Sergio Díaz-Granados: ‘Hay que ver a América Latina como una región solución para los desafíos globales’

Actualizado
  • 01/02/2024 09:51
Creado
  • 31/01/2024 22:28
El presidente ejecutivo de CAF destacó el rol de América Latina para hacerle frente a los problemas que tiene el mundo en materia de alimentos y de transición energética, entre otros. El tema es abordado en la Conferencia de CAF: “América Latina y el Caribe, una región de soluciones globales”, que se celebra este jueves en Panamá

América Latina es “una región solución para los desafíos que tiene el mundo”, así lo afirmó el presidente Ejecutivo de CAF -Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, Sergio Díaz-Granados. El colombiano se refirió al respecto previo a la Conferencia CAF América Latina y el Caribe: “Una región de soluciones globales”, que se celebra en la ciudad de Panamá este 1 de febrero. El encuentro internacional será un espacio de diálogo e intercambio de ideas para forjar el futuro de la región y en el que Díaz-Granados tendrá la oportunidad de hablar frente a frente con más de 35 panelistas de diferentes países. En esta entrevista con “La Decana”, el presidente Ejecutivo de CAF habló sobre los problemas globales apremiantes de la región, los desafíos y las oportunidades, temas que serán abordados en la conferencia.

¿Cuál es el objetivo de la conferencia?

Ver dónde están los principales riesgos del 2024. Para un país como Panamá o cualquiera de la región, es evidente que hay un desafío climático muy fuerte y hay que preparar medidas de carácter de urgencia, de choque, para poder superar lo que va a ser el desafío climático por el fenómeno del Niño. Y hay otra transición importante que se va a ver reflejada en los temas de energía, y también tendremos esas opciones. Hay desafíos sociales como la migración, que cada vez es más creciente en América Latina y el Caribe. Panamá se ha convertido en uno de los países que ha recibido mayor impacto por los flujos migratorios y la idea es mirar también qué tipo de respuesta se puede dar desde el plano de la inversión privada y cómo fortalecer la inversión privada en América Latina y el Caribe. Estos temas, básicamente, reflejan lo que son los riesgos del 2024 y cómo atravesar esos riesgos y esos desafíos, es parte de lo que queremos hacer con esta conferencia en Panamá.

Tengo entiendo que el tema del congreso es soluciones para la región: Realmente, ¿América Latina tiene ese potencial para ofrecer soluciones para la región y también que tengan un impacto a nivel mundial? ¿Cuáles son las oportunidades?

Creo que sí, porque cuando uno mira todos los reportes de riesgo, una característica especial de América Latina es que nosotros no tenemos ningún conflicto de Estado, y estamos viendo una gran tensión geopolítica en medio Oriente, en Europa, en Asia; y América Latina ha tenido la ventaja, no solamente en los tiempos recientes, casi en el último siglo, de que no tenemos conflictos entre Estados. Eso que parece algo menor en América Latina, es algo que a nivel mundial es muy apreciado. El riesgo ahí de América Latina es muy bajo ¿Dónde están nuestros desafíos? En temas de seguridad ciudadana, los desafíos están en materia de adaptación al cambio climático ¿Qué ofrece la región frente a esto? Es una región que tiene una gran capacidad de producción de alimentos y una región con una gran capacidad de recursos naturales. Es una región que tiene el 60% del litio que el mundo necesita, el 50% del cobre y el 50% de muchos de los metales y minerales que se requieren para la transición energética. Entonces, hay que ver a América Latina como una región solución para los desafíos que tiene el mundo, en materia de alimentos y en materia de transición energética. Ahí el posicionamiento de la región va a ser clave y es parte de lo que vamos a ver en la conferencia. Tenemos que escrutar esas oportunidades, verlas con anticipación y programar políticas públicas que ayuden a que América Latina sea, vuelvo e insisto, la región solución a los problemas globales; y poder utilizar el hecho de que la región no es una región en conflicto interno, que no tiene un conflicto entre Estados. Para atraer más flujos de inversión se requiere una mayor participación del capital privado, para poder generar la formación de capital necesaria que apalanque el crecimiento económico. El gran desafío de nuestras economías hoy es crecer. Sostener tasas altas de crecimiento para reducir la brechas de pobreza y de desigualdad. Justamente, lo que aspiramos con esta reflexión en la conferencia (de hoy 1 de febrero), con los expertos, es poder seguir trabajando con los gobiernos de la región, en la búsqueda de esas oportunidades.

