Un mal necesario para Perú

Las manifestaciones sociales han puesto en jaque al Gobierno de Ollanta Humala. A pesar de haber prometido durante su campaña que revisaría contratos mineros vigentes, Humala cambió drásticamente su posición cuando asumió el poder. La política minera no cambió y muchos de los contratos que prometió revisar, se mantienen intactos. Estos conflictos han tumbado a sus dos Gabinetes anteriores. Humala se vio forzado a mantener la política minera intacta porque es una industria económica muy importante. En el 2011, la minería representó un 4% del PIB peruano. El gobierno necesita los ingresos de la minería para impulsar la ambiciosa agenda social del actual mandatario.