Este evento que se vio fundamentalmente desde América, empezó sobre la medianoche de este viernes 14 de marzo y llegó a su máximo sobre las 3 de la mañana,...
- 20/12/2008 01:00
- 20/12/2008 01:00
Hemos hecho muchos avances desde julio, como ponen en evidencia los nuevos compromisos que están encima de la mesa en dos áreas esenciales de la Ronda como son agricultura y tarifas industriales. Pero, nos ha faltado convergencia en dos temas, que no son los únicos abiertos pero sí tienen un importante calado político: la aplicación de la cláusula de salvaguardia, que los países en desarrollo piden poder aplicar en caso de aumento de las importaciones agrícolas, y la reducción de tarifas sobre productos industriales en determinados sectores, como la química o la electrónica.
Mi idea era que sentar a todos los ministros juntos en una habitación sin suficientes posibilidades de acuerdo, podría haber funcionado pero también había grandes riesgos de que no funcionase. En estas dos cuestiones, mi diagnóstico después de una semana llena de teleconferencias, conversaciones y reuniones con algunos ministros es que las posiciones siguen demasiado rígidas y que en esas condiciones una reunión ministerial no habría llevado a un acuerdo, incluso con la presión de otros para que flexibilizaran sus posiciones.
Supongo que entre los ministros se responsabilizarán unos a otros de estos resultados, pero como director general de la OMC debo respetar mi obligación de neutralidad. Reconozco que no cumplimos con el mandato del G-20. De terminar las negociaciones de Doha antes de fin de año, no son buenas noticias.
Es una negociación muy compleja, con muchas etapas, muchos actores, muchos temas a tratar. Creo que si hubiéramos cerrado esta etapa, eso nos llevaría sin duda a la conclusión de la ronda el próximo año. Al no haberlo hecho, eso no impide que se cierren las negociaciones en 2009, pero verdaderamente lo hace más difícil. Y más aún con la crisis económica golpeando duro y con las bases económicas y sociales de los países sufriendo sus consecuencias. Por otro lado, el valor de lo que está encima de la mesa es ciertamente ahora mayor que hace seis meses.
Sí hay riesgos de ese tipo y desde luego si hubiéramos cerrado esta etapa hubiera sido una señal de determinación política para combatir las tendencias proteccionistas. A este respecto, no son buenas noticias. En estos momentos turbulentos es cuando nos damos cuenta de la importancia de mantener el comercio abierto, incluso si son las antiguas reglas las que rigen el sistema multilateral de comercio.
No lo sé. El equipo de transición ha estado callado sobre esta cuestión, que es lo tradicional. Hay una administración hasta el 20 de enero y tendremos una nueva a partir de entonces. Lo que sí es seguro es que las negociaciones continuarán cuando haya un nuevo equipo en el lado estadounidense.
No es tan claro, puede ir en los dos sentidos. Si los dirigentes políticos convencen a la gente de que combatir el proteccionismo es importante quizás se convierta en un activo para la campaña. Pero si están convencidos de que las importaciones son un problema para el país pueden ser un obstáculo.
Pascal plasmó su preocupación ante el fracaso de la Ronda de Doha, alegando que en estos momentos turbulentos es cuando nos damos cuenta de la importancia de mantener el comercio abierto, incluso si son las antiguas reglas las que rigen el sistema multilateral de comercio. A su juicio, cerrar Doha hubiera sido una señal de que se está haciendo el esfuerzo político para llegar a un compromiso. Realmente, no son buenas noticias para la economía mundial, por lo que recordó a los miembros de la OMC que el tiempo vale mucho dinero. ©ELPAIS.SL.