El objetivo principal de este equipo interinstitucional, según el Ejecutivo, será gestionar la crisis social y laboral que enfrenta la provincia
- 28/05/2017 02:01
En casi todo el mundo, históricamente, las normas laborales giraron en torno a un tipo de trabajo que es continuo, de tiempo completo y se suscribía a una relación subordinada y directa entre el empleador y el trabajador.
Pero durante las últimas décadas, tanto en los países en desarrollo como aquellos industrializados, se ha producido una marcada transición del empleo tradicional al empleo atípico, señala la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en análisis realizados sobre el empleo atípico en el mundo.
Según la OIT, existen cuatro categorías generales de formas atípicas de empleo. Estas son el empleo temporal, el trabajo a tiempo parcial, el trabajo temporal a través de agencia, y las relaciones de trabajo encubiertas y el empleo por cuenta propia económicamente dependiente.
Dentro de estas categorías, enfatiza el organismo internacional, hay distintas modalidades, algunas de ellas, propias de los países.
Por ejemplo, las relaciones de trabajo multipartitas, que se refiere a trabajadores que no están contratados directamente por la empresa en la que prestan sus servicios, sino por un tercero.
También identifica lo que denomina el empleo encubierto, un tipo de trabajo que presenta una apariencia distinta de la que en verdad tiene, con el fin de anular, impedir o atenuar la protección que brinda la ley al trabajador. El trabajo encubierto, agrega el organismo internacional, supone el ocultamiento de la identidad del empleador, contratando a los trabajadores a través de un intermediario, o el uso de un contrato comercial o cooperativo, en lugar de un contrato de trabajo.
TENDENCIA
De acuerdo con estudios de la OIT, algunas actividades económicas tienen características especiales que favorecen el empleo atípico, como el sector de hostelería y turismo, que se caracteriza por una gran fragmentación, cadenas y franquicias hoteleras globales, la externalización, la estacionalidad y la necesidad de prestar servicios fuera de las horas normales de trabajo.
El crecimiento del sector minorista y la consiguiente ampliación de los horarios, también han impulsado la utilización de la modalidad de empleo atípico, dado que las empresas suelen contratar a trabajadores a tiempo parcial para cubrir estos turnos adicionales, repercutiendo más en las mujeres, puesto que son ellas quienes trabajan con mayor frecuencia en el sector de los servicios, en especial el minorista.
Al mismo tiempo, señala la OIT, el sector manufacturero está sometido a las presiones de la globalización, con la intensificación continua de la competencia internacional y la presión para reducir los costos. Como resultado, la fragmentación de la producción, acompañada de la externalización, aceleró el comercio de bienes intermedios y la proliferación de las cadenas mundiales de suministro.
La feroz competencia entre los proveedores y la creciente presión de los compradores para reducir costos y garantizar la puntualidad de la producción, están ejerciendo mayor presión en los proveedores locales para externalizar y subcontratar la mano de obra y emplear a los trabajadores por periodos reducidos, contratándolos reiteradamente con contratos de corto plazo.
La propia subcontratación de la mano de obra puede considerarse como una extensión lógica de la externalización global, detalla la OIT, cuando aborda el tema del empleo atípico.
TECNOLOGÍA
Otro aspecto que impulsa el empleo atípico son los avances tecnológicos. Las nuevas tecnologías de la información, la mayor calidad y menor costo de la infraestructura y las mejoras de la logística y el transporte, permitieron a las empresas comparar, organizar y gestionar una producción dispersa por todo el mundo.
Las nuevas tecnologías también han dado lugar a la creación de nuevas formas de trabajo, como el empleo a través de plataformas de internet, o el trabajo a pedido mediante aplicaciones por celular.
ANTECEDENTES
Una de las primeras tareas que se externalizaron fue la limpieza de oficinas, seguida de otros servicios administrativos de apoyo como la informática y la gestión de nóminas. Incluso, algunas empresas terminaron dependiendo de las modalidades atípicas de empleo para las funciones que se podrían considerar primordiales, sostiene la OIT.
Algunas industrias también fraccionaron sus funciones básicas, como en el caso de las principales cadenas hoteleras, que externalizaron los servicios de recepción y limpieza a otras compañías proveedoras de servicios, y las empresas de telecomunicaciones, que subcontrataron los servicios de instalación y reparaciones en el hogar a una gran multitud de trabajadores por cuenta propia.
En el caso de otras actividades económicas, el empleo atípico ha existido siempre y ha sido frecuente en los sectores sujetos a fluctuaciones estacionales, como la agricultura, la construcción y el transporte.
CATEGORÍAS DE LA TENDENCIA
Existen cuatro categorías generales de formas atípicas de empleo. Estas son el empleo temporal, el trabajo a tiempo parcial, el trabajo temporal a través de agencia, y las relaciones de trabajo encubiertas y el empleo por cuenta propia económicamente dependiente, detalla la (OIT).
Además, las presiones de mercado han hecho que empresas utilicen el empleo temporal para responder a las necesidades específicas de mano de obra a corto plazo, como cuando deben reemplazar a un trabajador ausente, cumplir con los picos de demanda de corta duración o evaluar a empleados.
CIFRAS
Según la OIT, el trabajo ocasional representa casi dos tercios del empleo asalariado en Bangladesh e India, y más del 40% en el Pakistán.
En los países latinoamericanos, las experiencias son variadas. Mientras que en Argentina y Brasil el uso del empleo temporal se limita a menos del 10%, otros países de la región exhiben una elevada y creciente proporción de trabajo temporal, como Ecuador y Perú, con más de 50% de empleados asalariados en modalidades temporales, arrojan cifras de la OIT.
En África, la forma más común de empleo temporal es el ocasional. En Kenya, uno de cada cuatro empleados es ocasional, en Zimbabwe y Malí, más de uno de cada tres son ocasionales. El empleo temporal en general alcanza casi el 60% en Etiopía y Tanzanía.
PREOCUPACIÓN
El incremento de la modalidad de empleo atípico es evidente en las estadísticas laborales de muchos países industrializados y en desarrollo. A la OIT le preocupa esta tendencia, porque estas modalidades están asociadas con una mayor inseguridad para los trabajadores.
Lo que podría ser deseable y beneficioso para el trabajador o la empresa, especialmente a corto plazo, puede tener consecuencias negativas para la economía a largo plazo, concluye el Organismo Internacional del Trabajo.