India postcoronavirus se perfila como tercera economía mundial

Actualizado
  • 01/05/2020 00:00
Creado
  • 01/05/2020 00:00
Como ganador al gestionar en forma exitosa la pandemia del Covid-19, aunque el precio será pagado con un impacto temporal en su crecimiento, eso no detendrá la carrera de India para convertirse en la tercera potencia económica global hacia 2030

Una de las fotografías emblemáticas de la emergencia sanitaria por el covid-19 en India es la de un elefante con mascarilla moviéndose lentamente por las calles de la sureña Chennai. Fue un fuerte mensaje para concienciar a su población sobre el nuevo, traicionero y mortal coronavirus. Simbolizado por ese elefante, el segundo país más densamente poblado del planeta, está enfrentando en forma exitosa la oleada de la pandemia pese a los funestos vaticinios. El saldo de las últimas horas es 33,338 contagios y 1,082 fallecidos.

Operativo de desinfección en áreas residenciales, durante el cierre de emergencia por coronavirus en Mira Road, cerca de Mumbai, India, el 30 de abril de 2020.

India y China, como los dos gigantes de Asia, en medio de la emergencia sanitaria han representado la cara y cruz de una misma moneda. El último, luego de originar el brote del nuevo coronavirus, desplegó toda la maquinaria del régimen comunista para ocultar, primero, y luego contener con métodos oscuros y represivos, la pandemia. Pekín es la mayor dictadura unipartidista conocida. Mientras que India, la mayor democracia multipartidista del mundo, ha gestionado la crisis del coronavirus de manera transparente y sin coartar las libertades ciudadanas.

Los expertos reconocen la rapidez con que India atajó la pandemia. Desde mediados de enero impuso pruebas de temperatura corporales en los tres principales aeropuertos del país, Calcuta, Delhi y Mumbai, a los pasajeros procedentes de China y Hong Kong. Más tarde, sumó la revisión médica a todos los viajeros en los puertos de entrada al país. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó como “espectacular” su respuesta contra el virus. El cierre inicial de fronteras y el control de viajeros moderaron la transmisión.

Cuarentena para 1,300 millones

Mientras la OMS insistía en los diagnósticos y la cuarentena como únicas formas de enfrentar al virus, India trazó una estrategia gradual. Al toque de queda impuesto los domingos, el primer ministro Narendra Modi decretó el 24 de marzo, cuando el país registraba 562 contagios y 10 fallecidos, una cuarentena total, la mayor de la historia mundial, a la que se sometieron 1,300 millones de personas.

Para entonces India se había convertido en el quinto país, después de China, Estados Unidos, Japón y Tailandia en aislar la cepa del nuevo coronavirus en el Instituto Nacional de Virología de Pune. Eso la puso en camino para llevar a cabo investigaciones capaces de desarrollar una vacuna y medicamentos para enfrentar la enfermedad.

Antes de decretar la cuarentena, Modi había cerrado las escuelas e instituciones educativas, así como los cines y centros comerciales. También paralizó eventos multitudinarios. En el camino se tomaron medidas más drásticas, como cerrar templos, comercios y restaurantes y se recomendó evitar los desplazamientos innecesarios.

Posteriormente, el 14 de abril cuando el país registraba 10,363 infecciones y 339 fallecidos, se alargó el confinamiento por 19 días más, hasta el 3 de mayo, con restricciones estrictas a pesar del fuerte impacto económico. Las tiendas de comestibles, las farmacias, el comercio electrónico, los bancos y cajeros automáticos seguirían funcionamiento.

Sin embargo, después de cuatro semanas de cuarentena, India restableció parcialmente la actividad económica en zonas libres de infecciones. Con excepción de actividades deportivas, de ocio, políticas y religiosas, se reanudó el trabajo agrícola, logístico, de construcción, comercio en línea y fábricas fuera de las ciudades bajo medidas de protección.

Modelo de Kerala

De acuerdo a las estadísticas, el estado de Maharashtra, de 20 millones de habitantes, con su capital Mumbay –meca india de las finanzas- ha sido el más golpeado por la pandemia, con 7,530 contagios y 400 fallecidos. Allí, al igual que las fronteras de los 29 estados del país, fueron cerradas y la población necesita un salvoconducto para cruzarlas. La cuarenta ha tenido un seguimiento concienzudo a través de teléfono celular y la policía ha empleado drones para asegurar que los habitantes de Mumbay se queden en sus casas.

El diario británico The Guardian, elogió lo que llamó “el modelo de Kerala”, un estado de 35 millones de habitantes al sur del país, donde se tomaron medidas preventivas muy anticipadas en el tiempo. “Las medidas robustas, proactivas y solidarias del gobierno de Kerala parecen haber aplanado con éxito la curva de casos dentro del estado, y el modelo de Kerala ahora está siendo ampliamente promocionado como el ejemplo a seguir por otros estados indios', añadió el periódico.

Kerala fue el primer estado en registrar un caso de coronavirus en enero en un estudiante que había regresado de Wuhan. Pero los problemas realmente comenzaron a fines de febrero cuando una pareja que había regresado de vacacionar en Italia no informó a las autoridades sino una semana después cuando comenzaron los síntomas. Entonces habían contagiado a un número no determinado de personas.

