De EEUU a Canadá

Actualizado
  • 20/10/2009 02:00
Creado
  • 20/10/2009 02:00
SUIZA. En Roanoke, cargamos combustible rápidamente, revisamos las condiciones de tiempo, y abrimos un nuevo plan de vuelo. Destino: C...

SUIZA. En Roanoke, cargamos combustible rápidamente, revisamos las condiciones de tiempo, y abrimos un nuevo plan de vuelo. Destino: Canadá. Debíamos alcanzar el aeropuerto de City Center, en Toronto.

Nuestra ruta esta vez nos llevó por el Norte de los Estados Unidos: West Virginia y Pensilvania antes de cruzar la frontera con Canadá marcada por el lago Erie. Poco después divisamos la ciudad de Toronto y la torre CN, y nos enrumbamos hacia la pista principal del aeropuerto de City Center. La aproximación es espectacular, con el diáfano paisaje del lago Ontario que bordea la ciudad de Toronto.

Los agentes de aduana vinieron a sellar nuestros pasaportes. “¿Hacia donde se dirigen?”, nos preguntaron. Sus rostros mostraron sorpresa y desconcierto cuando les respondimos que nos dirigíamos a Suiza, luego de cruzar el Atlántico desde el norte de Canadá.

Seguimos luego nuestra ruta hacia Pembroke (más al Norte) en donde debíamos encontrar a Alan Hepburn, la persona de la agencia que habíamos contratado a fin de atender las formalidades para el cruce del Atlántico así como el llamado briefing meteorológico.

El vuelo hacia Pembroke no fue tan tranquilo como esperábamos. Poco después de despegar el cielo empezó a nublarse y llegamos a nuestro destino bajo la lluvia. Alan nos estaba esperando en la pista y muy amablemente dejó que colocáramos el avión en su hangar. Luego nos llevó a cenar con su esposa en un restaurante cercano al hotel donde debíamos alojarnos. Era un hombre mayor, de unos 65 años, pero dotado de una energía sorprendente y de un entusiasmo juvenil. No paraba de hablar y su conversación estaba salpicada de risa. En contraste con su animación, Don se mostraba bastante taciturno y cualquier pregunta la contestaba con escasas palabras.

Al irme a dormir, me preguntaba qué nos aguardaba el día siguiente. ¿Iban a ser adecuadas las condiciones de la meteorología? ¿Lograríamos llegar como estaba previsto a Iqaluit, en el norte de Canadá? Alan había mencionado un área de baja presión que se estaba acercando. Apartando inquietudes, cerré los ojos y me dormí rápidamente. A fin de cuentas, estaba contenta de haber llegado a Canadá cumpliendo con las metas trazadas para nuestro primer día de travesía.

MALAS NOTICIAS

Pembroke es una pequeña ciudad de catorce mil habitantes situada en la región de Toronto, a unas 70 millas al oeste de Ottawa, en donde el idioma principal es el inglés. Pero por su cercanía con la región de Montreal, en Pembroke se escucha en todas partes hablar francés. En invierno, la temperatura desciende a quince grados bajo cero. Cuando las personas van de compras, dejan muchas veces su carro encendido en el estacionamiento para evitar que se enfríe nuevamente el motor y resulte difícil volver a iniciarlo. En todas partes se ven pinos, vegetación propia de esta región fría.

Cuando llegamos al aeropuerto, aquel cuatro de agosto, Alan nos estaba esperando con una presentación bien completa acerca de los pronósticos meteorológicos para la travesía y las particularidades de vuelo en Canadá y en Europa. Las suyas no eran buenas noticias. El clima en el norte de Canadá no era favorable y, en especial, la ruta que habíamos programado, siguiendo un rumbo norte hacia La Grande Riviére y posteriormente Iqaluit, mostraba condiciones adversas. Por lo tanto, debíamos escoger otra ruta, quizás dirigiéndonos hacia Kuujuaak, más al este.

Para colmo, adicionalmente, un frente de baja presión se estaba estacionando entre Groenlandia e Islandia y no iba a disiparse sino hasta el viernes o sábado. Íbamos, por lo tanto, a encontrar, en esta parte de la ruta, mal tiempo, alta nubosidad, lluvias y posibles condiciones de hielo. Los vientos tampoco nos iban a ser favorables, pues eran vientos de frente. Groenlandia parecía aún en buenas condiciones, pero tendríamos posiblemente que quedarnos un día o dos allí antes de emprender vuelo hacia Islandia.

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