Incendio cede en norte de España

Actualizado
  • 25/07/2012 02:00
Creado
  • 25/07/2012 02:00
ESPAÑA. Tras dos días de intensa lucha contra las llamas, los bomberos catalanes tenían esperanzas de empezar a controlar el gigantesco ...

ESPAÑA. Tras dos días de intensa lucha contra las llamas, los bomberos catalanes tenían esperanzas de empezar a controlar el gigantesco incendio que arrasó el noreste de España y que causó cuatro muertos.

La ciudad catalana de Figueras, a unos 20 km al sur de la frontera francesa, se despertó con una densa nube de humo encima.

En las calles de esta ciudad, que se encuentra a poca distancia de los primeros focos del siniestro, se sentía un fuerte olor a quemado.

Sin embargo, por primera vez desde el domingo, las autoridades catalanas reconocían cierta calma en el incendio.

‘Estamos razonablemente optimistas’, añadió y dijo que ‘parece que estas condiciones climáticas se van a mantener algunas horas’, refiriéndose a una disminución de la temperatura, un aumento de la humedad y la carencia de viento.

Al menos mil 500 personas, entre bomberos, policías, militares, agentes rurales y voluntarios, seguían luchando contra el fuego, apoyados por 25 aviones y helicópteros españoles y franceses.

En Figueras, sus habitantes viven días inéditos.

‘No recuerdo haber visto semejante nube de humo en Figueras, es la primera vez’, señala María Ángeles Rodríguez, una agente inmobiliaria de 50 años.

El incendio, que dejó detrás de su virulencia inmensas extensiones de vegetación calcinadas, no progresa desde el lunes, después de haber arrasado unas 14 mil hectáreas.

El fuego inició el domingo en la localidad franco-española de Le Perthus, antes de propagarse, en el lado español en La Junquera y en la comarca catalana del Alt Empordá, al sur.

Avivado por una fuerte tramontana, que sopla del noroeste, el fuego creció rápidamente hacia el sur, hasta que el lunes amainó y detuvo su avance destructor.

Tres personas murieron el domingo: un español de 75 años, que sucumbió a una crisis cardíaca al ver que las llamas rodeaban su vivienda, en Llers, cerca de La Junquera, y dos franceses, un hombre y su hija de 15 años, que se arrojaron al mar escapando aterrorizados de las llamas, en la localidad costera de Port Bou.

En 17 municipios, las autoridades obligaron a confinarse en sus casas a sus habitantes.

Centenares de turistas y españoles, entre los cuales se encontraban los ocupantes de un camping, fueron evacuados y albergados en centros de urgencia, como salas deportivas de Figueres.

La autopista entre Perpiñán y Figueras pudo ser reabierta en sus dos sentidos.

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