El ‘posconflicto' colombiano, ante su más dura prueba

Actualizado
  • 27/05/2018 02:00
Creado
  • 27/05/2018 02:00
Los comicios de este domingo se perfilan como una ‘segunda consulta' sobre los acuerdos de paz, entre el uribismo contrario al pacto y las graves fallas para implementar lo acordado

El 24 de noviembre de 2016, el mundo miraba con expectación el que parecía ser el más importante esfuerzo por la paz en Colombia en años recientes, la firma de los acuerdos de La Habana entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Casi medio año después, tanto lo pactado, como la propia perspectiva de un futuro próximo sin guerra, se hace más incierto.

Tras una larga y dura campaña electoral, los comicios presidenciales de este 27 de mayo se presentan como una ‘prueba de fuego' para los acuerdos de paz. Esto, en medio de denuncias de incumplimiento de los mismos, presunta corrupción desde el gobierno de Santos en la gestión de lo pactado, el asesinato de cientos de líderes sociales y las amenazas del uribismo —cuyo candidato está primero en las encuestas— de echar por tierra lo suscrito en La Habana.

Sin duda, uno de los principales antagonistas de los acuerdo de paz, impulsado por Santos, se encarna en el candidato Iván Duque. Venido como una ‘cara fresca' del uribismo y una las voces más críticas de las conversaciones con las FARC, lideró la campaña del No durante el plebiscito del año 2016, donde se impuso el rechazo al proceso con un 50.21% frente a un 49.78%, en medio de una enrarecida campaña previa a la consulta.

LA SOMBRA URIBISTA

Los adversarios de Duque, a la cabeza de la mayoría de las encuestas y abanderado del partido derechista Centro Democrático, lo señalan como un brazo del expresidente Álvaro Uribe Vélez (2002-2010), furibundo opositor a los acuerdos de paz y uno de los más polémicos mandatarios en la historia reciente de Colombia.

Colombia, prepara su ingreso a la OTAN

En las vísperas de la celebración de los comicios, el presidente colombiano anunció el ingreso de su país a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como ‘socio global', convirtiendo a Colombia en el primer país de la región en ser parte de la alianza militar.

‘Formalizaremos en Bruselas la semana entrante, y esto es muy importante, el ingreso de Colombia a la OTAN en la categoría de socio global. Seremos el único país de América Latina con este privilegio', informó Santos el viernes, según recogió la agencia Efe .

Creada como un bloque europeo junto a EE.UU. y Canadá para enfrentar a la Unión Soviética durante la Guerra Fría, con la caída del muro de Berlín, esta ha ido cambiando sus objetivos, pasando de ‘combatir el comunismo' a ‘luchar contra el terrorismo' fuera de las fronteras europeas.

Entre sus últimas operaciones está el derrocamiento del gobierno de Muamar el Gadafi en 2011, una polémica acción militar que desencadenó la destrucción del Estado libio y una crisis humanitaria en el país árabe.

La entrada de Bogotá a la alianza atlántica ya había sido adelantada por Santos en el 2013, cuando aseguró que su país tenía derechos a ‘pensar en grande'.

Colombia es parte de la declaración de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que establece la región como una ‘Zona de Paz', lo que podría entrar en contradicción con su ingreso a la OTAN.

Fue en su gestión junto al hoy presidente Santos, entonces ministro de Defensa, que estallaron los procesos de la ‘parapolítica' —vínculos abiertos de políticos y empresarios con grupos paramilitares, incluyendo el entorno de Uribe Vélez— y el de los ‘falsos positivos', donde miembros del Ejército colombiano asesinaron a civiles inocentes de barrios pobres para hacerlos pasar como guerrilleros muertos en combate. Ambos escándalos se mantienen abiertos en la justicia del país.

‘Con el presidente trabajamos en equipo (...) con el liderazgo del presidente Uribe en el Congreso, acompañando la agenda de Iván Duque como presidente de los colombianos sacaremos adelante la agenda de reformas de Colombia', dijo Duque, al ser preguntado por El País sobre el peso del exmandatario en su candidatura.

Siendo actualmente Uribe Vélez el senador más votado en las elecciones parlamentarias del pasado 11 de marzo, es sin duda un contrapeso ineludible en la vida política del país sudamericano.

Con una suerte de ‘efecto teflón', ni siquiera los señalamientos de presuntas relaciones con el narcotráfico han menguado su caudal electoral.

