“Don Berna” incrimina a Uribe

Actualizado
  • 23/04/2009 02:00
Creado
  • 23/04/2009 02:00
COLOMBIA. El ex jefe paramilitar y narcotraficante Diego Murillo, alias “Don Berna”, declaró ante un tribunal estadounidense que dio re...

COLOMBIA. El ex jefe paramilitar y narcotraficante Diego Murillo, alias “Don Berna”, declaró ante un tribunal estadounidense que dio respaldo y financió la primera campaña electoral del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, en 2002.

El gerente de la campaña presidencial de Uribe negó esa acusación.

“Don Berna” fue condenado este miércoles a 31 años y tres meses de prisión y a pagar una multa de cuatro millones de dólares por importar cocaína a Estados Unidos.

Murillo, de 48 años, fue extraditado por Uribe el 13 de mayo del año pasado, junto a una decena de ex jefes de las ultraderechistas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), formalmente disueltas en 2007, tras negociar su desmovilización con el gobierno entre 2003 y 2006. La justicia estadounidense los reclamaba por narcotráfico.

AUDIENCIA

Durante la audiencia del proceso a Murillo, celebrado en un tribunal del Distrito Sur de Florida, Estados Unidos, una de sus abogadas leyó un documento en el que presentó a su defendido como víctima de la violencia comunista, como un patriota que quedó lisiado y sin embargo siguió trabajando por la comunidad.

La abogada pidió al juez federal Richard Berman que, antes de imponer la pena, valorara que Murillo y las AUC contribuyeron a la campaña de Uribe y apoyaron sus aspiraciones.

Cuando la mujer terminó de leer la declaración, el juez le preguntó a Murillo si tenía alguna objeción a lo leído por su defensa, y él contestó que no.

DECLARACIONES

A su vez, Murillo expresó que utilizar su dinero proveniente del narcotráfico fue “la única manera de contrarrestar el avance de las guerrillas comunistas” en Colombia.

Este país vive un conflicto armado interno desde 1964, cuando se alzaron en armas guerrillas izquierdistas.

Murillo, quien en plena negociación de desmovilización con el gobierno de Uribe había dicho que no pagaría “ni un día, ni una hora, ni un minuto de cárcel”, fue condenado a 375 meses de reclusión, por narcotráfico y distribución de drogas en las calles estadounidenses, cargos por los que fue pedido por la justicia estadounidense. Al finalizar el juicio, los abogados colombianos de la defensa de Murillo se acercaron a Iván Cepeda, portavoz del Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice), y le expresaron que "Don Berna" había pedido que en la declaración se explicitara su apoyo a Uribe.

También le anunciaron que Murillo está dispuesto a ampliar ante la justicia colombiana su declaración incriminando al presidente Uribe, que presentará pruebas, y que esperan que esto pueda hacerse lo más pronto posible.

En Bogotá, el gerente de las campañas de Uribe en 2002 y 2006, Fabio Echeverri Correa, dijo que la declaración de Murillo “es falsa”.

Echeverri, durante 18 años portavoz de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), sostuvo que las campañas se financiaron a través de donaciones de empresas y de personas naturales, cuyos cheques ingresaron a una única cuenta del Banco de Bogotá en la capital colombiana.

PROCESO

Los cheques pasaban por un proceso de entre 15 y 20 días antes de ser consignados, mientras se constataba la procedencia y el origen de los fondos, afirmó.

La revisión incluía una verificación en la llamada “Lista Clinton”, de la Office of Foreign Assets Control (OFAC) del Departamento del Tesoro estadounidense, según Echeverri.

La Lista Clinton —llamada así porque fue creada por una ley del gobierno de Bill Clinton (1993-2001)— contiene los nombres de países, regímenes e individuos a los que el gobierno estadounidense considera “terroristas”, narcotraficantes o comprometidos con la proliferación de armas de destrucción masiva, según sus prioridades de política exterior, seguridad nacional y económica.

A la hora 21:00 GMT, el gobierno colombiano no se había manifestado acerca de la declaración de Murillo.

La justicia estadounidense no aceptó escuchar el testimonio de una madre colombiana cuyo hijo fue desaparecido.

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