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- 31/07/2013 02:00
PANAMÁ. ‘ La volatilidad en materia de reducción de la pobreza y (los) tercos niveles de desigualdad podrían constituir a futuro una receta para (la) inestabilidad social y política’. Así destacó el abogado, sociólogo y economista panameño Eloy Fisher en el informe ‘Panamá, crecimiento y conflicto: Un grado de inversión en medio de complicaciones sociales e institucionales’, publicado en la Carta Económica Apediana de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede).
Esta advertencia se basa en tres aspectos —asumidos por el experto como ‘retos’—, en los que señala que el crecimiento económico sostenido de Panamá ‘yace sobre (tres) bases endebles’.
Para Fisher, la primera de estas es la productividad del trabajador panameño, considerada por él como un problema ‘‘crónico’’ para la economía local. ‘En nuestro caso la productividad laboral explica un mero 11% del crecimiento económico panameño entre 1991 y el 2010 (...) una cifra que si bien es significativa, yace muy por debajo del promedio del crecimiento económico experimentado ayer y hoy’, destaca en su informe el también profesor universitario.
El segundo de los retos de Fisher es la vinculación de la economía panameña con la estadounidense. ‘Si bien Panamá resistió a los embates de la crisis en 2008 y en 2009, la economía panameña permanece vinculada a la demanda internacional del mercado de EEUU’, indica Fisher. Y explica: ‘Mucho del comercio hacia EEUU transita por el Canal y la Zona Libre de Colón. Cuando la economía de EEUU crece, aumenta la demanda de bienes internacionales y con ello, el dinamismo de la economía nacional, ya que la actividad importadora hacia EEUU es mucho más flexible y elástica que su ca pacidad exportadora hacia el resto del mundo’.
Sin embargo, el atractivo que ha supuesto la inversión de Europa y Sudamérica es una interrelación que existe entre Panamá y EEUU -pero en vez de ser una desventaja, esta rapidez de ajuste contribuye a que nuestra economía ventile eficientemente las eventualidades a nivel financiero sobre la economía real.
El tercer reto es el más vinculado con la advertencia arrojada al inicio por Fisher. ‘En las graves desigualdades que persisten en Panamá (tanto a nivel sectorial, productivo y social), existe la muy preo cupante posibilidad que se agiten elementos explosivos en nuestro entorno (...) a con secuencia de conflictos sociales (...) protagonizados por grupos marginados de este crecimiento’, apunta Fisher.
Tanto Eloy Fisher como Felipe Argote, del Consejo Económico Consultivo de Apede, estiman que la solución está, entre otras partes, en la educación.
El primero señala que ‘hay que repensar el tema educativo y el modelo de desarrollo panameño’ y ante esto Argote señala que el tema de la educación debe ser ‘más que un tema de campaña’, ya que ‘casi todos estos puntos (planteados por Fisher) nos llevan a lo mismo: la educación’.
En el contexto general, René Luciani, del Consejo Económico Consultivo, quien junto a Argote presentó la publicación Apediana a los medios, estima que el crecimiento de la economía panameña puede ocultar ‘serios obstáculos en materia capital y de recurso humano’.
Sobre el tema educativo, Luciani señala la ‘necesidad de retomar políticas sectoriales que no solo busquen distribuir las ganancias de la productividad en los sectores de enclave, sino, además, impulsar la productividad de sectores potencialmente generadores de empleo.