Tan solo el pasado viernes, una publicación de The New York Times , citando cables diplomáticos estadounidenses, apunta a nexos del expresidente con el narco, concretamente con el capo de la droga Pablo Escobar Gaviria.

Lo comunicación diplomática recientemente desclasificada detalla reuniones que tuvieron lugar de 1992 a 1995, entre los funcionarios estadounidenses y Uribe Veléz, cuando aún era un político local en su natal Antioquia (nordeste del país). Estos mismos documentos también habla sobre conversaciones con personas cercanas al exmandatario dentro del Partido Liberal, colectivo con el que empezó su carrera.

Uno de los cables publicados describe un encuentro en la embajada de Estados Unidos con el entonces senador liberal, Luis Guillermo Vélez Trujillo, donde informó cómo uno de los clanes del Cartel de Medellín, concretamente la familia Ochoa Vásquez, habría financiado las campañas políticas de Uribe Vélez.

Hasta el momento el expresidente niega las acusaciones y achaca los señalamientos al momento electoral que vive Colombia.

‘Cuando aspiré a la Gobernación de Antioquia, qué raro, Luis Guillermo Vélez, cercano amigo de Juan Manuel Santos, que ahora aparece como un informante en mi contra, me apoyó para ser gobernador', respondió ayer Uribe Veléz.

Por ahora, los otros dos candidatos que se mantienen arriba en intención de voto son, aunque por detrás de Duque: Gustavo Petro, por Bogotá Humana, en segundo lugar; y Sergio Fajardo, por Coalición Colombia, en el tercer puesto; ambos han asegurado que mantendrán los acuerdos de paz, lo que para algunos analistas perfila estas elecciones como una especie de ‘segundo referéndum' sobre los pactos de La Habana.

Con más de 49 millones de habitantes, en Colombia están habilitados para votar este domingo unas 36,227,267 millones personas.

De no haber ganador con al menos el 50% +1 de los votos efectivos, los dos candidatos más votados volverán a correr el próximo 17 de junio, lo más probable —según la mayoría de los sondeos—, es que sea una carrera entre Petro y Duque en una posible segunda vuelta.

CONTINUIDAD DE LA ‘PAZ'

Las incertidumbre que crece sobre los resultados de las presidenciales y el futuro de los acuerdo de La Habana, no es el único problema para el avance del ‘proceso de paz'. Desde el Ejecutivo colombiano rechazan cualquier idea de que la implementación de los acuerdos halla fracasado.

‘En un año y cuatro meses, llevamos más del 70%. Y con seguridad se cumplirá el 100% antes de terminar este año', salió al paso en abril Santos, tras las críticas del que fue jefe negociador en la Mesa de diálogo, Humberto de la Calle, y además, candidato del oficialismo.

Según el mandatario, el 70% son los 80 indicadores para cumplir los primeros dos años de implementación. Sin embargo, desde la perspectiva global de los avances la situación dista mucho de ir por buen camino.

El último informe de Observatorio de Seguimiento a la Implementación del Acuerdo de Paz (OIAP), asegura que hasta enero de este año, tan solo se había cumplido un 18.3%.

Sobre los puntos acordados: las medidas de implementación se encuentran en un 23%, la solución sobre las drogas ilícitas apenas tiene un 6% y la situación de las víctimas alcanza solo el 9.3% de avance.

En cuanto al punto sobre el fin del conflicto, este marca un 33%, siendo el que más avance registra, concretamente por estar relacionado con cuestiones operativas del la terminación de la guerra, entre los cuales está el desarme de las FARC.

En cuanto la participación política, registró solo un 19% de avance.

Entre tanto, la reforma agraria, el primer punto de los acuerdos, lleva un avance solo de 5%. Un situación compleja al ser esta parte de lo pactado una pieza clave para solucionar una de las causas estructurales del conflicto armado, el acceso y tenencia de la tierra.

Actualmente Colombia registra la concentración de la tierra más grande de América Latina.

De acuerdo con un informe de Oxfam titulado ‘Radiografía de la desigualdad', citando fuentes oficiales, en el país, el 1% de las explotaciones agrícolas de mayor tamaño —controladas fundamentalmente por terratenientes—, ocupan el 81% de la tierra.

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‘Con el liderazgo del presidente Uribe en el Congreso, acompañando la agenda de Iván Duque como presidente (...), sacaremos adelante la agenda de reformas de Colombia',

IVÁN DUQUE

CANDIDATO POR EL CENTRO DEMOCRÁTICO

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