Rezos y expectación ante la elección del nuevo Papa

Actualizado
  • 13/03/2013 01:00
Creado
  • 13/03/2013 01:00
ROMA. Centenares de fieles empezaron a congregarse ayer, martes, con expectación y curiosidad, en la Plaza dev San Pedro, frente a la Ba...

ROMA. Centenares de fieles empezaron a congregarse ayer, martes, con expectación y curiosidad, en la Plaza dev San Pedro, frente a la Basílica donde se celebró la gran misa previa al cónclave que elegirá al sucesor del papa Benedicto XVI.

‘Benedicto XVI fue un buen papa, pero rezo para que el próximo tenga el carisma suficiente para unirse a la gente, porque eso también le hará fuerte’, explicó la hermana Caterina, de 53 años, una monja de Croacia con una cruz colgada al cuello.

Desde primeras horas de la mañana se formó una larga cola para acceder a la imponente Basílica de San Pedro, donde los cardenales, entre ellos los 115 que tienen derecho a voto, celebraron la misa Pro Eligendo Pontifice previa al cónclave.

‘¡Ojalá elijan un papa con mucha fuerza, sabiduría, mucha coherencia. Y que resuelva los escándalos de Vatileaks!’, explicó Verónica, una mexicana de 30 años, que viajó con su marido y su hijo para ver de cerca a quien resulte electo como 266º jefe de la Iglesia católica.

Los cardenales se aislarían desde ayer en la Capilla Sixtina, bajo los magníficos frescos de Miguel Ángel, para elegir al próximo Sumo Pontífice, en una de las elecciones más rituales y secretas del mundo.

A pesar de las nubes negras, que desembocaron en una tormenta intensa pero breve sobre la Plaza de San Pedro, los fieles permanecieron en la explanada siguiendo las casi dos horas de misa por las pantallas gigantes instaladas por el Vaticano, las mismas que empezaron a mostrar la chimenea por donde saldrá el humo blanco anunciando que hay un nuevo papa.

DIVISIONES

‘La iglesia tiene dos almas, la parte de la fe y la parte política’, explica un joven latinoamericano, empleado del Vaticano, que pidió no ser identificado porque, dice con una sonrisa, en ‘el Vaticano no hay sindicatos’.

Según este guía, que asegura conocer a fondo la Iglesia y sus secretos y acompaña a los turistas para descubrir el estado más pequeño del mundo, la institución tiene que volver al Concilio Vaticano II, que en los años 1960 modernizó la Iglesia.

‘El programa está ahí, sólo hay que aplicarlo’, afirma.

Otros católicos son mucho más reservados sobre el perfil que debería tener el nuevo papa y, aunque son conscientes de los problemas, destacan la proximidad de la Iglesia con el pueblo, sobre todo en Latinoamérica.

‘Se dicen muchas cosas de la Iglesia pero mi experiencia es la cercanía con la gente’, explica Sergio Vázquez, un sacerdote de Ciudad de México.

Dentro de la Basílica, el decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano, pidió ‘humildad’, ‘unidad de la Iglesia’ y ‘cooperación’ con el próximo papa, lo mismo que piden muchos católicos.

Poco a poco fueron apareciendo en San Pedro algunos fieles de rodillas, rezando en silencio, rodeados por curiosos y cámaras de televisión.

Tras la misa, un torrente de sacerdotes y de monjas salieron sonrientes de la Basílica, entre ellas muchas Misioneras de la Caridad, la orden fundada por Madre Teresa de Calcuta, o monjas de la orden de las Brigidinas, con su peculiar corona blanca con cinco puntos rojos, que representan las llagas de Cristo en la cruz.

Ahora todos los ojos estarán puestos en el color del humo de la chimenea de la Capilla Sixtina, del que dependerá el destino catolicismo, un credo de mil 200 millones de fieles, confrontado en los últimos años a escándalos, revelaciones de luchas intestinas y denuncias de corrupción.

DURACIÓN

El cónclave que empezó ayer para designar al sucesor de Benedicto XVI tendría que ser corto, si se cumple la tendencia de la historia reciente, pero siempre puede haber sorpresas en este ritual centenario y de resultados imprevisibles.

Las estimaciones más optimistas de vaticanistas y expertos predicen dos o tres días de cónclave, hasta hoy miércoles o mañana jueves, una duración que sería equivalente al cónclave de 2 días (4 votaciones) que en 2005 eligió de Benedicto XVI.

Tras la dimisión histórica de Benedicto XVI por ‘falta de fuerzas’, los cardenales acordaron por ‘amplia mayoría’ la fecha del martes 12 de marzo para encerrarse en la Capilla Sixtina, una determinación que según los vaticanistas podría indicar las ganas de tomar rápidamente una decisión.

De los 115 cardenales con derecho a voto (de menos de 80 años), 69 nunca habían participado antes en un cónclave.

Ha habido 53 reformas en la organización de este ritual de casi 800 años de antigüedad.

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