La contratación de una sala de hemodiálisis que no existía

Actualizado
  • 17/06/2020 11:01
Creado
  • 17/06/2020 11:01
El Minsa contrató por más de un millón de dólares a una empresa para atender a pacientes de hemodiálisis, sin que esta tuviese una sala equipada

El Ministerio de Salud (Minsa) otorgó un contrato por $1 millón 92 mil para hemodiálisis ambulatorias a una empresa que no contaba con la infraestructura al momento de la concesión, sin considerar que habían clínicas preparadas para ofrecer los servicios.

Pacientes que reciben tratamientos de hemodiálisis.

Esta información surge de una fuente vinculada al sector Salud, que denunció que la empresa favorecida armó una sala de hemodiálisis paralela a la contratación, para poder ofrecer los servicios de tratamientos.

La Estrella de Panamá contactó a la dirigencia de los pacientes que reciben los tratamientos de hemodiálisis, y no solo se corroboró la denuncia, sino que también se hizo un llamado a las autoridades de Salud para que respeten la transparencia en este tipo de contrataciones.

“Estoy en esta lucha para que se respete la transparencia. No acepto una contratación de una clínica que no existía, cuando había una que estaba primero y que estaba equipada”, explicó Pedro Vargas, de la Asociación de Pacientes y Familiares con Insuficiencia Renal Crónica.

The Panamá Clinic es la empresa que tuvo que modificar el espacio físico de su clínica, para armar una sala de hemodiálisis y poder ofrecer los servicios basados en 6,240 tratamientos en un año, en concepto de 13 tratamientos mensuales por paciente.

Rosario Turner, en su condición de ministra de Salud, contrató a la empresa para atender a 40 pacientes del hospital Santo Tomás con insuficiencia renal crónica por $175 cada paciente, cuando este mismo servicio cuesta $86 en la Caja de Seguro Social (CSS).

Sin embargo, el Minsa en una contestación a este medio aseguró que los servicios que brinda la CSS, en materia de hemodiálisis, no tienen comparación con los de la entidad, porque se ofertan diferentes tipos de servicios. En cuanto a los costos, la institución aseguró que varían de acuerdo a lo ofertado por cada servicio.

Otras de las inconsistencias que aportó la fuente y que lo confirmó Vargas al ser consultado, indican que en principio la clínica pudo adaptarse para atender a 24 pacientes, cuando el contrato establece que el servicio debe darse a 40 pacientes. Pero, posteriormente se adquirieron más equipos para ampliar la cobertura, agregó Vargas.

Los servicios privados de hemodiálisis se iniciaron en la administración de salud de Miguel Mayo. “Turner continuó con la política, con el argumento de que no había capacidad para atender a la creciente población de pacientes que requieren de este tratamiento”, detalló una fuente

En un principio se contrató a la empresa Seprosa por $165 por paciente para ofrecerle el servicio a 120 pacientes. Sin embargo, la propuesta fue cancelada por la Dirección de Contrataciones Públicas por un supuesto conflicto de interés que surgió en medio de la puja y repuja de empresas competidoras, expuso la fuente vinculada al Minsa. Posteriormente, la autoridad de Salud contrató de forma directa a las empresas Cetrersa, S.A., Medicinas Generales y The Panamá Clinic para atender a los pacientes.

Mientras que Pedro Vargas dijo que la empresa salió a relucir de “la noche a la mañana”. Y, aunque, reconoce que es un “gran hospital”, lo curioso es que no tenía sala de diálisis. “¿Por qué explorar un hospital que no tiene sala de diálisis?”, se pregunta el dirigente de los pacientes.

A juicio del representante de los pacientes con enfermedades renales crónicas, se trata de “un contrato tirados de los cabellos” porque están invirtiendo en clínicas y hospitales que están cercanas unas de otras. Tampoco le parece la mejor opción para pacientes de áreas humildes, ya que se encuentran en una zona exclusiva de Paitilla. “Se trata de gente que va a ir a un hospital donde no puede comprar ni un maní”, dijo Vargas, al tiempo que recuerda que una de las propuestas era una clínica en Brisas del Golf, “una barriada de profesionales, pero menos elitista, que era más aceptable para un paciente de estrato humilde”.

Vargas apostaba por una clínica en las afueras porque había una en la ciudad. “¿Para que contratar otra en la misma zona?”, cuestiona.Pero, además, la mayoría de los equipos adquiridos para realizar las diálisis están obsoletos e incluso descartados de las instituciones de salud públicas, denunció la fuente del sector Salud.

El Minsa en su comunicado manifestó: “en este momento era urgente e impostergable sacar a los pacientes para que no se contagiaran de covid-19 en las salas del Santo Tomás, por el hacinamiento y la cantidad de sesiones por día. Se recibieron las cotizaciones de las empresas Cetrersa, S.A., The Panamá Clinic Medical, S.A. Y Medicinas Generales, S.A”.

Según la institución, el proveedor tiene las condiciones técnicas adecuadas, que justifican su contratación para ofrecer el servicio requerido. El Minsa aseguró que a propagación del nuevo coronavirus obligaba a descongestionar el hospital Santo Tomás de los pacientes renales, quienes se encuentran entre los grupos de alto riesgo de muerte al contraer la enfermedad, porque sería el centro de atención de los casos críticos del virus.

'La Decana' intentó, sin éxito, conseguir una versión de la administración de The Panamá Clinic Medical.

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