En materia de inversión, en 2023 se anunció recursos por 45.000 millones de euros (más de $50.000 por parte de la Unión Europea -UE-), como parte del Global Gateway ¿En qué consiste esa iniciativa y cuánto ha avanzado el plan de inversión?

Es una metodología que lanzamos durante la cumbre de presidentes de Celac y la Unión Europea, en Bruselas. El Global Gateway es una metodología que nos permite sincronizar los bancos multilaterales como la CAF, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el Banco Caribeño, junto con el Banco Europeo de Inversiones. Lo que hicimos fue ponernos de acuerdo todas las oficinas en cada país, identificar qué proyectos se deben trabajar mancomunadamente. Proyectos que sean de alto impacto y que ayuden en lo que hemos llamado triple transición verde, digital y social. Se han identificado proyectos a lo largo y ancho desde México hasta Argentina, casi para los 33 países de América Latina y el Caribe, y ya estamos comenzando. El primer proyecto ya cristalizado lo lanzamos la semana pasada, y es el proyecto de digitalización en Trinidad y Tobago. Es mejoras en conectividad en el Caribe y digitalización en Trinidad y Tobago. También hemos avanzado con la línea 2 del Metro de Bogotá, entre otros proyectos. Van unos proyectos muy avanzados y otros están en fase de preinversión, pero lo importante es que disponemos de los sobres financieros, de la capacidad financiera, para poder acometer esos proyectos.

¿Cuánto le tocará del pastel a Panamá?

Depende mucho de lo que las autoridades en Panamá aspiren. Por eso yo hablaba de que esto es más una metodología que una asignación específica para países (...) Hay que determinar qué es lo que el país quiere hacer. Lo que el país puede saber de antemano es que cuenta con una plataforma en donde nos vamos a coordinar todos los bancos de la región, el Banco Europeo de Inversiones y la Agencia Francesa de Desarrollo y el Banco de Desarrollo Alemán, para ofrecerle al país asistencia técnica y los recursos financieros para acometer esos proyectos de transformación que requiera Panamá, el día de mañana.

Vivimos en unas sociedades muy polarizadas, en donde muchos países tienen elecciones presidenciales este año, y en ese sentido, ¿qué mecanismos se podrían implementar para hacer que los proyectos que se financian (como el Global Gateway) sean más sostenibles en el tiempo, y que no se pierdan cuando entre otro gobierno o no se queden solamente en un intento?

