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- 16/04/2012 02:00
PANAMÁ. A mediados de la década de los años 80, se aplicó en América Latina un proceso de liberalización económica conocida como el Consenso de Washington, el cual establecía, entre sus principales obligaciones, la privatización de las empresas estatales.
Se inició el proceso de asignar un valor a estas empresas para luego venderlas por el precio establecido, suponiéndose que con el producto de estas ventas se generarían los recursos necesarios para la satisfacción de las necesidades de la población.
Esta misma fórmula se utilizó inicialmente en Panamá con la venta de Cemento Bayano y Cítricos de Chiriquí.
Sin embargo, con el transcurrir de los años, incluso los principales defensores del liberalismo en América Latina dieron la voz de alerta en el sentido de que este proceso no podía continuar de esa manera, ya que la experiencia estaba demostrando que el resultado era que ya no se contaba con los ingresos que generaban las empresas estatales y las necesidades que se suponía se iban a satisfacer con su venta, no sólo permanecían, sino que habían aumentado.
PRIVATIZACIÓN
La República de Panamá inició un proceso de ‘privatización’ diferente. En nuestro país se procedió a corporatizar las empresas para luego vender el 49 % de las acciones, reservando para sí el 49 % y el 2 % restante pasó a propiedad de los trabajadores de la empresa ingresando el producto de la venta y de los dividendos posteriores al llamado Fondo Fiduciario para el Desarrollo.
Después de muchas experiencias en América Latina hoy en día no se puede mostrar el beneficio o destino de los recursos recaudados con estas privatizaciones, no obstante en Panamá sí se puede señalar que los mil trescientos millones producto de este proceso se encuentran en un fondo que sigue generando un dinero adicional para el financiamiento de proyectos del gobierno nacional.
Cuando se pensaba que este proceso no sólo iba a permanecer, sino que se iban a incrementar con los recursos del Canal, nos sorprendimos con la información de que como en el presupuesto del Estado aparecían estimados cien millones de dólares producto de la futura venta de los terrenos de la Zona Libre de Colón, había que proceder no sólo con esto, sino también con la venta de las acciones que el Estado posee en las empresas mixtas.
Si esta decisión fuera producto de una planificación adecuada de la actividad económica gubernamental, entonces en el presupuesto de la Zona Libre de Colón se debiera reflejar también una disminución de los ingresos en concepto de arrendamiento como contrapartida de los cien millones de ingresos señalados.
No obstante, cuando se analiza el presupuesto de ingresos de la zona franca se observa que este renglón que asciende este año a unos 34.9 millones pasó de representar del 37 % de los ingresos el año pasado, a un 39.9 % este año.
Esta situación preocupa, ya que pareciera haber una falta de coherencia en el cálculo de los ingresos estatales de este año.
Pero esta situación de incoherencia se repite cuando se justifica la medida de adicionalmente vender las acciones del Estado en las empresas mixtas, bajo el argumento de que no se puede ser juez y parte en la actividad económica o que no se podía competir con la empresa privada como empresario.
Mientras que por otra parte avanzaba a pasos agigantados el proceso de adquisición de los corredores norte y sur a través de una empresa estatal recientemente creada.
La primera pregunta que se hacía era, ¿por qué vender estas acciones?, ¿será que eran un mal negocio para el Estado?, pero cuando se observa que en los últimos cuatro años estas empresas aportaron en dividendos a las arcas nacionales un total de casi 600 millones de dólares y que solo Cable & Wireless, que se supone será la primera en ser afectada, aportaba el 42.7% de este total.
Con la observación adicional que la misma opera en el sector que ha mostrado más dinamismo en la actividad económica en los últimos años, entonces evidentemente se observa que ser accionista de estas empresas no es mal negocio nada.
Algunos otros analistas se preguntaban ¿cuál podría ser la razón real de esta decisión?, ¿será que se está previendo un posible déficit por encima del permitido cuyo límite fue recientemente aumentado?
DÉFICIT
Según las cifras del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el déficit del Gobierno Central aumentó del 2010 al 2011 un 62.3% para ubicarse en un total de 1 millón 107 mil dólares, mientras que el déficit del sector público no financiero se incrementó un 37.4%, quedando en 703.1 millones.
Las autoridades gubernamentales han señalado que en absoluto el Estado espera sufrir una falta de recursos para el financiamiento de las operaciones gubernamentales, pero entonces la pregunta que surge es ¿entonces para qué deshacerse con tanta premura de terrenos y acciones que representan en el presente y a futuro, una importante fuente de recursos si en realidad estamos bien?
La justificación de la venta de los terrenos propiedad de la Zona Libre de Colón se explica señalando que a través de esta transacción se brindaría seguridad jurídica a los empresarios de la zona franca para la realización de sus operaciones comerciales.
No obstante, cuando se les consulta, estos hombres y mujeres de negocios señalan que ellos no han pedido el cambio de la situación actual y que por 64 años le ha permitido realizar sus transacciones con la mayor estabilidad, incluyendo los peores momentos de turbulencia política vivida en nuestro país.
PROPUESTA
Hay que tener muy en cuenta que la propuesta presentada no sólo se refiere a la venta de terrenos, sino a la derogación de la actual Ley Orgánica de la zona franca estableciendo totalmente nuevos parámetros para la operación de la misma, con el agravante de que uno de los temas que abarca es el de establecimiento del Régimen de Propiedad Horizontal, el cual de por sí conlleva todo un tema de discusión.
Es cierto que desde hace muchos años se ha planteado la necesidad de adecuar la legislación de la Zona Libre de Colón a las nuevas realidades de apertura tecnológica y de apertura comercial internacional.
Pero también se ha señalado que esta adecuación debía ser producto de aportes de aquellos que interactúan en la generación de miles de millones en transacciones comerciales y no ser presentada como sorpresa para todos, con el agravante de que aún no se sabe qué va a contener finalmente esta sorpresa.
DECISIONES
En economía se señala que ‘el capital es nervioso’, y que frente a situaciones que generan demasiada incertidumbre prefiere o postergar sus decisiones de inversión o realizarlas en otros lugares probablemente menos inciertos.
¿Para qué arriesgar la estabilidad de operación de la zona libre más grande del mundo con propuestas que ni siquiera representan la versión final de lo que espera el Gobierno Nacional que se plasme en la misma?
Si ya se ha visto la mala experiencia de los vecinos de América Latina en sus procesos de privatización, ¿por qué se pretende insistir nuevamente en el desprendimiento de nuestra cuota parte como Estado, si cuando sabemos que al final ni tendremos los recursos que estas generan en la actualidad ni se logrará satisfacer una mínima parte de las tales necesidades que se pretenden resolver?
VENTA
En el caso de la Zona Libre de Colón, si se sigue el argumento utilizado con la venta de las empresas mixtas, ¿cuál será el siguiente paso?, ¿acaso la privatización de la zona franca?
Es necesario que las medidas que se propongan sean confrontadas con aquellos que serán afectados por su implementación, de manera que ni se disminuya la competitividad de la Zona Libre de Colón ni se pongan en peligro los miles de empleos que actualmente en ella se generan.