especialista en temas de energía, explica que “actualmente hay fuera del sistema de generación 3.400 MW”.

Este déficit se produce por varias razones, entre ellas, porque sólo funcionan dos de las cinco unidades operativas de Planta Centro, la central termoeléctrica más grande del centro del país.

“De haber concluido a tiempo la construcción de las represas hidroeléctricas planificadas hace años y ampliar el parque termoeléctrico, no habría crisis”, dice.

Para enfrentar la emergencia eléctrica, el gobierno tiene un plan basado en la reducción de la demanda máxima y un aumento de la generación.

En este sentido, el presidente Chávez anunció que la meta de capacidad instalada para el año 2014 debería estar en 33.000 MW.

Por su parte, Alí Rodríguez Araque, actual ministro para la Energía Eléctrica, agregó que para 2010 se tiene previsto incrementar la capacidad en 4.000 MW y continuar el esfuerzo para llegar a instalar unos 10.000 MW adicionales para el 2015.

RETROCESO

Otros analistas también dudan de la capacidad gerencial del gobierno para afrontar el problema eléctrico.

Guillermo Ovalles, ex presidente de Elecentro y actual presidente de la comisión de energía eléctrica de Fedecámaras, señala que “en 11 años el hobierno solo ha logrado incrementar la capacidad en 3.200 MW”.

Ovalles señala que mientras la demanda de electricidad crece a un ritmo de 6.5% interanual, la capacidad instalada lo hace a una tasa de 4%, por lo que cuestionó la intención de restar inversiones al desarrollo de energía limpia, económica y autosuficiente, como la hidroeléctrica, para marchar hacia un sistema de generación distribuida, similar al cubano, donde las poblaciones son atendidas con plantas termoeléctricas independientes de escasa potencia, que generan contaminación sónica y ambiental.

“Retrocedimos 60 años, a los tiempos cuando no existía Cadafe ni el sistema interconectado, que permitió la electrificación de todo el país”, dice Ovalles.

MEDIDAS

A pesar de las recomendaciones del Colegio de Ingenieros de Venezuela, Fedecámaras, academia, universidades y varios expertos independientes, el presidente Chávez fijó el rumbo hacia un sistema con énfasis en generación distribuida para disminuir las vulnerabilidades del sistema interconectado, que en su opinión, cada vez será más afectado por los cambios climáticos.

“La emergencia eléctrica en verdad es una emergencia”, admitió el presidente Hugo Chávez, al firmar un decreto que incluye penalidades por excesos en el consumo; el cual complementa las restricciones de horarios en oficinas públicas y centros comerciales; prohibición de encender avisos publicitarios en calles y avenidas.

COSTOS Y TARIFAS

Por otro lado, se encuentra el problema de las tarifas.

Nelson Hernández indica que el kilovatio/hora en Venezuela es muy barato.

Ovalles agrega que el precio se ha mantenido congelado por muchos años y actualmente el kilovatio/hora se ubica por debajo de los cinco centavos de dólar, cuando el promedio mundial es de 11 centavos. Los datos de la USB revelan que la demanda siempre crece, especialmente porque no hay incentivos para que no lo haga, gracias a las bajas tarifas

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