Es una buena reflexión para toda América Latina y el Caribe, mirando datos estadísticos. Desde 1986, hasta la fecha, se han hecho en América Latina alrededor de 170 elecciones presidenciales y, de ellas, la mitad las ha ganado la oposición y la mitad, el partido de gobierno. En los últimos cinco años, 90% de las elecciones las han ganado los partidos de oposición al gobierno, en todos los países de América Latina y el Caribe. Ahí se muestra el grado de polarización en que ha llegado la política en los últimos años y obviamente es un quiebre muy grande que hay en los países y, si quiere, puede estar asociado a cambios generacionales y también a cambios tecnológicos, al uso de las redes sociales y lo que hemos llamado la posverdad. Lo cierto es que la política está hoy cada vez más afectada y, no lo digo solamente por un país en particular, lo digo en general en las democracias occidentales, tanto en Europa, como en Norteamérica, como en América Latina y el Caribe, de mucho populismo y mucha posverdad. Esos ingredientes casi que afectan el funcionamiento de las políticas de Estado. Llamamos políticas de Estado, a las que van más allá de un gobierno, que requieren dos o tres gobiernos. Por ejemplo, una política buena en materia de educación, no se pude hacer en un gobierno, porque en un gobierno el periodo es cuatro, cinco o seis años, en cualquier caso, es inferior al tiempo de educación o al ciclo de educación de una persona. Entonces, cualquier política de educación debiera tener una perspectiva a largo plazo. Muchos de los proyectos de infraestructura, realmente grandes, sea una hidroeléctrica, la ampliación de una infraestructura existente, o la ampliación de una autopista, van a requerir más de un gobierno. Entonces, es importante que la polarización y el populismo no se traguen la capacidad de un Estado, de planear horas de alto impacto de largo plazo. Pensemos ahora en el desafío de cambio climático, que es un desafío muy grande y (...) América Latina va a ser una de las regiones más afectadas. No se pueden dar soluciones de cambio climático en un cuatrienio, se van a requerir políticas de 8, 12, 16 y hasta 20 años para preparar la región. Creo que ahí hay un desafío grande en materia de gobernanza en cada país y es un rol que debe involucrar no solo a los gobiernos, sino a la sociedad en general. Proyectos de sociedad que ayuden a bajar el populismo, a bajar la posverdad y que ayuden a la política nuevamente a volverse esencial, en el proceso de la construcción de ambientes más sanos y más saludables. Podemos hacer todos estos cambios en democracia, en América Latina y el Caribe. Vemos que se está pasando por un momento crítico de subsistencia. No es una situación en un país determinado. No hay país hoy democrático que no esté enfrentando, de alguna forma, este tipo de realidad y ajuste.

En específico, ¿han identificado en qué proyectos se enfocarán los recursos del Global Gateway?

Cada país ha ido identificando, digamos la aplicación. Costa Rica, por ejemplo, quiere apostarle más a movilidad eléctrica; Colombia le apostó a la planta de tratamiento de aguas residuales en el río Bogotá, donde caen las aguas no tratadas de la ciudad de Bogotá; Quito le apostó a movilidad también. Cada país ha ido determinando cual es el grado de la apuesta. Por eso, insisto en que el Global Gateway para nosotros es esencialmente una metodología que hay que ir chequeando, y que ya comenzó este año con la supervisión país por país. De hecho, comenzamos por Trinidad y Tobago la semana pasada (...) justamente chequeando los programas que hemos instalado en las islas del Caribe, y ahora que se sepa de estas visitas (...), esa misma coordinación, se hará en todos los países de América Latina. El año entrante, iremos nuevamente a la Cumbre de Celac, Unión Europea, y ahí vamos a poder ver el progreso y el avance del Global Gateway en todos los países.

Si bien estas inversiones salen con fondos de la UE, que ya es el principal inversor en América Latina, la realidad es que China también es un jugador importante, país que ya tiene una disputa comercial con Estados Unidos ¿Estas inversiones son para competir con China? ¿Cuál es su análisis al respecto?