Eso alertó a las autoridades para formar un grupo de trabajo a mediados de febrero, buscar, probar y poner en cuarentena cualquier posible caso. El Estado también cerró las escuelas, restaurantes y prohibió las reuniones antes que ninguna otra región, instaló baños públicos y dispensadores de desinfectante de manos, incluso en las paradas de autobuses. De los 402 casos de covid-19, tres fallecieron y 67% se recuperaron.

El gobierno de Kerala está tan seguro de que tiene el virus bajo control que permitió que restaurantes, peluquerías y pequeños lugares de trabajo en zonas específicas reabrieran, y los automóviles regresaran a las carreteras en un esquema de placa impar.

Salvar la población

Para no generar incertidumbre, el gobierno de Modi ha declarado que no existen motivos para preocuparse por la situación económica. Pero es indudable que la cuarenta ha significado un freno a las actividades productivas .

El gobierno puso en marcha cuando empezó el confinamiento un paquete de ayudas por $23,000 millones, destinados a aliviar el hambre de los más necesitados. Según datos del Ministerio de Finanzas, los 275 millones de pobres han recibido asistencia financiera por valor de $3,850 millones, mientras que raciones gratuitas y cereales han sido distribuidas a otros 52 millones de personas

El Tribunal Supremo de India, por otro lado, respaldó un pedido para que las pruebas diagnósticas sean gratuitas para los más necesitada tanto en hospitales gubernamentales como privados con los tratamientos accesibles a toda la población.

India cuenta con más de 100,000 camas, 600 hospitales y 220 laboratorios para hacer pruebas. El gobierno de Modi ha destinado $2,000 millones para reforzar la infraestructura sanitaria en todo el país. Ha pedido a hospitales públicos y privados que aumenten su personal y dispongan del material necesario para enfrentar la pandemia.

India tiene ocho doctores por cada 10,000 habitantes -comparados con los 41 de Italia y los 71 de Corea del Sur- y un hospital público por cada 55,000 personas.

Tercera potencia económica

La crisis económica producto de la pandemia, de acuerdo con los analistas, significará un freno temporal a la expansión de India como potencia emergente. Pero no detendrá su carrera para convertirse en la tercera potencia mundial hacia el 2030. Así lo destacó la firma financiera estadounidense Morgan Stanley. La digitalización será el principal motor para el crecimiento indio en los próximos años.

“Estimamos que la digitalización proporcionará un impulso de entre 50 y 75 puntos básicos a la expansión del PIB y que la India alcanzará la categoría de ingreso medio superior para 2027", declaró Ridham Desai, estratega de la financiera.

Las proyecciones apuntan a que el país asiático se convertirá en el tercer mercado mundial en servicios financieros, alcanzando una de las mayores capitalizaciones globales. “Proyectamos una entrada de inversión extranjera directa bruta por valor de $120,000 millones para 2027, casi el doble de la corriente actual”, señaló Desai.

Según The Financial Times, la previsión de Morgan Stanley coincide con la emitida recientemente por el banco HSBC. “A pesar de representar el 3% del PIB global actualmente, la tendencia de crecimiento para India muestra que superará a Alemania y Japón para convertirse en la tercera economía mundial en la próxima década”, destacó la multinacional británica. Esa inversión irá a parar a compañías que emplean trabajadores especializados sobre todo en firmas informáticas y de telecomunicaciones.

Papel de la democracia

Se ha hablado mucho del milagro económico chino y de la inevitable hegemonía del gigante del este asiático. Pero en el sur de Asia, India seguirá teniendo un desempeño económico tal vez más espectacular que el de cualquier otra nación en años recientes. Aunque el PIB crecerá 2% este año, entre el 2021 y el 2030 se estima que será entre el 5% y el 7% anual. Lo que llevaría a que India pase de representar el 7% actual de la economía mundial al 15% hacia el 2050.

Según prevé el Fondo Monetario Internacional (FMI), India necesita un 7% de crecimiento anual para dar trabajo a 1.2 millones de jóvenes que entran en el mercado laboral cada mes.

El enorme crecimiento poblacional proporcionará, por sí mismo, un aumento importante de la economía. India tiene 1,300 millones de habitantes. En 2040 aumentará a 1,600 millones. El crecimiento de la clase media en India ha sido frenético. Ese mercado descomunal de consumidores inevitablemente llevará a una economía más grande con el cambio tecnológico.

El gobierno de Modi, que cumple su segundo mandato en el poder, ha conseguido que India escale 65 puestos en el ranking del Banco Mundial de países con mayores facilidades para hacer negocios. En el 2015, durante su primer mandato, puso en marcha un plan para facilitar la capacitación empresarial. Con un desembolso de $1,530 millones, el programa está destinado a formar a 500 millones de jóvenes para 2022.

El reto supone encajar en ese ecosistema a las pequeñas y medianas empresas, columna vertebral de la economía moderna india, con una contribución del 45% a la producción industrial, con más del 40% de las exportaciones y un 8% del PIB.

El carácter autoritario de la dictadura comunista china le ha dado al Estado la capacidad de movilizar sin resistencia los recursos que se necesitaban para construir las fábricas y las grandes obras de infraestructura.

A diferencia de China, India funciona como una democracia multipartidista parlamentaria. Depende más del emprendimiento individual y el apego al imperio de la ley para la creación de empresas de alta tecnología y ofrecer mejores incentivos a los inversionistas privados. India revoluciona la tecnología desde vertientes democráticas y está llamada a sorprender a la economía mundial.

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