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- 23/08/2010 02:00
ISLAMABAD. Pakistán evacuó ayer a unas 100.000 personas por riesgo de nuevas inundaciones, un mes después del inicio de una catástrofe que agudizó la desconfianza de la población hacia el Gobierno, haciendo temer que estallen disturbios bajo la mirada interesada de los islamistas.
Los habitantes de la ciudad paquistaní de Shahdadkot, en la provincia de Sind (sur), fueron evacuados preventivamente durante la noche, debido al desborde de los afluentes del río Indus, dijo Jam Saïfullah Dharejo, ministro provincial.
‘La mayoría de habitantes de la ciudad y sus suburbios están en zonas seguras’, dijo el funcionario, que indicó que varias aldeas aledañas están inundadas. Los violentos aludes de lodo que arrasaron buena para del país desde finales de julio mataron a unas 1.500 personas y dejaron cerca de 20 millones de damnificados. Millones de personas sin hogar deambulan por las carreteras del país.
El impacto social de las inundaciones se anuncia devastador para una nación que ya antes atravesaba graves dificultades financieras. Un cuarto de la población paquistaní vive bajo el umbral de la pobreza.
El país se enfrenta ahora a pérdidas económicas de 43.000 millones de dólares que llevaron al Fondo Monetario Internacional (FMI) a anunciar una reunión en Washington la próxima semana para estudiar el modo de acudir en ayuda de Islamabad. La cólera contra el gobierno del presidente Asif Ali Zardari, al que se considera corrupto e ineficaz, aumenta en los campamentos de damnificados.
Las personas afectadas esperan todavía comida y medicamentos y los seis millones de personas sin techo reclaman vivienda. Por su parte más de $800 millones fueron donados o garantizados para ayudar a las víctimas , dijo el canciller, Shah Mehmood Qureshi.