El análisis nuestro, lo digo como latino y como presidente de un banco, que es de latinoamericanos: siempre he dicho que América Latina no puede verse como una novia en disputa. Nosotros tenemos una realidad y es que Estados Unidos es un gran proveedor de remesas a América Latina y el Caribe. De hecho, el año pasado más de $150.000 millones enviaron cerca de 60 millones de latinos que están en Estados Unidos. Entonces, América Latina y Estados Unidos tienen una relación imbricada muy fuerte. Hasta nuestros bienes culturales son altamente consumidos en Estados Unidos. O sea, tenemos hoy como nunca antes en la historia, la mayor huella de latinos dentro de los Estados Unidos. El mercado americano, es cada vez más latino, inclusive, los productos que consumen: plátano, yuca, ñame, pasando por los bienes agrícolas; pero también por la música, Karol G, Maluma, J Balvin, Shakira, Rubén Blades, eso para mencionar algunos, todos los artistas latinos tienen en el mercado americano una gran presencia. Entre el mercado americano y el latino hay una relación innegable. Y, por su puesto, desde México hasta Colombia, es el principal socio comercial. La relación con Estados Unidos es muy importante para América Latina y el Caribe; y para México, especialmente, que ha crecido más en inversión directa. Luego tenemos a Europa, y éste es el gran proveedor de inversión directa extranjera. Más de $800.000 millones invertidos. Europa es de lejos la región del mundo que más plata tiene invertida en América Latina y el Caribe, entonces, la relación con Europa es esencial, porque esas inversiones le traen conocimiento a América Latina. Cuando una empresa (...) se instala en la región arrastra consigo no solamente capital sino conocimiento que ayuda a forjar una América Latina más creativa, más diversa, que apoya más su diversidad biológica y cultural. Y, China es un gran socio comercial. 70% de las exportaciones de Suramérica van para China. Los países de Suramérica, principalmente, los del Cono Sur: Brasil, Paraguay, Argentina, tienen en China un socio esencial; para Chile, es un gran socio comercial China. Entonces, la disputa que surgen entre los bloques, América Latina tiene que mirarlas con mucha cautela y no pueden esos bloques, ni Asia, ni Norteamérica, ni Europa, pretender volver a América Latina una zona de disputa donde vamos. América Latina tiene que trabajar como ha estado trabajando históricamente durante más de un siglo con todos los países, y manteniendo con todos ellos una relación armónica. Necesitamos de todos ellos para el desarrollo de la región y, si mañana se decidiera no exportar al uno o al otro, el daño que tuviera eso dentro de América Latina fuera inconmensurable en aumento de pobreza y en aumento de desigualdad. Lo importante es que América Latina revise su posición de lo que tiene en sus activos culturales, en sus activos naturales y en sus activos de diversidad, y los use para las soluciones que el mundo necesita hoy: alimentos, transición energética. Van a requerir a América Latina para al menos esos dos grandes desafíos que hay hoy, de reducir el hambre y hacer la transición, a una economía que contamine menos.

CAF es un banco verde ¿Cuánto se ha desembolsado?

El año pasado, tuvimos un año récord en materia de desembolsos y aprobaciones. Tuvimos aprobaciones cercanas a $16.000 millones, un poco más por encima (...), es el año más alto en la historia del banco que tiene ya 56 años. En el caso de Panamá, tenemos ya una cartera consolidada de $2.400 millones en operaciones . El año pasado aprobamos $420 millones para Panamá, y casi $300 millones de ellos se fueron a soberanos y $120 millones a no soberanos, al sector privado, con bancos comerciales. El banco trabaja tanto con sector privado como con sector público y estamos en sectores muy diversos, desde educación, saneamiento básico, agua, vías, apoyos a proyectos turísticos. Hemos hecho una gran dispersión de la agenda. Panamá entró en el año de 1997 a CAF y, desde entonces, hemos tenido operaciones en el país, celebramos los 25 años de Panamá en CAF. Anunciamos la construcción de nuestro ‘hub’ para todo el norte del continente suramericano y para Centroamérica desde acá desde Panamá. Ya comenzamos la construcción de este ‘hub’. Vamos a tener cerca de 200 especialistas de toda América Latina y el Caribe, viviendo y trabajando desde Panamá. La relación de CAF y de Panamá es una muy especial y tenemos siempre la creencia de que Panamá es uno de los países llamados a dar el paso definitivo al desarrollo y volverse si se quiere en una especie de camino iluminado para muchos de los países de la región, de por dónde alcanzar el desarrollo. Claro, hay desafíos, como hay desafíos en toda América Latina, pero vemos a Panamá como un país que tiene esa gran capacidad para terminar de dar el salto y convertirse en país, porque no, de ingresos altos en América Latina y el Caribe, y de resolverle a los habitantes las deficiencias que tengan hoy en servicios esenciales, en saneamiento básico, en residuos sólidos, en educación o en salud. Aspiramos como banco ayudar en esa misión a Panamá. El foco del banco, cuando digo que es un banco verde, es pensando que el gran desafío que tiene América Latina a mediano plazo hoy, y que el banco quiere trabajarlo de la mano de los gobierno, es la adaptación al cambio climático. Lo estamos viendo este año en el caso de Panamá, es un año crítico del régimen de lluvias (...) Crítico para Panamá, crítico para Colombia, para el norte de Ecuador. Crítico en Ecuador y en Perú, por lo contrario, por las inundaciones, y crítico en el sur del continente por los incendios forestales. Queremos que el banco ayude a prepararse para esa transición, como lo dijo el Secretario de las Naciones Unidas: ya no se trata de una advertencia, estamos lidiando ya con las consecuencias de cambio climático. Ver la reducción, por ejemplo, de agua, por el régimen de lluvias, qué implicaciones tiene en un país como Panamá que necesita galones de agua para el funcionamiento del Canal, para el consumo humano y para la agricultura y la ganadería. Entonces, conciliar sectores que el día de mañana van a estar todos compitiendo por el uso del agua fresca, requiere justamente una planeación y una adaptación, que es lo que queremos hacer desde el banco, con Panamá también. Trabajar de la mano del gobierno para prepararnos. Una realidad, en que no importa qué gobierno venga, ni el color de los partidos políticos ni la ideología, hay que lidiar con el hecho de que tenemos al frente un cambio climático que va a golpear, particularmente, a los países de esta franja, a los países de América Latina y el Caribe.

