- 12/07/2016 02:00
El tribunal que juzga el caso de la masacre de Curuguaty, que en 2012 causó la muerte de 17 personas y la destitución del entonces presidente Fernando Lugo, condenó a penas de entre 4 y 30 años de prisión a los once acusados por esta causa.
Los jueces consideraron probada la responsabilidad del acusado Rubén Villalba en el homicidio doloso del comisario Erven Lovera, comandante del operativo de desalojo que desembocó en la masacre, delito por el que le condenaron a 30 años de prisión y 5 años de medidas de seguridad.
También condenaron como coautor de este homicidio a Luis Olmedo, sentenciado a 20 años de prisión, mientras que Arnaldo Quintana y Néstor Castro fueron condenados a 18 años, también como coautores.
El tribunal condenó a Lucía Agüero, Fany Olmedo y Dolores López a 6 años de prisión, al considerarlas como cómplices del delito de homicidio.
Por su parte, los acusados Felipe Benítez Balmori, Adalberto Castro, Juan Carlos Tillería y Alcides Ramírez fueron sentenciados a 4 años de prisión y culpables de los delitos de asociación criminal e invasión de inmueble ajeno.
Estos dos cargos fueron atribuidos además al resto de acusados.
La lectura de la sentencia se vio interrumpida por las protestas de los abogados defensores y algunos de los asistentes a la sala, en el Palacio de Justicia, en Asunción, que gritaron pidiendo la libertad de los acusados y la nulidad del proceso judicial.
El caso Curuguaty (este de Paraguay) se refiere a un operativo realizado el 15 de junio de 2012 por varios centenares de policías, que acudieron a desalojar a unos 70 campesinos de las tierras que habían ocupado para pedir que se integraran a la reforma agraria.
Durante el desalojo se produjo un tiroteo en el que murieron once campesinos y seis policías. La Fiscalía no investigó las muertes de los labriegos.