¿Cuál es la cartera de préstamos del CAF para este 2024?

Aspiraría que fuéramos por el orden de los $500 millones para el país, entre público y privado. Sería un buen acompañamiento financiero para las necesidades del país. Obviamente, este es un año muy singular porque tenemos elecciones y cambio de gobierno. Y lo que aspiramos es que una vez que pase el cambio de gobierno, dedicar a hacer una estrategia del banco con el gobierno, de manera que podamos visualizar el cuatrienio completo e identificar qué proyectos son prioritarios para el nuevo gobierno y ahí sentarnos con los especialistas del lado del banco en infraestructura, en transformación digital o en servicios públicos a mirar esas prioridades del gobierno panameño, dónde podemos colaborar y ayudar, incluyendo lo del Global Gateway. Por eso es importante entender que, una vez los panameños decidan qué tipo de gobierno quieren y ese gobierno cuál es su compromiso con el país, automáticamente sentarnos, casi al día siguiente para planear. Eso lo hemos hecho en Chile, Colombia, Argentina, Perú, en todos los países de la región, para sincronizar el esfuerzo del banco. Aquí hay especialistas de muchas nacionalidades, en muchas materias, listos para acompañar esa transición y ese cambio en Panamá.

¿Tienen previsto capitalizar el banco?

El banco se capitalizó en diciembre de 2021 y fue una capitalización de cerca de $7.000 millones, la más alta que hemos hecho en la historia. Ya los países están contribuyendo con el capital. Están llegando nuevos países también para sumarse, lo cual fortalece la posición de capital del banco; y hay países que tenían una participación pequeña que la han aumentado, en el caso de Chile, República Dominicana o el ingreso de nuevos países como Honduras y El Salvador. Todo esto ha fortalecido la capitalización patrimonial del banco y hoy la hoja de balanza está muy sólida, un banco con calificación doble A, con una perspectiva estable. De manera que el banco es un activo financiero importante de ayuda a toda la región para estructurar proyectos y financiarlos, por su puesto.

¿Cuál es la cartera total de CAF para la región?

Estamos llegando a los $34.000 millones de cartera total en América Latina. Este año vamos a ir con aprobaciones, por encima de los $16.000 millones. Estamos creciendo entre 7% y 9% anual. El año pasado llegamos a casi el 10% de crecimiento. Fue un año muy bueno. Hay una gran demanda de financiamiento en América Latina y el Caribe, de recursos del banco; y lo que aspiramos es ir haciendo cada vez mejores proyectos y acompañando los esfuerzos de los socios.

Demanda de préstamos ¿CAF financiaría proyectos extractivistas?

Depende en cada país. El banco puede involucrarse en proyectos de carácter, por ejemplo, en gas, lo hemos hecho, pero para reducir la huella de metano. Por ejemplo, tenemos proyectos con Global Gateway que buscan mejorar el funcionamiento, por ejemplo, de una planta de gas, pero para bajar huella de metano. Nos interesa bajar metano en ganadería o en gas. Si mañana hay un proyecto, por ejemplo, de cobre, digamos que en un país cualquiera, no digamos Panamá, sino uno cualquiera como Perú o Chile, de pronto el proyecto versa sobre como dar valor agregado al cobre, posiblemente nos interese estar ahí, porque ya no se trata tanto de la extracción como tal, sino del valor agregado del cobre. Y eso lo hemos hablado con países que tienen en el cobre uno de sus principales ingresos, en el caso de Perú y Chile. O mañana, por ejemplo, no sé, piscinas de litio, entonces, nos interesa valor agregado del litio para no tener que exportar solamente el material, sino poder llegar el día de mañana con valor agregado. Entonces, estos bancos tienen que trabajar, buscando siempre qué es lo que le contribuye más al desarrollo del país. Si ya hay una actividad de extracción organizada, porque el mundo sí o sí va a requerir de la minería, sí o sí. No hay manera de que tengamos transición energética sin minería. Tiene que ir de la mano, hay que hacerla responsable. Se requiere la minería, de los metales y los minerales, para poder hacer la transición, sea para hacer baterías de litio, sea para hacer conductores específicos, sea para electrificar zonas extensas, sea para tener sistemas autónomos y no interconectados, se va a requerir materiales que posee América Latina, que es una de las zonas más importantes del mundo para proveeduría de metales y minerales. La pregunta es si vamos a ser simplemente pasivos en la extracción o si vamos a darle valor agregado a esas producciones. De hecho, lo discutíamos el año pasado en Celac de la UE, cuando dijimos: no queremos que vean a América Latina como una zona de extracción. Queremos transferencias de investigación y desarrollo a América Latina como lo hicieron en China, de hecho. Gran parte de la fortaleza china hoy, la producción de ferrocarriles y de aviones está sobre la base de la transferencia tecnológica que hicieron en los 80 y 90 las empresas americanas y europeas a China. Si hoy hay una gran fortaleza china en la producción de ferrocarriles, que son su ingeniería, su equipamiento, su material rodante, lo más competitivo hoy a nivel mundial, o entre lo más competitivo a nivel mundial, es producto de la transferencia tecnológica. El mensaje que dimos el año pasado en Bruselas fue exactamente ese: se necesitan los recursos naturales de América Latina para hacer la transición energética, pero no queremos solamente que saquen el cobre o el litio sino que además, traigan investigación y desarrollo, que ojalá esas baterías y esos materiales sean terminados de producir en América Latina, y generen valor agregado en la región. Ese es un poco la discusión y como Banco de Desarrollo hemos tratado todo el tiempo de promover esa conversación. En sí, no es que financiemos un proyecto de extracción, pero sí nos interesa que una vez los países toman decisiones a ese respecto ver qué valor agregado se le puede dar a esos sectores.

¿Cree que pueda haber una minería menos impactante al ambiente, más sostenible?

Tiene que ser así. Es que en el siglo 21, no es posible pensar con la lógica del siglo 19, con la lógica del siglo 20. Los proyectos hoy se tienen que tener en cuenta las comunidades, el impacto ambiental y tiene estar muy calculado el sitio donde se pueden hace proyectos y donde no se pueden hacer; y dependiendo del sitio pues habrá que hacerlo de una manera o de otra. Hoy hay suficiente ciencia, rigor, instrumentos, tecnología como para poder valorar exactamente qué hacer y cómo hacer, porque no puede ser que se haga en cualquier sitio y de cualquier manera, entonces, ahí es donde tenemos que utilizar la ciencia.

En Panamá, se ha dado una situación con una mina de cobre ¿cómo evalúa usted esta situación? y si se diera la petición ¿financiarían en esta mina proyectos con valor agregado como el que plantea?

Diría solo lo segundo. No quiero representar una hipótesis porque no tuviera cómo decir ni sí ni no ahorita, pero, por supuesto, el banco siempre ha estado abierto con sus socios a estudiar cualquier propuesta que vaya en beneficio del país y en beneficio del desarrollo del país. (...) Nos interesa cualquier cosa que vaya en beneficio de los panameños, estar presente y acompañarlos, como financiamos en el pasado la ampliación del Canal de Panamá o hicimos otras obras dentro del país, porque le sirven a Panamá, le sirven a la región. En general, obviamente habrá que esperar qué tipo de planteamiento es. Lo de financiar actividades extractivistas, es lo que el banco no ha hecho realmente, pero donde uno pudiera eventualmente es ayudar eventualmente a los países a tener un marco regulatorio, ayudar a tener un buen set de políticas, identificar qué tipo de estudios se tienen que hacer previamente. Ahí este o cualquier otro banco podría darle una asistencia buena al país (...), de un asesor, en búsqueda de lo que mejor le sirva a la sociedad en general. Diría eso como en términos generales, pero no puedo emitir una opinión sobre el manejo mismo (de la mina). No me compete como presidente del banco, ni como extranjero dar una opinión sobre el asunto de Panamá. Pero, puntualmente, diría que estos bancos y estas instituciones se pueden utilizar solo para eso, construir buen set de políticas públicas, contrastar de pronto con otros países sobre cuál es el mejor marco regulatorio o traer y financiar estudios que ayuden a ser cualquier tipo de obra con el menor impacto posible a la sociedad.

Usted va a ser uno de los ponentes del congreso ¿Hará algún anuncio especial?

No, básicamente lo que queremos es hacer una reflexión sobre la situación del entorno de América Latina y algunas recomendaciones puntuales de cómo enfrentar puntualmente el 2024, que es un año que no tiene una perspectiva de buen crecimiento para la región, que va a estar alrededor del 2% y hay que preocuparse por crecer en América Latina, y hay que identificar cuáles son esos sectores en cada país que nos pueden ayudar a acelerar el crecimiento económico (...).

Las proyecciones del 2% son para la región ¿Cuáles son sus perspectivas de crecimiento para Panamá?

El 2% es para la región. Para Panamá, todos los pronósticos oscilan entre 4 y 4.6%. Hay una gran incertidumbre con el tema de Cambio Climático hoy y de qué puede pasar con el régimen de lluvias en los próximos meses. Eso es un incierto total; y, eso tiene un efecto, como le pasó a Suramérica. Insisto tuvimos el año pasado, el primer semestre de 2023, fue el más seco en Paraguay, Uruguay y Argentina, desde 1944, y eso implicó una caída en la producción agrícola dramática, que marcó una caída en el crecimiento económico de esos países y un ajuste económico importante en el caso de Uruguay, Paraguay y Argentina. ¿Cuánto va a ser el impacto de la sequía en Colombia y en Panamá, especialmente, en los próximos tres meses? Es algo que tendremos que esperar y eso va a impactar probablemente cualquier tipo de pronóstico que se haga desde el punto de vista de crecimiento económico. Si el Canal está más lento o el paso de las embarcaciones, y hay un impacto por esa vía en las cuentas de la nación o si eso impacta la producción agrícola y pecuaria, cuánto eso impacta en el PIB agrícola, serán las cosas que veremos a lo largo de este año (...).

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